El Chojin pone la banda sonora a la película de terror Malasaña 32, que llega a los cines este viernes 17 de enero. Un filme en el que el terror no sólo está en los fantasmas, sino también en los problemas de los "migrantes" entre el campo y la gran ciudad, como explica el rapero, que recuerda que la problemática aún "sigue ocurriendo".

En palabras del rapero, entrevistado por CulturaOcio.com, la película narra "la historia de personas" que tienen el miedo de "ser excluidos" o "no encajar": "Cuando llegas a la ciudad desde un pueblo en busca de tu sueño, habiendo apostado todo en ese movimiento y te encuentras con la hostilidad que hay en la ciudad, con que te señalan con el dedo, con que no te entienden, con que, realmente, no te quieren allí... Eso provoca una situación muy desagradable, y es algo que no ha dejado de ocurrir nunca".

La cinta, ambientada en los años setenta, narra la historia de una familia que llega a Madrid con esperanzas renovadas desde su pueblo, pero encontrará en su nuevo piso, situado en la icónica calle Manuela Malasaña -pero, en el número 32 que, como recuerda la propia canción de El Chojin, "no existe"-, una auténtica pesadilla. Comenzará entonces una lucha contra lo sobrenatural en la que tendrán que enfrentarse, también, al rechazo de la gran ciudad.

La historia de Malasaña 32 recuerda al rapero a su propia experiencia familiar y su llegada a la capital en los años 70. "En aquella época, mi madre llegó de su pueblo de Extremadura a la ciudad. Es una historia que he escuchado en primera persona. Mi padre también llegó a Madrid desde bastante más lejos y se encontró con ese tipo de situaciones", señala.

"El infierno completo"

De hecho, según recuerda, es algo que "actualmente, sigue ocurriendo". "Quizá no tanto dentro de un país, porque ahora quien se mueve, a quien señalan como extranjero o migrante viene directamente de otro país", matiza. De ahí que el rapero utilizara ese tema "fundamental" sin que "nadie dijera nada" para escribir la canción Créeme, que interpreta junto a Nita.

"Quizá lo peor que te puede pasar como persona es que tu gente no te escuche, porque puedes darte cuenta de que la gente de fuera no vaya a perder tiempo en escucharte, pero que no lo haga tu familia, ese es el mayor de los infiernos. Todo está bien si vuelves a casa y todo está bien, pero cuando piensas que la persona que tienes alrededor no te va a escuchar, ahí tienes el infierno completo", sentencia.