Protagonizaron un sonado revuelo cuando sacaron su disco un 12 de octubre. Los Planetas y El Niño de Elche publicaron el álbum Fuerza nueva (El Ejército Rojo) y se han dedicado a recoger canciones populares y transformar su significado en la línea del situacionista Guy Debord. Puestos a tocar las narices, que sea de verdad, pensaron en su día a la hora de lanzar este proyecto, de ahí que el proyecto se aprecie mejor si se piensa en él como una ‘performance’. El artista conceptual y flamencólogo Pedro G. Romero ha puesto el armazón teórico para la unión entre Los Planetas y Niño de Elche. Fuerza nueva quiere ser un ejercicio de transgresiones, empezando por el nombre (alusión directa al partido de ultraderecha), siguiendo por la fecha de publicación, y continuando con la tirada prevista de su edición física: 1.492 ejemplares. Aún más: las canciones escogidas hablan de herejía y desafío: el himno de la Legión (El novio de la muerte), el de Andalucía de Blas Infante (que aquí vuelve a su nombre original, Santo Dios), el de Cataluña (Els segadors, reconvertido en Canción para los obreros de SEAT). Fuerza nueva pretenden agitar conciencias; cambiar los símbolos de contexto; hicieron cuatro directos y llegó la pandemia. Hace unos meses retomaron el directo y este viernes estarán abriendo La Mar de Músicas. Jota, vocalista de Los Planetas, habla con LA OPINIÓN, diario perteneciente al mismo grupo de comunicación que este medio.

-Antes de la pandemia hicisteis apenas cuatro conciertos. 2021 empezó mejor. De hecho, el primer día del año, no sé si a propósito, Los Planetas lanzabais una canción llamada El negacionista. Cuanto menos, trajo polémica.

-No sé, funcionó, a la gente le gusta, se abrió un debate, y hubo una reacción interesante.

-El rostro que aparecía en la portada del disco era el de Miguel Bosé, que aparece citado en la canción. ¿Os ha alcanzado la polémica? ¿Habéis metido la mano en un avispero?

-Para eso estamos, para intentar remover un poco el avispero. La situación está siendo dramática para muchísima gente, y a nosotros lo que nos interesa es fomentar el intercambio de ideas, ver en qué sitio estamos y qué cosas deberíamos hacer.

-Vuestros últimos movimientos os han reinventado como una banda que va lanzando canciones a la red sin previo aviso y sin anticipar cuáles van a ser sus próximos pasos. ¿Es aquello de la acción directa?

-Seguramente están inspirados por eso, pero también por la forma en que está organizada ahora la distribución de contenidos culturales, que está en manos de una empresa que decide la forma en que se distribuyen los contenidos, y por eso hay que hacerlo de esta manera. Antes nosotros trabajábamos antes en un álbum entero, con una idea previa, pero parece que los tiempos van por otro lado, y hay que hacer cosas en función de lo que esté pasando, porque tampoco se pueden hacer muchos planes a largo plazo. No se sabe muy bien qué va a pasar o qué está pasando.

-Fuerza Nueva podría ser un lugar de encuentro de artistas que en principio parece que no tendríais nada en común, pero sí tenéis cosas en común Los Planetas y el Niño de Elche.

-Tenemos muchas cosas en común. Venimos de escuelas diferentes, de culturas diferentes; él en su flamenco, en esa tradición desde que era muy pequeño, y nosotros venimos de otra escuela, el rock and roll, pero al fin y al cabo todas las músicas tienen mucho en común, y sobre todo el flamenco es la base, la cuna de casi todas las músicas populares de guitarra. Y lo que sí tenemos en común es una actitud no conformista, crítica, decir las cosas que pensamos de forma clara y sin censurarnos.

-Y también provocar.

-Por lo menos, intentar sacar a la luz las actitudes conservadoras y dictatoriales de alguna gente que hay en todas partes, retratar a la gente que tiene ese tipo de actitudes censoras.

-Ya hace casi un par de años estabais avisando de lo que podría ocurrir: el auge de la extrema derecha. En tu opinión, ¿a qué se debe este auge?

