Adiós a Margarita Rivas, la vecina más longeva de la historia de Rabanales

Nació el 13 de mayo de 1922 y pasó su infancia alternando el aprendizaje en la escuela con el pastoreo para ayudar a su familia

Román Martín fue su gran amor y, cada semana, le enviaba una carta desde el Frente hasta que finalizó la Guerra Civil

En la imagen superior, Margarita con familiares celebra su 103 cumpleaños.  A la izquierda, una foto de  joven de  Margarita. | CHANY SEBASTIÁN

En la imagen superior, Margarita con familiares celebra su 103 cumpleaños. A la izquierda, una foto de joven de Margarita. | CHANY SEBASTIÁN

Rabanales

El municipio de Rabanales de Aliste (Fradellos, Matellanes, Mellanes, Grisuela y Ufones) ha cerrado la verde primavera con luto, dolor y tristeza dando su último, emotivo y merecido adiós a la persona más longeva de su historia. Margarita Rivas Blanco falleció en la tierra que la vio nacer tras haber cumplido recientemente los 103 años de edad.

Margarita Rivas Blanco nació el 13 de mayo de 1922 en el seno de la familia formada en la calle La Cañada por sus padres, Diego Rivas y Tomasa Blanco, una familia agroganadera y numerosa junto a sus cuatro hermanos, María, Lucía, Julia y Domingo.

Su infancia fue similar, ni mejor ni peor, a la de la mayoría de los niños y niñas alistanos de tiempos de Alfonso XIII, donde nada más echar a andar con soltura había que echar una mano en la casa y hacienda familiar alternando, no había otro remedio, la escuela con el oficio de aprendices de reveceros, vaqueros, pastoras y zagalas cuidando vacas y ovejas.

Siempre reconoció Margarita que ella nunca renegó de "ayudar en casa", al contrario, se mostraba orgullosa de aquellos lejanos e inolvidables tiempos, pero era su sentencia que "teníamos que aprender a defendernos en la vida por nosotros mismos" y para ello era imprescindible "saber las cuatro reglas, leer y escribir".

Román Martín Fernández fue el único y gran amor de su vida, tempranero y en plena adolescencia, pues apenas tenían 14 años cuando se enamoraron perdidamente y se prometieron un amor eterno, que eterno fue, aún a pesar de que sus proyectos y sueños de futuro se vieron truncados el fatídico 18 de julio de 1936 cuando estallaba la Guerra Civil, siendo llamado a filas su amado Román que, muy a su pesar, se vio obligado a cambiar los tranquilos y pacíficos campos entre el Cebal y el Mena por el tenebroso Frente del Ebro.

Adiós a Margarita Rivas, la vecina más longeva de Rabanales

Adiós a Margarita Rivas, la vecina más longeva de Rabanales

Tan triste fue la despedida como incierto el futuro, cuando él se iba a una contienda donde las bombas, las balas, el sufrimiento y la muerte serían sus compañeras de viaje. Aun así, cosas del amor en estado puro, él prometió a su amada volver y ella a esperarle sin saber que por delante tendrían tres años donde al dormir las pesadillas arrollaban a los sueños.

Román aguantó en el frente toda la Guerra Civil y cada semana, fiel a su promesa, le enviaba una carta a Margarita, manteniendo viva la llama del amor, hasta que pudo regresar Rabanales de Aliste sano y salvo al finalizar la contienda en 1939.

Tras tres largos y duros años el amor, mutuo, seguía intacto y las promesas estaban para cumplirlas, pero no eran aquellos, tiempos para jolgorios y casorios, para tirar cohetes y celebraciones, cuando las cruces abundaban en los cementerios, la pobreza daba paso a la miseria, y los alimentos escaseaban en las despensas y en las paneras.

Ocho años siguieron de novios hasta casarse el día 12 de febrero de 1947, estableciéndose en la calle La fuente donde nacía una familia, Martín Rivas, ejemplar y querida, dando como fruto a Emilio, Pilar y Julia, que le darían sus nietos Sandra, Rubén, Alba y Patricia, su gran debilidad, más cuatro bisnietos.

Hablando de suerte, Román gastó la mala toda en la Guerra Civil, y ya en tiempos de paz pudo ganarse la vida desempeñando el cargo de alguacil de Rabanales, lo que le granjeó un cariño especial entre los vecinos de los seis pueblos del municipio.

La iglesia parroquial de San Salvador de Rabanales acogía la misa de funeral por su eterno descanso oficiada por el párroco Teo Nieto Vicente, acompañada Margarita Rivas Blanco, por la práctica totalidad de sus queridos paisanos.

Fue ella un ejemplo de honradez, sencillez y humildad y fue profeta en su tierra, dejando una profunda e imborrable huella en las memorias y los corazones de su paisanos y vecinos de Rabanales de Aliste.

Relevo

Tras fallecer Margarita Rivas Blanco toma el relevo como "Abuelo de Rabanales", Agustín Martín Ríos, "Agustín el de Campogrande", con 100 años, que nació el 7 de septiembre de 1924.

El hijo de los agricultores y ganaderos Simón y Concepción se casó el 5 de febrero de 1954 cuando solo tenía 20 años con María Gelado Moral de Rabanales de Aliste donde formó su familia y se asentó.

El municipio de Rabanales de Aliste, que alcanzó su época de mayor esplendor poblacional en 1910 con 1.563 vecinos, cuenta en la actualidad con 488 inscritos en el padrón (269 hombres y 219 mujeres) de los cuales 222 (44,2%) son personas de la tercera edad y entre ellos hay 96 octogenarios y nonagenarios y un centenario.

En lo que llevamos de siglo XXI han fallecido en el municipio 333 vecinos. El peor año fue el 2017 durante el que se oficiaron 21 entierros.

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