Han vendido su historia como la precuela de Sherlock Holmes pero José Carlos Somoza (La Habana, 1959) se aleja de todo eso. Este psiquiatra retirado al mundo de las letras saca nueva novela, 'Estudio en negro', donde habla de la enfermedad mental y el misterio. Tras 16 manuscritos que le han convertido en todo un referente en el mundo del 'thriller', Somoza vuelve con la historia del Señor X para convertirla en trilogía antes de matarse a sí mismo. Sí. Porque uno de sus retos es poder hacer un libro de suspense con él mismo como protagonista.

- ¿Lanzarse a imaginar los inicios de Holmes no era algo osado?

- Sí, pero yo no pretendía contar los inicios, sino hacer una fantasía sobre el personaje y quería alejarlo de Sherlock Holmes. Quería crear un personaje que no fuera Sherlock Holmes. ¿Por qué nos sentimos todos tan dueños de ese personaje? Es un misterio curioso que tendría que resolver el propio Holmes. Hay un montón de autores que han hablado de él, han puesto casos misteriosos que reflejan cómo debería razonar él.

Yo no quería apropiarme de Holmes, quería dejarlo aparte, y lo que hago en 'Estudio en negro' es contar la historia de un pobre enfermo mental, llamado Señor X porque la familia lo ha denigrado, y ese personaje que vive en una residencia mental, es atendido por una enfermera, que es la única que lo aguanta, la narradora, la única que lo comprende y un tercer personaje que no es, ni más ni menos, que un doctor, Arthur Conan Doyle, que viene a la residencia a tratarlo y que se queda prendado de su capacidad para averiguar cosas. Yo especulo en la novela con la posiblidad de que Doyle se viera inspirado en este personaje para crear a Holmes y no hago un pastiche. No trato con el personaje, trato con alguien que pudo ser un símbolo para el creador.

-¿De dónde nace toda esta idea?

- Quería crear algo sobre Holmes pero no quería hacer nada que se refieriese a él en concreto porque había leído mucho de él. Quería tener libertad para poder matarlo, si quería, o hacer cualquier cosa con él. El Señor X me dio esa libertad y lo agradezo. Y luego nació la narradora, Anne McCarey, y ya me cautivó casi tanto o más que él. Es una mujer uqe ha pasado por mucho, ha sido maltratada, tiene muy baja autoestima, se siente poco atractiva en un mundo muy machista como el de la sociedad vitoriana, y ella trata de tener una personalidad y liberarse, algo a lo que ayudará el Señor X.

- Llegados a este punto, con 16 novelas... ¿cuál es la clave del misterio?

- El misterio de escribir tanto está en que te guste escribir (risas). Te gusta hacer una cosa y te introduces en ello y no miras nada, vas a eso.

- ¿Y la clave de escribir sobre misterio?

- Creo que el misterio es lo más realista que se pueda concebir. Vivimos en una sociedad misteriosa en la que no sabemos lo que va a pasar dentro de cinco minutos, los planes de futuro se nos destruyen, el pasado tampoco lo comprendemos muy bien... estamos rodeados de misterio y el 'thriller' es el género más realista de todos.

- ¿Cuál es el mayor misterio de la actualidad española?

- Hay muchos. Ahora mismo el mayor misterio es qué va a ocurrir. El misterio de España es el de una novela de suspense, no sabemos lo que va a pasar dentro de poco, ni dentro de muchos años y ojalá tuviéramos una bola del futuro. Pero como ocurre con el lector de novelas de suspense, eso también nos hace leer, es decir, nos hace vivir. El misterio del futuro de España y quién es el asesino final.

-¿Quién crees tú que es el asesino final?

- (Risas) Lo tengo claro, el asesino final es siempre la vida. La vida es la que termina con la vida, no hay nada contra ella, es la que tiene un límite. El asesino es la propia vida y eso es una cosa muy interesante porque te da una sorpresa. Piensas que la muerte es el asesino pero es una ficción. La muerte no existe, existe la vida, la de todo. La de los seres humanos, los minerales, la de los planetas y galaxias... todo tiene un límite. El asesino no es la muerte.

Cómo no escribir

- ¿Tus estudios de psiquiatría te han servido para tus novelas?

- Antes diría que no, pero de un tiempo a esta parte sí. Mis estudios me han hecho comprender cosas y sobre todo sentirme familiarizado con ellas y poder, de alguna manera, hablar con tranquilidad sin necesidad de influencias externas. He conocido pacientes mucho más interesantes que las llamadas personas normales. Eso me ha servido para escribir sobre el Señor X, porque la llamada normalidad, como dice la enfermera en la novela, no es una medalla. A veces hablamos de ella como si fuese un logro. La normalidad es una estado de las cosas que nosotros apreciamos pero hay otros estados igualmente válidos o más.

"He pensado en escribir algo sobre mi y de no ficción. Tengo muchos cabos sueltos. Soy un misterio para mí mismo"

- Quiénes están más locos, ¿los locos o los cuerdos?

- A mí me gusta mucho esto de que la mayor parte de los locos y cuerdos tienen espacios reservados. Antes estaba todo más claro. Los locos estaban de una lado del muro, del manicomio, y los cuerdos del otro. Hoy en día ya todo está desdibujado y el loco puede estar en cualquier parte, y eso nos inquieta, porque no nos sentimos bien delante de personas que se conducen distintas de nosotros.

Cuando se estudia Psiquiatría se aprende que la conducta tiene que tener un contexto. El problema de la conducta es que no se puede juzgar aisladamente, porque sino estaríamos todos locos. El problema de la locura es juzgar el contexto, y para los locos el context es apropiado, están dentro de su contexto y están bien. Esta es una de las comprensiones a las que hemos llegado en este siglo, por eso los psiquiátricos se han vuelto borrosos. Las personas que están dentro no se diferencian tanto de las de dentro.

- ¿No has pensado en dar una vuelta de tuerca y cambiar de género?

- He pensado en escribir algo sobre mi y de no ficción. Tengo muchos cabos sueltos. Soy cubano pero no lo soy; me llamo José Carlos pero me llaman Juan Carlos; me dicen que soy psiquiatra pero no lo soy desde hace 25 años... soy un misterio para mí mismo. Me gustaria escribir un 'thriller' sobre José Carlos Somoza. Algún día lo haré.

- ¿Te matarás a ti mismo?

- No me hará falta, como me voy a morir, pienso en que todo consiste en dejarse ir. Al tiempoque obre su efecto.

- ¿En qué has cambiado desde tu primera novela?

- La gran diferencia entre las primeras novelas de un escritor y las últimas, después de que llevas muchos años, es que ya sabes cómo no escribir. Lo que aprendemos con la experiencia es a no hacer las cosas peor o mal. Ese es el camino. Yo lo he aprendido, me siento libre para escribir porque, aunque no sé si lo estoy haciendo bien, sé que no lo estoy haciendo mal.

- Si tuvieras que definir al Señor X en tres palabras...

- Es egocéntrico, perceptivo y enigmático -de ahí la x, la incógnita de la novela-.

- Si tienes que sacar una frase de la novela...

- El Señor X le dice a Doyle: "Parece que es médico y quiere ser escritor, y entre las dos profesiones yo le animaría a la segunda porque, como médico va a ayudar a mucha gente, pero como escritor la va a hacer feliz, y nada nos importa más que la felicidad".