-No sé si soy el más adecuado para hacer un análisis político, pero creo que se debe a que los poderosos tienen miedo a perder la posición que tienen, y cuando pasa eso suelen recurrir a estas tácticas represivas.

-La puesta en escena de Fuerza Nueva incluye el NO-Do, la crucifixión, un chotis, los capirotes blancos …

-Son manifestaciones estéticas que nosotros tampoco hemos diseñado, ni los vídeos. Todo esto lo ha hecho otra gente que ha colaborado en el proyecto: Javier Aramburu, que ha hecho el diseño gráfico, Andrés Duque, que ha hecho los vídeos… Los capirotes no sé a quién se le ocurriría, pero es una imagen poderosa para promocionar el disco.

-Está también la idea de utilizar símbolos cambiándolos de contexto, revisando a algún que otro pensador del Mayo del 68. De hecho convertisteis “Els Segadors” en una canción para los obreros de la SEAT. ¿Cuál es el motor de todo esto?

-Supongo que te refieres a Guy Debord y los situacionistas, que son los que empiezan a formular este tipo de acciones dentro de la cultura popular que puedan traspasar esa frontera e ir calando en la sociedad. Sí, el pensamiento de los situacionistas, y Debord en concreto, está muy asociado a la música que nosotros hemos escuchado de siempre. Está en discos de Joy Division, New Order, Durruti Column, todos estos grupos del sello Factory, y otros grupos alternativos. Sobre todo en Inglaterra tiene mucha influencia, en el punk. Malcolm McLaren era un situacionista, se encargaba de distribuir todos esos panfletos y fanzines en Inglaterra, y el punk empieza ya a usar todo este ‘détournement’ (como llamaba Guy Debord a eso): cambiar el sentido de un concepto cambiando el contexto en el que se explica, y eso intenta descubrir ciertos engaños que produce la sociedad del espectáculo.

-Me llama la atención el caso de El Sol, donde se conecta el himno de España con el mundo musulmán.

-Aquí en Granada tenemos una herencia musulmana enorme, presididos por el castillo de la Alhambra, y la influencia, no solo en Granada, sino en toda España, del mundo árabe es enorme. No en vano han estado 800 años dominando la Península Ibérica. El himno de España tiene esa coincidencia con esa nubah andalusí, en la que nos basamos para hacer nuestra propia recreación del himno, una especie de recreación de una idea basada en el himno de España. Es algo que yo no sabía, y Pedro G Romero, que ha aportado mucha documentación y mucha investigación al proyecto, no enseñó esta canción que no conocíamos y que coincide sospechosamente con el himno de España, y es una canción árabe.

-Aunque no fuisteis vosotros los que anticipasteis todo este boom del flamenco que está viviendo ahora mismo gente como Rosalía, C. Tangana, El Niño de Elche y otros muchos, el hecho de que publicarais en 2017 La leyenda del espacio ha servido también para abrir un poco las puertas .

-El caso es que antes de ese disco sí que había cierto prejuicio dentro del circuito alternativo, la industria alternativa, contra la música de raíz y el flamenco. Había algunas excepciones, como el Omega, que era el primer disco que abrió esa puerta entre el flamenco y las músicas populares más actuales.

-Quizás por eso habéis vuelto de nuevo, después de una serie de singles en clave de noise pop, que es lo que vosotros hacíais fundamentalmente, con 'Alegría de Graná'. Parece que hubierais dado un trompo.

-Llevamos trabajando mucho tiempo en las similitudes que tiene el flamenco con otras músicas populares de guitarra, y básicamente encuentro una influencia fundamental, porque la guitarra se usa por primera vez en Andalucía, y los flamencos son los primeros que la usan, los primeros que hacen un arte representativo importante con ella, y quiero encontrar esas similitudes entre el flamenco y otras músicas populares del mundo, y ahora con esta 'Alegría de Graná' es un poco lo mismo, darle un poco la vuelta. En realidad es una canción inspirada en grupos de rock, pero está tocada como si fuera flamenco, con un ritmo como de alegrías, pero es una canción diferente. Eso es lo que hacemos, intentar encontrar esas equivalencias.

