Tras un año calificado por Rubén Olmo de "muy completo" al bailarín y coreógrafo sevillano le ha llegado el Premio Nacional de Danza en la categoría de Intérprete, un galardón que le otorga el "sí" de sus compañeros de profesión.

"Tengo la sensación de que me faltaba el empuje para seguir un poco más allá, y ese momento llega cuando la profesión te da ese sí. Hace apenas media hora que se ha sabido y toda la gente se ha volcado, todos los compañeros están conmigo", ha contado a Efe Olmo aún con el "nudo en la garganta" por la emoción de haber sido galardonado con este premio dotado con 30.000 euros.

El jurado del premio concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha destacado de Olmo (Sevilla, 1980) su "dominio en la interpretación de todos los estilos de la danza española y su versatilidad de registros".

Pero además, ha ensalzado su "identidad como intérprete" y "la constancia de su dilatada trayectoria".

Unas palabras que han llegado a Olmo mientras estaba trabajando con sus nuevos alumnos del CAD (Centro Andaluz de Danza) de Sevilla: "Ha sido una emoción grandísima cuando he recibido la llamada y me lo han dicho estaba tan emocionado que le he colgado el teléfono al señor que me lo estaba diciendo".

"Para los bailarines, que no tenemos muchas plataformas, el premio nacional es como un reconocimiento a tu carrera, porque no es un premio basado en un trabajo, como es el premio MAX, sino es un premio de trayectoria, que te lo otorga la profesión", ha añadido.

En este sentido, Olmo ha confesado que saberse con este reconocimiento le da "fuerza y energía para seguir luchando por todos esto que es pasión".