El Rey animó ayer a valorar y seguir el ejemplo de consenso sembrado hace 200 años por las Cortes de Cádiz para continuar la construcción de «una España moderna, unida, diversa y solidaria, en torno a una Constitución de todos y para todos».

Don Juan Carlos y Doña Sofía presidieron ayer la solemne sesión parlamentaria institucional conmemorativa del bicentenario de las Cortes Generales de 1810, celebrada en el Real Teatro de las Cortes de la localidad gaditana de San Fernando, con la participación de los presidentes del Congreso, José Bono, y el Senado, Javier Rojo, entre otros representantes de las altas instituciones del Estado.

En la clausura de la ceremonia, acto central de una jornada de celebraciones seguida desde primera hora con expectación en la calle por los vecinos de San Fernando, el Rey subrayó que el espíritu de la «semilla de libertad» nacida en esta ciudad hace 200 años inspiró a los padres de la actual Constitución, que proporciona a España «el más largo periodo de estabilidad y prosperidad en libertad».

Tras recordar que los diputados reunidos en la Isla de León el 24 de septiembre de 1810 adoptaron por vez primera reglas esenciales para «luchar contra la amenaza y la opresión» y empezar a edificar una nación «justa y solidaria», el jefe del Estado destacó la importancia de la Constitución de Cádiz como referente «permanente» para el progreso de España «en democracia y libertad».

En un escenario que mostraba una edición facsímil de la Constitución de 1812, los presidentes del Congreso y del Senado también valoraron la influencia del espíritu de 1810 en la actual Democracia y elogiaron la contribución del Rey a la consolidación de la libertad en España. Bono afirmó que el Rey hizo más por España y por la Monarquía que todos sus antepasados juntos y le garantizó que los españoles le quieren, pese a que algunos nostálgicos de la dictadura no le perdonen que se pusiera al lado del pueblo.

Un grito de «¡Viva el Rey!, surgido de las butacas del público y seguido por todos los invitados al acto, entre largos aplausos, subrayó estas palabras del presidente del Congreso, quien criticó a quienes «torpemente» llaman a España «el Estado» y animó a impedir que en España nazca un español «que tenga más derechos que otros».

Por su parte, Rojo recordó que en 1810 España demostró que es «cuna de acción y de pensamiento» y que «la simbología» de aquellas Cortes reunidas en San Fernando, que derribaron «los pilares del antiguo régimen» y supusieron «la entrada en la modernidad», marcó la Constitución de 1978.