Investigación histórica

Esperanto, la huella de la lengua del mundo en Zamora

Una investigación del profesor Carlos Coca Durán revela la temprana popularidad del esperanto en la capital

El idioma universal creado en 1887 por Zamenhof generó un extraordinario movimiento social y cultural en Zamora entre 1908 y 1936

En Argujllo surgió un núcleo gracias al activismo del maestro Amado Hernández Pascual

La difusión de la lengua artificial desapareció abruptamente con el asesinato de sus cabezas visibles

El profesor e investigador Carlos Coca Durán

El profesor e investigador Carlos Coca Durán / JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ

Hay que remontarse al primer tercio del siglo XX para situar la influencia del esperanto en Zamora. El idioma universal creado en 1887 por Ludwik Lejzer Zamenhof generó un extraordinario movimiento social y cultural en la capital entre 1908 y 1936, año que desapareció abruptamente con el asesinato de sus cabezas visibles.

El trabajo titulado "Esperantistas y rayanos. La lengua internacional del esperanto en Zamora (1908-1936)" de Carlos Coca Durán, investigador y profesor de lengua y literatura españolas, arroja luz sobre "el movimiento cultural de moda" en la época y la destacada actividad que desplegó en la provincia. Deseaban transformar el mundo con un idioma, pero el ascenso de los regímenes totalitarios acabó con el sueño pacifista que inspiró a los esperantistas, en Zamora abanderado por un influyente grupo de hombres y mujeres cultos y reformistas.

¿Cómo llegó a implantarse en Zamora una lengua artificial que aspiraba a convertirse en un instrumento de comunicación entre los pueblos del mundo? Destaca Carlos Coca cómo "la sencillez de su gramática y léxico, y la facilidad para su aprendizaje, hizo que la nueva lengua pronto se popularizara". Y si bien en España los primeros esperantistas datan de 1890, a comienzos del siglo XX ya se conoce la estancia en Zamora de Ursicino Gutiérrez Yaque, notable esperantista y oficial de la Guardia Civil.

Retratos de las hermanas Calvo en La Suno Hispana, diciembre de 1909

Retratos de las hermanas Calvo en La Suno Hispana, diciembre de 1909 / C. C. D.

Sin embargo las primeras referencias sobre esperantistas activos en Zamora se remontan al verano de 1908, de la mano de Eugenio Calvo Brioso, un veterano militar destinado en la ciudad, "culto y excelentemente relacionado", que ya había promovido con éxito un grupo en Tarancón (Cuenca). En su tarea de difusión del esperanto en el nuevo destino como teniente coronel de la zona de Zamora se ayudó de familiares y otro importante jefe del ejército y gobernador militar interino, Pedro Calderón de la Barca y Ruiz.

La prensa de la época –Heraldo de Zamora– se empieza a hacer eco de la difusión de este idioma universal. Eugenio Calvo consiguió que el Ayuntamiento le cediese un local para impartir un curso de esperanto, que no pudo aceptar porque se quedaba pequeño dada la cantidad de alumnos interesados. A finales de 1908 los esperantistas empiezan a asociarse con figuras como Higinio Pérez y un activo grupo de mujeres autodenominado "sección feminista".

Amado Hernández Pascual

Amado Hernández Pascual / Cedida por Álvaro Queipo

Como detalla el profesor Coca, en enero de 1909 el Grupo de Esperanto de Zamora ya tenía relato en La Suno Hispana, el órgano de propagación del idioma a nivel nacional donde aparecieron fotos de las hermanas Angelita y Carolina Calvo de la Torre y sus direcciones para facilitar la comunicación entre los hablantes de la lengua. Con más mujeres que hombres, el movimiento esperantista zamorano llegó a protagonizar veladas en el Café Español con Mercedes Vaquero, Tránsito Crespo, Luisa González, Paula Petit, Angelina Calvo y Luisa Ferreras entonando el himno esperantista con Angelita Martínez al piano.

