El Consejo de Gobierno aprobó ayer al proyecto de Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición que prohibe la venta en el ámbito escolar de alimentos y bebidas que no cumplan con una unos criterios nutricionales mínimos, que se reglamentarán previamente y que excluirán chucherías, bollería industrial y refrescos para así evitar las tentaciones de los más pequeños.

No pondrán comercializarse «alimentos con un alto contenido en ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sal y azúcares sencillos».

Además, la Ley impide la publicidad de ese tipo de productos entre los alumnos de Secundaria para intentar reducir el consumo de alimentos no nutricionales.

Por primera vez se introducen en la legislación española aspectos relacionados con la promoción de hábitos saludables de alimentación, destacó ayer la la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, aspecto particularmente relevante teniendo en cuenta que, según la Encuesta Nacional de Salud, la mitad de la población adulta española tiene sobrepeso.

El 9,13 por ciento de los menores es obeso y el 18,48 por ciento tiene sobrepeso, así que uno de cada cuatro niños pesa más de la cuenta.