Envuelto en el aroma de los argumentos de las novelas de los diez finalistas del LXIV Premio Planeta, el potente grupo editorial y mediático volvió a mentar la bicha: "Si Cataluña fuese independiente Planeta tendría que irse a Madrid".

En una presentación marcada por el recuerdo de José Manuel Lara Bosch, fallecido el pasado enero de 2015, una nueva edición del galardón se apoderó este miércoles del bello recinto modernista Sant Pau de Barcelona como aperitivo de fallo de esta noche dotado con 601.000 euros, y lo hizo con la ausencia del autor de la mayor expansión del grupo y con el estreno de su hijo José Manuel Lara García-Piriz en las lides de este ritual de las letras españolas.

Aún con la estela de la guerra de las banderas en los balcones de la Ciudad Condal, el 'hereu' García-Piriz, sin que mediasen preguntas de los periodistas, remitió a la frase lapidaria que pronunció su progenitor en 2012: desmantelamiento de Planeta si prospera el plan de Artur Mas.

Pero la multitudinaria rueda de prensa, que bordeaba ya la merienda sin aún servirse el almuerzo, quería más madera, y desde la zona más alta de la sala -una especie de altillo para coros- una voz reclamó más concreción: ¿Ha cambiado la posición desde 2012? "Mi padre fue muy claro en este tema, y seguimos exactamente igual". Josep Creuheras, presidente de Planeta, remachó: "Voluntad inequívoca". Así de rotunda acabó, en lo que se refiere a la parte candente, la presentación por los jurados Alberto Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regás y Emili Rosales.