Sin embargo, ninguna llegó a estar en la junta directiva que tuvo como presidente de Pedro Calderón de la Barca y Ruiz; vicepresidente Andrés Treviño; secretario Higinio Pérez; cajero Felipe Higuera; bibliotecario Felipe Rueda; como vocales Mauricio González, Diego Requena, Abdón García, Luis Belestá, Gervasio León; y Eugenio Calvo Blasco como cónsul.

Constata Carlos Coca es su investigación la notable actividad que desplegaron los esperantistas en la ciudad, con un domicilio social en el número 2 de la Plaza Mayor o los conciertos y bailes que se organizaban en el Café Español (situado en el solar de la actual Casa de la Panaderas) "con la participación del pianista Bardión o las músicas Ángela Martínez, Anita Nafría o Concha Tola".

Invitación y catálogo bilingüe de la exposición en el Casino de Zamora

Invitación y catálogo bilingüe de la exposición en el Casino de Zamora / C. C. D.

La prensa zamorana se hizo eco igualmente del gran acontecimiento que fue el V Congreso Universal del Esperanto en Barcelona en 1909, con la presencia de su fundador Zamenhof y marcado por la represión de la Semana Trágica. Año que también marcó el final del primer grupo esperantista con la dimisión de sus directivos y la retirada de sus inspiradores, Calvo y Calderón de la Barca ya mayores. No obstante, sería Eugenio Santamaría, el director del asilo de Zamora, el encargado de mantener vivo el espíritu generado por el ferviente movimiento esperantista en Zamora.

Tendría que pasar más de una década, a finales de los años 20, para reactivar el esperanto y sería de la mano de Amado Hernández Pascual, cuya destacada labor educativa ha sido estudiada por el profesor Coca Durán. Nacido en Argujillo en 1906, hijo de prósperos agricultores, Amado Hernández Pascual estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid "donde tomó contacto con las vanguardias artísticas y las ideas marxistas" para volver a Zamora donde estudió Magisterio.

Casa modernista en la plaza Sagasta, aquí estuvo una aula de esperanto

Casa modernista en la plaza Sagasta donde se abrió una aula de esperanto / C. C. D.

El argujillano fue un activo difusor del esperanto en la capital, se ofreció como profesor de la lengua en el garaje de la Ronda de San Pablo. La Academia de Artes, en la Plaza de Sagasta, en el edificio modernista de Ferriol fue también un lugar donde aprender esperanto y en el propio pueblo de Argujillo hubo difusión del idioma inventado por Zamenhof.

Destaca Carlos Coca cómo el impulso para promocionar el que pretendió ser un idioma universal, creció al calor de varias asociaciones de jóvenes estudiantes revolucionarios después de la II República, entre las que destaca la Asociación Profesional de Estudiantes Zamoranos (APEZ). "La APEZ sería la agrupación encargada de dinamizar la Universidad Popular para Obreros de Zamora, y en ella participaron futuros maestros afines al comunismo que fundaron el Radio Comunista de Zamora en 1932. Amado Hernández sería el primer presidente de este radio y otros esperantistas se involucraron de igual modo en él". El esperanto fue uno de los intereses de esa escuela popular autogestionaria.

Foto de un grupo esperantista de Lisboa, en ¡Campo Libre!, 1 de febrero de 1936

Foto de un grupo esperantista de Lisboa, en ¡Campo Libre!, 1 de febrero de 1936 / C. C. D.

Durante los años republicanos la promoción del esperanto fue una constante, con maestros e ilustrados progresistas como valedores. Estaban también Antonio Pertejo, Engracia del Río (maestra de Fermoselle) y por supuesto Amado Hernández junto a sindicatos y grupos anarquistas.

Una entusiasta actividad que se vio cortada de cuajo con la persecución de las sociedades proletarias y progresistas tras la Revolución de octubre de 1934 y dos años más tarde con el golpe de julio de 1936 y el asesinato de Amado Hernández, Engracia del Río, Antonio Pertejo y Esperanto Luis. "El franquismo supondría el exterminio del esperando en Zamora. Los falangistas pronto borraron la estrella verde de la casa de Amado. Y el manto de la represión y el silencio, también para los hablantes de esperanto, sería el nuevo orden de España en la dictadura franquista" concluye Carlos Coca.

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