Barcelona, Efe

Unos 200 aficionados a los toros que asistieron a la corrida de ayer por la tarde en La Monumental sacaron a hombros de la plaza al torero catalán Serafín Marín y a «El Cid» y luego se han manifestado por Barcelona portando a hombros al primero en protesta por la prohibición de las corridas de toros.

Escoltados por varias dotaciones de los Mossos d'Esquadra, los aficionados ocuparon el carril central de la Gran Vía y, tras cruzar la plaza de Les Glòries, continuaron por la avenida Diagonal hasta llevarle a un hotel situado en la zona de Diagonal Mar. Lo mismo sucedió el sábado con el torero Morante de la Puebla, que fue llevado a hombros hasta su hotel por cientos de personas al acabar la corrida en La Monumental.

Durante la manifestación improvisada, los aficionados a las corridas de toros han coreado consignas como «Libertad» o «toreros al poder», y algunos de ellos llevaban pancartas con lemas como «Llibertat per a la nostra cultura» (Libertad para nuestra cultura).

Al acabar la corrida, un grupo de personas ha cogido en hombros a Serafín Marín, a El Cid, y a los políticos Albert Rivera (Ciutadans) y Rafael Luna (PPC), aunque a estos últimos sólo por unos minutos.

Los aficionados portaron al «El Cid» hasta el exterior de la plaza y luego, con Marín en hombros, protagonizaron esta manifestación improvisada hasta su hotel.

La presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, también acudió a la corrida en La Monumental, organizada para defender el derecho de los catalanes a presenciar corridas de toros, un espectáculo que se prohibirá a partir del 1 de enero de 2012.

En cuanto al festejo, el diestro Serafín Marín indultó un toro de la ganadería de Jandilla, en el cierre de la feria de Merced y de la temporada en Barcelona, y salió a hombros junto a Manuel Jesús «El Cid», que cuajó un faenón de dos orejas. Marín se hizo notar con un vibrante recibo a la verónica, ganando terreno hasta rematar con una media en el centro del ruedo. El toro acudió de largo en los dos encuentros con el caballo, y con la muleta no cesó de embestir, con mucha bravura y calidad.

En su anterior toro, que Marín brindó a la presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, hubo también buenos lances a la verónica, con remate de dos medias muy artísticas. En la muleta, el animal «se rajó» enseguida y Marín, a base de tesón y arrestos, consiguió robarle muletazos por el lado derecho de buen aire.