Zamoranos por el mundo: los hijos del 75 regresan al pueblo para celebrar su medio siglo
Al salir de la escuela en 1989 la mayoría de los jóvenes emigró para buscarse la vida lejos, estudiando o trabajando en lugares como Madrid y País Vasco
Los últimos de la EGB se congregaron en Trabazos y en Tábara para disfrutar de un reencuentro con su mejor gastronomía

A la izquierda, los quintos y quintas de Trabazos y debajo en el reencuentro gastronómico. Y abajo a la derecha, la reunión en Tábara | CH. S.
La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba vivía en 1975 uno de los años más prolíficos en nacimientos ya camino de la temida despoblación fruto de un éxodo rural la mayoría de las veces más obligado por la necesidad de progresar que deseado, traería consigo el inevitable sorpaso de los funerales a los bautizos en las iglesias y en los pueblos, hasta convertirse los entierros en algo habitual y los bautismos en hechos poco menos que un sacramento al borde de la extinción.
Corrían tiempos de cambio (dictadura por Democracia) y entre los deseos y los objetivos de las familias, padres y madres, destacaba ya por aquel entonces la prioridad, no exenta de sacrificio, de, una vez terminada la EGB (Educación General Básica) en los pueblos, poder mandar a sus hijos a estudiar un oficio a la Universidad Laboral de Zamora, incluso a Cheste en Valencia se fueron algunos, o una carrera a la Universidad de Salamanca.
Hasta entonces los colegios privados como el Corazón de María u otros eran fuera del alcance de los agricultores y ganaderos, un lujo al que solo podían acudir los hijos de los más pudientes, como los de los emigrantes en Suiza, Francia y Alemania. "Era curioso que cuando llegaba un niño o niña de un pueblo y le preguntabas de donde eran ya sabias la respuesta porque siempre era la misma, sus padres tenían tienda en el pueblo o trabajaban en el extranjero" recuerda un profesor que sentencia: "los alistanos la verdad eran muy educados, respetuosos y listos", recuerdan.
Fue así como muchos de aquellos alistanos, tabareses y albarinos se convirtieron en errantes primero para estudiar, unos, y para trabajar, los otros, eso sí, no olvidándose nunca de la tierra que les vio nacer, regresando siempre que pueden a sus pueblos de origen. Muestra de ello estuvo el verano pasado con unos pueblos a rebosar con los "hijos pródigos" y sus descendientes.
Cuarenta y cuatro de aquellos alistanos, de 15 pueblos diferentes, han aprovechado su primer medio siglo de vida para reunirse y celebrarlo por todo lo alto con una cena de hermandad y convivencia que tenía lugar en el hostal restaurante "El Cruce" de Trabazos de Aliste donde disfrutaron de una inolvidable velada nocturna aderezada con la mejor gastronomía alistana.

Zamoranos por el mundo: los hijos del 75 regresan para celebrar su medio siglo
La villa de Alcañices fue quien contó con una mayor representación de la quintada de 1975: Eva, Javi, Yolanda Cerezal Gallego, Mari, Leire, Martina Carrión, Silvia, Carol, Carlos, Soraya, Angel de la Iglesia y Carlos (Chiquito). Valer de Aliste con seis fue el segundo pueblo con más representación: Manoli Martín Garrido, Jesús Calvo Gallego, Isidoro Garrido Baz, Mari Ángeles Calvo Gallego, Mariano Garrido Fernández y Juan Carlos Rivera Silva.
Allí estuvieron también José Victoriano y Jaime (Ceadea), Félix Martín y Toño (Tola), Maribel, Chus, David, Jesús y Zelia (San Vicente de la Cabeza), Belén, Rosa y Mari Jose (Bercianos), Ana (Grisuela), Balbina (Samir de los Caños), Jose (Domez de Alba), Domingo (Rábano), Carlos, Carlos Pérez Sanabria, Sergio y Pedro (Figueruela), Javi Manías (Alcorcillo), Carmen (Trabazos), Juan Carlos (Villarino tras la Sierra), Roberto Fuentes Gervas y Adolfo (Carbajales de Alba).

Zamoranos por el mundo: los hijos del 75 regresan para celebrar su medio siglo
En Tábara fue el bar restaurante "Las Cumbres" el que acogía la celebración de los quintos tabareses de 1975 con una suculenta y exquisita comida de homenaje a una generación de tabareses y tabaresas que a pesar de los caminos diferentes por los que les ha llevado la vida han sabido mantener vivo el hilo invisible que los unió, une y seguirá uniendo a su tierra.
Hasta 18 de aquellos niños y niñas de hace cinco décadas en la que también fue cuna del insigne poeta León Felipe Camino Galicia (junto a su monumento de la Plaza Mayor inmortalizaron la ocasión), se dieron cita en una tradición no escrita ya convertida en costumbre de reunir a quienes nacieron en un mismo año, allá donde estén es lo de menos, para volver a estrechar lazos y revivir las historias que el tiempo jamás ha borrado.
Vinieron ellos al mundo en 1975, un año clave en la historia de España, donde la muerte el 20 de noviembre de Francisco Franco abría las puertas de par en par a la transición hacia la Democracia. Fueron también ellos los últimos de la EGB (Educación General Básica).
Una quintada de Matrícula de Honor que cada uno a su manera ha sabido y logrado posicionarse en la vida con éxito no sin esfuerzo, sacrificios y trabajo: ingenieros, arquitectos, médicos, veterinarios, guardias civiles, policías, agentes de medio ambiente, periodistas, agricultores, ganaderos y empresarios convertidos, a mucha honra, en un ejemplo para Aliste, Tábara y Alba.
Algunos de ellos, como Roberto Fuentes Gervás es actualmente alcalde del Ayuntamiento de Carbajales de Alba, así como presidente de la Indicación Geográfica Protegida Ternera de Aliste o Yolanda Cerezal Gallego que es la Juez de Paz de Alcañices.
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