El escritor y periodista Vicente Verdú, ha fallecido hoy en Madrid a los 75 años víctima de una larga enfermedad.

Verdú, nacido en 1942 en Elche, fue además de escritor, periodista y pintor. Precisamente, a principios de este año publicaba su última obra, casualmente el poemario 'La muerte, el amor y la menta', donde ofrece su particular diagnóstico sobre el final de la vida y sobre los surcos en la memoria que han ido dejando diferentes relaciones afectivas.

Según se recoge en el portal elche.me, la memoria digital de Elche que recoge la Universidad Miguel Hernández, Vicente Verdú se doctoró en Ciencias Sociales por la Universidad de la Sorbona y fue miembro de la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard.

Escribía regularmente en el 'El País', diario en el que ocupó los puestos de jefe de Opinión y jefe de Cultura. Obtuvo los premios nacionales de periodismo, como el González Ruano (1997), Miguel Delibes (1997) y el Julio Camba. Fue también premio de ensayo Anagrama (1996) y Espasa (1998). En 2006, en Francia, obtuvo el Grand Prix du Livre des Dirigeants por Le style du monde (Stock). Una de sus primeras exposiciones como pintor, "La alegria del color" fue presentada en 2011 en el Centro de Congresos de Elche.

Verdú es autor de una veintena de libros, entre ellos 'El planeta americano', premio Anagrama de Ensayo en 1997. Fue Premio González Ruano de Periodismo y Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes.

En los últimos años, el escritor estaba más dedicaDO a la poesía y a la pintura.

"Puedo morir en paz porque he entregado lo que he podido", declaraba Verdú, el pasado mes de febrero en una entrevista con Efe por la presentación de su segundo libro de poemas 'La muerte, el amor y la menta', un volumen que nació, según sus palabras, de una "absoluta sinceridad" y libertad creativa.

Publicado por Bartleby, el libro resume su mirada sobre el final de la vida y su particular despedida, pero en él también se cruzaban sus preocupaciones constantes: el amor, la memoria, la filosofía o la muerte.

"Enfrentarse al disparo de todos los demás"

Verdú describió la publicación de su poemario como "enfrentarse al disparo de todos los demás y pensar que tienes un pecho de acero para no morir en el intento", en alusión a la vulnerabilidad que sentía y a la fuerza "narcisista" que le empujaba a escribir.

Además, el autor relacionó la escritura de un poema con la creación de un cuadro, una actividad a la que también ha dedicado gran parte de su tiempo, entregado a una pintura cargada de color y donde las formas y las manchas eran protagonistas.

Verdú aseguró entonces que la escritura era "su principal motor", junto al periodismo, profesión que desempeñó escribiendo en el diario El País.

"Acercarse a la muerte pendiente del juicio de los demás me parece repugnante. Uno escribe, pinta o canta porque necesita hacerlo de forma sincera y así es como está hecho este libro".

En la última entrada en su blog El Boomerang(g), que es de ayer, 20 de agosto, a las 10.00 horas, Vicente Verdú ha dejado una imagen de uno de sus cuadros, con cartones y tintas, y con pinturas de formas, como rectángulos, líneas y escaleras en tonos azules, verdes y rojos.