Ahora ya sí que no hay escapatoria para la Navidad, época fugaz de bonitos deseos y buenas intenciones. Es momento de jugar en la nieve (quien la encuentre), compartir tiempo con los seres queridos (queridos o no) y disfrutar invirtiendo dinero en obsequios que con suerte gustarán al menos un poquito.

Es momento también de dejarse llevar por la cursilería sin temor a caer en el más estrepitoso sonrojo. No queda otra, por tanto, que arrojarse a melodías melancólicas y deliberadamente emotivas. Y si podemos contar con un videoclip a la altura de tan maléfico plan, mejor que mejor. Así las cosas, a continuación recopilamos una decena de piezas audiovisuales que turban y alteran profundamente.

Mariah Carey

Pocas cosas hay más melosas, edulcoradas y almibaradas que Mariah Carey vestida de Papá Noel cantando All I want for Christmas is you, jugando en la nieve, abriendo regalos ante una hoguera y sonriendo sin parar hasta el dolor de mandíbula. Pero el caso es que se contagia poco a poco.

John Travolta y Olivia Newton John

Esto sería algo así como el presente de los protagonistas de Grease, taitaños años después, con una vida perfecta y, efectivamente, desbordante de brillantina y botox. El mensaje final es que en Navidad todos volvemos a casa (incluso las tropas estadounidenses, en una escena cuanto menos inquietante) y eso nos llena de felicidad.

Wham

Un George Michael con mechas rubias lidera a una tropa de amigos que se reúne en Navidad en plena montaña para hacer lo normal, esto es, esquiar, tirarse bolas de nieve, cenar opíparamente e intercambiar regalitos. Todo excelentemente cursi. Pero hay un trasfondo agridulce en todo esto porque el amor es así, pero es que en Navidad no todo necesariamente es felicidad, por mucho que trate de aparentarse.

Luis Miguel

Parece un anuncio de cava, pero es un videoclip musical reluciente en el que el cantante Luis Miguel ejerce de maestro de ceremonias al frente de una big band que reinterpreta en clave de swing el clásico Santa Claus is Coming to Town. En la cena de gala no faltan los trajes elegantes, las bailarinas vestidas de rojo y blanco y la resplandeciente dentadura del pulcro ídolo mexicano. Una Navidad de purito postureo.

Paul McCartney

Wonderful Christmas Time puede perfectamente ser de lo peor de Paul McCartney. Y el videoclip no ayuda a mejorarlo. Rodado seguramente en media hora, vemos a gente brindando, intercambiando regalos y cantando. También hay otros muchos que parecen claramente desubicados. Al final no es más que una rareza que nos viene de perlas para finiquitar esta decena de despropósitos.