-Siempre estáis ahí en la encrucijada, y os habéis enfrentado a unas cuantas. En este caso, después de una serie de singles más 'planeteros' en el sentido de más como sonabais al principio, habéis vuelto a esa esencia flamenca. ¿Ha sido como reacción frente a algo?

-No creo que sea reacción a nada. Básicamente se debe a los medios de los que dispones en un momento dado. Tenía esa canción, y era un momento en que estábamos metidos en la pandemia, con cierres perimetrales; era difícil ensayar, y esa economía de medios me permite explorar otras posibilidades y encontrar otras soluciones, pero, no, en este caso, 'La alegría de Graná' me pide trabajar con Edu Espín, que es un guitarrista fantástico, de flamenco puro, es el hijo de Carmen Linares, y eso también nos permite conseguir otra sonoridad, algo diferente, intentar proponer otra tesis en este sentido de las similitudes entre el flamenco y otras músicas populares de guitarra.

-La situación que hemos vivido últimamente ha motivado, supongo, la aparición de algunos de estos singles a lo largo del año, como “El negacionista” o “La nueva normalidad”, a raíz de las revueltas por el asesinato de George Floyd, y luego hicisteis por ejemplo “El rey de España”.

-Sí, ¿te ha gustado?

-El primer verso, “lo siento mucho, me he equivocado”, me suena. Esa canción podría entrar perfectamente en Fuerza nueva.

-Bueno, lo de Fuerza nueva es una continuación del trabajo que hemos estado haciendo. En tiempos más radicales extremamos nuestra propuesta. Estamos en ese lado, y estas canciones son continuación de las de Fuerza Nueva. Cada proyecto, cada experiencia que tienes, vas aprendiendo y vas aplicando esos conocimientos en el trabajo que haces después. Es inevitable en una misma línea temporal que las cosas se sucedan unas detrás de otras.

-¿Qué buscabais con el proyecto de Fuerza Nueva? ¿Qué recorrido tiene?

-Ahora estamos haciendo los conciertos que deberíamos haber hecho cuando empezó la pandemia, el encierro, y de momento estamos terminando de desarrollar parte del proyecto, que era presentarlo en directo y ver la reacción del público. Simplemente estábamos empezando a ver que la situación era insostenible y que había que dar un paso más radical. No podíamos seguir esperando a sacar un disco, tocar en los festivales, que han perdido un poco su esencia y en los que no nos sentimos a gusto; son festivales puramente comerciales. Queríamos proponer algo diferente, que provocara cierto shock, cierto cambio, en vista del panorama que se presentaba ya antes de la pandemia, fuera a venir una pandemia, o dos o cuatro, una invasión alienígena o cualquier cosa. Esa era la intención, adelantarnos al desmoronamiento del modelo en el estábamos trabajando, que era inminente.

-Parece que habéis tirado a diestro y siniestro, y no sé si habéis tenido reacciones encontradas, si os ha ocasionado problemas. Con la censura parece que no los habéis tenido.

-Sí, hemos tenido bastantes también. Por ejemplo, dentro del circuito donde estamos tocando habitualmente de festivales, salas y conciertos, a mucha gente no le ha parecido interesante la propuesta y, directamente, gente que habitualmente nos contrataba conciertos de los Planetas ahora ha dejado de hacerlo, le da un poco de miedo el proyecto, y también se nota en la difusión que tiene: con respecto a otros proyectos de Los Planetas tiene una difusión bastante menor. Eso es una censura, porque ahora mismo esa difusión de una obra está en manos de gente que decide cómo difundirla, y han decidido que no es tan interesante como otros proyectos de los Planetas. Nos ha pasado otras veces; nos pasó también con “La leyenda del espacio”. Cada vez que te sales un poco de lo que te pide la industria de alguna manera, se nota que hay un bajón en la difusión de esas obras, cuando no son complacientes. Existe una censura clara.

