Los alistanos buscan la protección divina en la Virgen de la Salud

Centenares de devotos de "La Raya" desafían al calor y arropan en una multitudinaria procesión a la venerada imagen de la patrona de Aliste

Nuestra Señora la Virgen de la Salud, la gran señora de la frontera y patrona de la comarca de Aliste, ha congregado este miércoles bajo su manto y su protección divina a cientos de devotos de “La Raya”, donde los alistanos y las alistanas mantienen, en muchos de los casos desde el siglo XIII, como sus grandes protectoras a las místicas “Siete Hermanas” de España y Portugal.

Atrás quedan aquellos lejanos tiempos de la posguerra donde los hombres y mujeres de Aliste hacían un alto en las faenas veraniegas de la cosecha para acercarse a Alcañices al encuentro de la Virgen de la Salud, a rezarle, a tocar su manto y besar su reliquia contra todos los males, para regresar en las alforjas de la burra con las hoces para la siega de la cebada, centeno y trigo.

Los tiempos pasan y cambian, pero las costumbres y las tradiciones en torno a la Virgen de la Salud se mantienen vivas en su esencia más pura año tras año, dándose cita allí hombres y mujeres, niños, jóvenes y mayores de todos los pueblos alistanos, hijos y nietos que van tomando el relevo generacional, unos acompañando a sus padres y abuelos ya en la ancianidad para los que poder ver y mirar de frente a patrona de Aliste es un alivio eterno para la salud física y mental “pues ella nos acompaña siempre desde que nacemos hasta nuestro último viaje”, sentenciaba Francisco de 93 años con lágrimas en los ojos recordando a su mujer María ya fallecida “sesenta y seis años seguidos vinimos, de novios y de casados, hasta que falleció el año pasado”.

Otros, heredando el legado de sus ancestros, que en cada familia y casa alistana nunca falta una estampa o un rosario de la Virgen de la Salud o una misa de acción de gracias. La gran señora de "La Raya" nunca caminó ni caminará sola, porque allí estarán siempre sus protegidos, porque como siempre decían nuestras abuelas “la salud es lo primero”.

El Santuario Mariano Diocesano de Nuestra Señora la Virgen de la Salud, construido por los monjes de la Orden Tercera de San Francisco hacia 1542 con el apoyo de los primeros Marqueses de Alcañices, Francisco Enríquez de Almansa e Isabel de Ulloa, en pleno “Camino Portugués” hacia Compostela, se ha convertido este miércoles, como cada día 2 de julio, en el alma y el corazón de una devoción mariana que no necesita renacer, porque nunca ha muerto ni morirá.

Momento álgido con una misa de acción de gracias donde el templo más grande del Arciprestazgo de Aliste y Alba se quedaba pequeño para que todos los que lo hubieran deseado pudieran participar en la eucaristía oficiada por el siempre humilde y querido Teo Nieto Vicente, junto a otros párrocos alistanos Pablo Cisneros Cisneros y Héctor Galán Calvo.

Autoridades

Los actos contaron con la presencia de numerosas autoridades, entre ellas el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez Domínguez; el diputado de Cultura Víctor López de la Parte; la alcaldesa de Miranda do Douro, Helena Barril, el subdelegado del Gobierno Ángel Banco García; el presidente de la Mancomunidad Tierras de Aliste, Jesús Lorenzo Más, y presidiendo, como anfitrión, el alcalde de Alcañices David Carrión Gallardo, junto a otros alcaldes alistanos y representantes de la Guardia Civil y Policía Nacional.

Multitudinaria, emotiva y sentida procesión donde todos los devotos y romeros, pero muy en particular los alistanos y alistanas, acompañaron a la Virgen de la Salud con el fervor que les caracteriza desde hace ya casi 500 años.

Día de rezos y ofrendas relacionados con la salud propia o de algún familiar, ser querido o allegado, jornada de pedidas y agradecidas, que algunos hicieron descalzos a pesar del abrasador suelo a causa del fuerte sol y de la ola de calor.

Los rituales religiosos se completan la tarde con el final de la novena en que como manda la tradición se daba a adorar y a besar la reliquia.

La Feria de Artesanos de España y Portugal en la Plaza Mayor y el mercadillo romero en la Avenida de Castilla y León fueron el complemento festivo ideal para los visitantes para hacer sus compras o tomarse un aperitivo o refresco en los bares alcañizanos.

Alcañices ha abierto este miércoles las puertas a una época estival donde la villa será cada día la gran protagonista, pues entre los emigrantes que regresan a los pueblos dos de las costumbres más arraigadas es aprovechar las mañanas para acercarse a la capital alistana o a la ciudad de Miranda do Douro.

La Virgen de la Salud tendrá este jueves, 3 de julio, una jornada puramente local donde los alcañizanos desfilarán con la indumentaria tradicional alistana desde la “Fuente de Santa Catalina” hasta el Santuario de Peregrinación donde, tras hacer la ofrenda floral, tendrá lugar la misa y la procesión acompañados por los folcloristas del grupo “Doña Urraca” de Zamora.

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