Un canto a la libertad y a hacer lo que a una le dé la gana, eso es 'Salir del ropero', cuentan a Efe Verónica Forqué e Ingrid García Jonsson, abuela y nieta en esta comedia de enredo que se estrena el próximo viernes y que han dedicado a la memoria de su tercera protagonista, Rosa María Sardá.

Con un tono ligero y amable, la película, ópera prima de Ángeles Reiné, aborda las complejas relaciones entre los miembros de una familia que se reúne ante la insólita noticia de la boda gay de la abuela y lanza una llamada a ignorar el qué dirán, todo un reto en la era de las redes sociales.

"Yo me he borrado todas las aplicaciones del móvil", confiesa García Jonsson nada más empezar la entrevista. "Me las bajo si tengo que subir algo y luego las quito, todo el 'feedback' de lo que piensa la gente de mi o de las cosas me lo he quitado de mi vida, me estaba obsesionando", asegura, "y lo otro lo soluciono con terapia".

"Viva la terapia", le jalea Verónica Forqué, "yo soy muy de drogas y muy de terapia; dame una pastilla, me la tomo, pero dame terapia", sostiene la actriz con más premios Goya en su estantería, junto a Carmen Maura, cuatro cada una.

La protagonista de 'Kika', 'Bajarse al moro' o 'La vida alegre' asegura que a mucha gente aún le cuesta pensar en dos mujeres mayores besándose y que ella misma tuvo reparos cuando leyó en el guión que debía darse "un pico" con Sardá.

"Le dije a Ángeles 'me encanta el guion y todo pero ¿nos tenemos de verdad que besar la Rosi y yo?', y ella, 'mujer, solo un piquito'; al final nos damos varios y le cogimos el gusto, ella con esos labios operados que me tenía", evoca cariñosamente.

El recuerdo de Sardá, fallecida en junio pasado a los 78 años a consecuencia de un cáncer, impregna toda la entrevista. A Forqué le gusta imitarla. "Ahora me ha dado por imitarla, ayer durante todo el ensayo, así la tengo en mi corazón", dice.

Para García Jonsson, a sus 28 años, trabajar con dos reinas de la comedia como son Forqué y Sardá, ha sido el motivo principal de hacer esta película.

"Vero es mi actriz favorita y Rosa también, ha sido un aprendizaje continuo, no solo de la profesión sino de afrontar la vida como actriz, porque ellas han hecho muchas películas y eso da mucha tranquilidad", explica la intérprete, mitad sueca mitad andaluza, que en breve estrenará también el musical "Explota, explota", dedicado a Raffaella Carrá.

David Verdaguer, Candela Peña, Mónica López, Álex O'Dogherty y Pol Monen también forman parte de esta peculiar familia inspirada en gran parte en la de la propia directora.

"Hay muchas cosas que guardan similitud con lo que yo he vivido de pequeña", desvela Reiné, "pero el guion también surge de una necesidad de contar algo sobre el diferente, en este caso a nivel sexual y en la edad de oro, nunca es tarde para encontrar el amor, para cambiar tu vida y decidir llevarla por un lado u otro".

El caso de Reiné es peculiar. Estudió cine en Londres a comienzos de los 90 con tres hijos pequeños, pero durante años se dedicó a la publicidad y no ha debutado en el cine hasta que sus descendientes se han independizado.

"Le he dedicado tiempo a mis hijos porque era lo que quería; debuté en la ficción con (la serie) 'Doctor Mateo' cuando estaban casi criados y cuando volaron de casa ya me volqué en lo que siempre he querido que es contar historias".

La directora y guionista subraya que, aunque la película es una comedia con vocación comercial, toca temas de calado como el amor, la familia, conocerse a si mismo, la Iglesia y su postura ante la homosexualidad o cómo afecta la prensa rosa a la vida de las personas. "Pero lo toca desde un lado divertido", precisa.