En la historia de la humanidad siempre ha habido libros prohibidos, obras que han sido censuradas por las autoridades, por diferentes motivos, con el objetivo de que su mensaje no llegara a la población.

Tampoco los cómics se han librado de la lupa censuradora. Aunque este género literario tiene millones de adeptos, otros lo consideran un hermano menor de la literatura. Pero, precisamente, porque una imagen vale más que mil palabras, el mensaje que esconde un tebeo es mucho más contundente y gráfico que el de una novela y por ello, muchas historietas o parte de ellas fueron prohibidas a los lectores.

Así, nos encontramos que libros tan aparentemente inocentes como 'Tintín en el Congo' tenían detractores con potentes argumentos en su contra.

La escritora y bibliotecaria catalana Montse Vile Gutarra confeccionó un listado en 2016 para la Fira del Llibre Prohibit (celebrado en Llagostera) en el que incluía una serie de cómics prohibidos a lo largo de la historia. Estos son algunos de ellos.

Astérix en Hispania (Goscinny & Uderzo), España

La censura de la dictadura alteró los diálogos en los que se hacían chistes y mofas sobre los españoles. Incluso se cambiaron los colores de los uniformes romanos que resultaban golpeados, para que estuviesen vestidos de rojo. En las reediciones posteriores, ya en democracia, se siguieron manteniendo las alteraciones, tanto de diálogo como de colores, unos años más.

El Capitán Trueno (Mora & Ambrós), España

Los censores y editores de la dictadura franquista mutilaban los tebeos para eliminar muestras de violencia y desafíos a la autoridad, además del humor propio de estas historietas.

Debido a las ideas socialistas de Víctor Mora, autor del cómic, el régimen de Franco llegó incluso a meter en prisión al barcelonés, pero no fue el único en sufrir las consecuencias de la represión: las historias que creó se vendían en los quioscos mutiladas por los censores.

13 Rue del Percebe (Francisco Ibáñez), España

Tal como explica el periodista Vicent Sanchis en su libro, 'Tebeos mutilados' (Ediciones B), el casero de '13 Rue del Percebe' de Francisco Ibáñez era una especie de Doctor Frankenstein con monstruo propio. "Sólo Dios puede dar vida", dictaminó el censor y el creador de Mortadelo y Filemón tuvo que agachar la cerviz e inventar una excusa ridícula para que el casero con aspiraciones divinas hiciera mutis por el foro, abandonara la historieta y lo reemplazara un simple sastrecillo.

La anécdota ilustra hasta qué extremo llegó la censura franquista con el tebeo, un producto que cualquiera consideraría inocuo pero que desveló al régimen.

Esther y su mundo (Douglas & Campos), España

Con el fin de rebajar el contenido sensual y los diálogos entre sus personajes, algunas viñetas se redibujaron y se cambiaron los textos.

La dibujante del cómic, la barcelonesa Purita Campos explica en una entrevista en Jot Down: "Sí, bueno, alguna cosa tuve que retocar. Me decían que Esther iba muy escotada, que si la faldita era muy corta...".

La Familia Cebolleta (Vázquez), España

La familia Cebolleta también tuvo que someterse a la lupa de la moral católica de la época. Cualquier publicación infantil y juvenil debía pasar por la censura de la Dirección general de Prensa. La ácida perspectiva familiar de Vázquez y su agria visión de la explotación laboral, desaparecieron poco a poco de las páginas de sus historietas.

La censura franquista acabó con la hija guapa y los diferentes novios que paseaba por las viñetas.

Blueberry: El Caballo de Hierro / el Hombre del Puño de Acero (Charlier & Giraud), España

Todas las escenas en las que salían muertos fueron recortadas en la primera edición española con el objetivo de no herir sensibilidades.

El Eternauta (Oesterheld & Solano López), Argentina

El Eternauta, de H. G. Oesterheld y F. Solano López, publicado originalmente entre 1957 y 1959 en entregas semanales, es el cómic argentino más importante de la historia del país.

Un tebeo que ha sido reeditado múltiples veces, y cuyo protagonista se ha convertido en un símbolo de lucha y resistencia ante las dictaduras como la militar argentina durante la que Oesterheld y sus cuatro hijas desaparecieron.

Los pitufos negros (Delporte & Peyo), EEUU

En la edición americana, estos personajes se volvieron morados ya que consideraban que el original era racista.

Bone (Jeff Smith), EEUU

Se trata de una de las obras más prohibidas durante los últimos años en las escuelas e institutos norteamericanos, por voluntad de los padres de los alumnos por su punto de vista político y porque se considera racista y violenta. "La cuestión es que están tratando de quitar la capacidad de otra persona para elegir lo que quieren leer, y no puedes hacer eso", afirma el autor, Jeff Smith, en una entrevista a 'The guardian'.

Cibercafé a la deriva (Shuzo Oshimi), Tokio

Debido a su alto "contenido sexual extremo" la venta del cómic se prohibió en Tokio en 2011.

Los mejores libros infantiles ilustrados

Una manera de acercar a los niños a la literatura garantizando además su disfrute son los álbumes ilustrados. Les apasionan y les ayudan a familiarizarse con los libros, lo que seguro será muy importante en su desarrollo.

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