-¿Habéis llegado a recibir amenazas?

-No recuerdo, pero sí reacciones furibundas por parte de descerebrados.

-Y lo mismo no solo de la extrema derecha. Estoy pensando que cuando sacasteis vuestra reinterpretación del canto de “Els Segadors” tal vez recibisteis las iras de independentistas o de algunos sectores de izquierda.

-Hay pensamiento conservador en todo lo que se denomina ahora mismo izquierda y derecha. Por lo menos todo el pensamiento que está representado en las cortes parlamentarias; un pensamiento censor, así que rebuscando alternativas fuera de eso.

-¿A vosotros cómo os ha afectado la pandemia en vuestras vidas? ¿Habéis establecido un mecanismo de defensa para escapar de esta situación extraordinaria?

-Estamos intentando salir como podemos, pero ha sido devastador. Para mi vida ha sido devastadora. Mi ritmo de vida normal, mis contactos sociales, mi forma de relacionarme con la gente ha cambiado radicalmente, y está afectando a mi salud mental, aunque no tanto como a otra gente que veo. Realmente es una situación dramática. Yo intento salir de eso expresando mis opiniones y mis sentimientos a través del trabajo que hago, de la música que creo.

-Supongo que estas canciones que han salido en 2021 explican lo que está pasando en este momento, son una especie de catarsis.

-Sí, Intentan reflejar mis sensaciones en este momento, sí: incertidumbres, miedos, todo eso, pero también intentan llevar un punto de ironía, de descreimiento, porque sigue existiendo la vida. A pesar de todo este control policial, sanitario y mediático, sigue habiendo una vida entera por disfrutar aunque sea cercenada, así que intentamos introducir algún pensamiento irónico, humorístico. Reírse un poco de todo también.

-Hay quien ha comentado que las voces de Miguel Bosé y otros negacionistas, por su falta de credibilidad, apuntalan el discurso oficial. ¿A ti qué te parece esa afirmación?

-Hombre, lo que diga Tele5, Mediaset etc. no tiene mucha credibilidad. Yo si las veo es para saber qué piensan los directivos de esas empresas, pero no doy mucha credibilidad a lo que dicen; casi siempre o no es verdad o ocultan la realidad. De repente todos esos medios sabían lo que pasaba con el rey emérito, pero nadie dijo nada durante 30 años, así que poca credibilidad pueden tener a estas alturas. La información que viene de ahí tienes que contrastarla con otros medios, y ahora el control de los medios es mayor que el que ha habido nunca.

-Me refería más bien a eso que dicen sobre haber sacado a ciertos personajes negacionistas para hacer pensar que la verdad está en el otro lado, en el del discurso oficial.

-Sí, eso se llama disidencia programada y es una táctica de psicología social que se viene usando desde hace mucho tiempo. Sorprende que se quiera poner como un pensamiento disidente a Iker Jiménez cuando claramente no lo es, no presenta ningún pensamiento crítico en absoluto, y está auspiciado por una de las mayores cadenas de televisión, que son los mismos que sostienen lo contrario.

-Confieso que soy un profano, y para hablar de lo que uno no sabe, mejor hablar de otras cosas …

-Yo también soy un profano, y tampoco tengo ni idea; he hecho una canción en la que explico mis contradicciones, por ejemplo la de “El Negacionista”, y también las contradicciones que veo en el discurso oficial , pero no tengo ni puta idea de lo que está pasando, de verdad.

-¿Cómo estáis viviendo la recuperación de la música? Han vuelto algunos festivales, pero con el aumento de contagios existe otra vez el temor a las restricciones.

-Sí, eso parece, que se va a restringir bastante el acceso a una vida social normal. Y creo que eso va a durar, que va para largo.

-¿Cómo se plantea este concierto en La Mar de Músicas? ¿Es un concierto mixto o exclusivamente de Fuerza Nueva?

-Es un concierto de Fuerza Nueva, el proyecto que hemos iniciado con El Niño de Elche, y en general estamos tocando básicamente el disco, viendo las reacciones de la gente.