Guerra de los trenes

Una profesora de Sanabria a Abel Caballero :"Que venga este señor y me diga a la cara que no nos perjudica suprimir trenes"

La docente Mari Carmen Zurrón toma cada día el primer convoy en Otero de Sanabria y recrimina al alcalde gallego de Vigo sus afirmaciones ante el recorte de frecuencias en la provincia de Zamora

Mari Carmen Zurrón, profesora que depende del primer tren de la mañana para desplazarse a la capital. | A. S.

Mari Carmen Zurrón, profesora que depende del primer tren de la mañana para desplazarse a la capital. | A. S.

Mari Carmen Zurrón lleva 20 años trabajando de profesora en un colegio en Zamora capital. Todos los días toma el primer tren de la mañana en la estación de Otero de Sanabria para llegar a tiempo a su puesto de trabajo, donde tiene una reducción de jornada y un horario que depende mucho del primer convoy que baja de Vigo y para en Zamora.

"¡Que venga este señor y me diga a la cara que no nos perjudica suprimir frecuencias!", en alusión a las afirmaciones realizadas por el alcalde gallego de Vigo, Abel Caballero, sobre los cambios introducidos por Renfe.

A raíz de la pandemia y por necesidades familiares se trasladó a vivir a Galende, su familia desciende de San Martín de Castañeda. Durante el confinamiento, con su primera hija muy pequeña, decidieron instalarse en el pueblo porque "me dije que no volvía a pasar una pandemia con una niña pequeña, encerrados, sin balcón. Mi hija pasó una pandemia aquí muy diferente. Nunca pensé que yo me volvería a vivir al pueblo, viviendo como vivía en mi piso de Zamora. Mi hija aquí estaba muy bien y muy tranquila".

Ese curso de 2019-2020 "trabajé como pudimos desde aquí on line", mientras su marido se encargaba del negocio de alojamiento turístico en El Puente. Se quedó embarazada de su segundo hijo y tuvo que solicitar una excedencia. En un primer momento se planteó escolarizar a su hija en Zamora pero al final, nació su segundo hijo en septiembre.

Esperó y finalmente eligió el colegio en Sanabria, en su comarca de residencia. Reconoce que trabajar y vivir en Sanabria "es duro y el problema son los de fuera que nos intentan aislar", en relación a decisiones que caen como una losa que se adoptan desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

La docente que reside en Galende, sentada en un banco relata su historia. | A. S.

La docente que reside en Galende, sentada en un banco relata su historia. | A. S.

Los perjuicios son de calado con la supresión de las dos paradas de la mañana desde Galicia. Sus preguntas no dejan lugar a dudas: "¿A ver en qué empresa entran los trabajadores a la una de la tarde? ¿A todos los pacientes de Sanabria le van a dar cita a la una de la tarde?".

El viaje de regreso a las tres de la tarde permite llegar a comer y, lo más importante, "conciliar y solo pido poder estar con mis hijos y mi familia. Esto es un jarro de agua fría".

En el ámbito laboral "me encanta mi profesión y, como mujer, también quiero realizarme profesionalmente, así me lo tengo que replantear". "Nos tratan como ciudadanos de tercera pero somos personas con los mismos derechos, tener el hospital a 30 minutos y no a hora y media, y que encima te manden dar un rodeo en coche por Benavente para evitar accidentes, que son 70 kilómetros más de ida y vuelta".

Mari Carmen señala a los compañeros de profesión que hacen el recorrido inverso, de Zamora a Sanabria para dar clase, pero también a cubrir trabajos en sanidad, juzgados, notaría o servicios.

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