Los abusos de menores y la memoria borrada, en la española 'Elisa K', y los problemas de convivencia agravados en la época navideña de 'Home for Christmas' ('A casa por Navidad') protagonizaron este martes una jornada de transición en la competición oficial del Festival de San Sebastián.

Dos películas intensas en las que los colores o la ausencia de ellos y la luz o su falta juegan un papel importante y que fueron bien recibidas por el público del certamen, aunque tuvieron una desigual acogida por parte de la prensa.

Por un lado, 'Elisa K', dirigida por los catalanes Judith Colell y Jordi Cadena, presenta un planteamiento estético y narrativo radical en su primera parte para contar la historia de una niña, Elisa, que es violada por un amigo de su padre cuando tiene 11 años y borra todo recuerdo de su memoria durante 14 años.

Una historia dividida en dos partes totalmente diferenciadas en estilos -dirigida cada una por uno de los dos co-realizadores-.

La primera de ellas, rodada enteramente en blanco y negro, narrada con una potente voz en off y que cuenta la época en la que se produce la violación, tiene una gran fuerza visual.

Frente a una segunda en la que se mezcla el blanco y negro y el color, en la que desaparece el narrador y que tiene un planteamiento más convencional que hace que el ritmo narrativo decaiga.

Una elección estética para la primera mitad que los directores tuvieron muy clara desde el principio, a pesar del riesgo que asumían. Pero decidieron hacerlo así para potenciar una frase del relato en el que se basa el filme y que era tan impactante que querían mantener, según explicaron hoy a Efe Colell y Cadena.

Frase que, en off, anticipa la violación de la niña y su posterior olvido y alrededor de la cual gira toda esa primera parte.

"No quería flashback", que Elisa recordara de adulta todo el proceso de olvido y recuperación de la memoria, explica Cadena, y de ahí la elección de un narrador, que no está en la segunda parte, que es en la que la ya joven, de repente, se acuerda de lo que pasó.

Protagonizada por Claudia Pons como la Elisa niña y Aina Clotet como la adulta, 'Elisa K' no es una película de denuncia de los abusos de menores.

Aunque- precisó Colell- "es una situación que nos horroriza y creemos que los cineastas nos tenemos que acercar a este tema desde todos los lados", para "plantarle cara" y "no pasar por encima de puntillas".

Los directores han querido analizar en 'Elisa K' la cuestión de la memoria. "No se nos pasó en ningún momento por la cabeza ahondar en la morbosidad de una violación", que no aparece en pantalla en ningún momento.

Una película muy diferente a la segunda en competición en San Sebastián, 'Home for Christmas' ('A casa por Navidad'), un compendio de historias cortas que suceden en ese período de finales de año, y en las que la luz, la escasa luz noruega en esa época, es un elemento importante para su desarrollo.

Bent Hamer ('Kitchen stories', 2003), se mueve con soltura en una pequeña maraña de historias cotidianas y no tanto, con personajes que parecen transformarse para bien o para mal con la llegada de la Navidad.

Parejas que se unen, otras que se rompen, emigrantes que buscan un futuro mejor, un padre separado de sus hijos o una Navidad en plena guerra de Kosovo componen una narración con la que el director ha querido mostrar que son las decisiones que tomamos o que dejamos de tomar "las que hacen de ti lo que llegas a ser".

Hamer explicó a Efe tras la presentación que el hecho de que la historia se desarrolle en Navidad es una mera anécdota, aunque al mismo tiempo es un buen momento para enseñar los problemas a los que cada persona se enfrenta.

"En esa época todo se pone al límite", por lo que situar las historias en Navidad suponía tener "un escenario adecuado" sobre el que desarrollar un proyecto en el que lo importante es la lucha de los individuos, tanto con otros como consigo mismo.