A cada testimonio, una confesión de la influencia de Miguel Delibes. Para el escritor zamorano Juan Manuel de Prada, el «maestro por excelencia, porque me ha acompañado desde la niñez, después en la juventud y ahora en la madurez». En el análisis, su figura se agiganta. El autor de «La Tempestad» sitúa al vallisoletano en la cúspide de la segunda mitad del siglo XX, porque «no ha habido un escritor con una capacidad para penetrar en el alma de los personajes de una humanidad palpitante, doliente, vivísima». Tampoco, a juicio de De Prada, ha habido un autor que haya «dilucidado mejor la esencia y el misterio del paisaje de Castilla» como Delibes, quien ha tenido la habilidad de construir «personajes perdurables, complejos, ricos, de carne y hueso», la mayor enseñanza para el escritor zamorano.

«Delibes va a ser un hito para siempre, su literatura es imperecedera, su hueco no lo llenará nadie, como ocurre con los grandes escritores, igual que ha pasado con Homero o con Dostoievski», analiza Juan Manuel de Prada, quien atribuye a Delibes la creación de «un mundo que ya forma parte de nuestro acervo», realidad que lo convierten en «único».

El escritor Luis García Jambrina remarca que la pérdida de Miguel Delibes «es enorme» por su faceta de «maestro literario y referente ético, que ejemplifica la quintaesencia del hombre castellano». El autor de «El manuscrito de piedra» asegura que el vallisoletano en sus escritos «ha manejado el castellano como nadie» y «ha despertado la afición por la lectura de mucha gente por la emoción de sus personajes». El profesor de la Universidad de Salamanca reconoce que Delibes «fue un impulsor del ecologismo». «Leyendo sus libros sientes su amor por la naturaleza y su sensibilidad con el mundo rural». Jambrina elogia el estilo de desaparecido. «Era sobrio como su modelo de vida, puesto que le importó poco la fama y los premios». El novelista zamorano estima que «una de sus mejores creaciones fue él mismo porque es un referente de buena gente, de buena persona».

Para el poeta Jesús Hilario Tundidor «es una figura capital en la narrativa española contemporánea». «Su personalidad, su lenguaje, su ética y su tratamiento narrativo es, a mi parecer, no sólo único en la literatura española, sino en la mejor literatura universal». «Es una pena que haya muerto con recibir el premio Nobel de Literatura», concluye.