La lluvia obliga a suspender la procesión de la Virgen del Olmo en Villaescusa

Hacía años, muchos ni lo han conocido, que la Virgen del Olmo se veía obligada a quedarse en el templo sin poder salir en procesión. La lluvia ha llevado a tomar este domingo la decisión más dolorosa, pero también prudente: la suspensión de la procesión por el entorno de la ermita de Villaescusa. “No hemos tenido más remedio, hemos esperado diez minutos a ver si escampaba pero nada” lamentaba Miguel Fernández, presidente de la Cofradía de la Virgen del Olmo sobre la indeseada decisión.

Pese a las inclemencias, la Virgen del Olmo ha vuelto a ser el gran reclamo de los pueblos de La Guareña, también de personas llegadas de Zamora, Salamanca o Valladolid, para rendir devoción a la patrona de la comarca en su lugar natural de la ermita de Villaescusa. Hasta allí se han desplazado devotos, confiados en celebrar la fiesta romera con la bendición de campos y la misa en un templo abarrotado y perfectamente adecentado y florido para la ocasión. 

Sin restar ni un ápice de fervor a la Virgen del Olmo, los devotos tuvieron que conformarse con presentar sus respetos en el interior del templo ante la imposibilidad de sacar a la imagen en procesión en esta fiesta del primer domingo de mayo.

Una celebración que comenzó con el recorrido desde la Plaza Mayor de Villaescusa hasta la ermita en una comitiva conformada por las autoridades municipales, el párroco Fernando Lorenzo, los mayordomos Lucía Fernández y Manuel Morales, y vecinos, y el colofón de la banda de música. Pero el agua amenazaba cada vez más hasta, las nubes negras presagiaban lo peor. 

Allí esperaban los devotos al encuentro con la Virgen del Olmo, familias con los más pequeños para los que padres y abuelos piden protección acercándose a las andas de una imagen esta vez sin moverse de la ermita. 

Un día de Pascua también para bendecir los campos, este año exuberantes, y pedir buenas cosechas que aseguren la prosperidad de tantas familias campesinas. 

La imposibilidad de sacar a la patrona de Villaescusa y de la comarca de La Guareña en procesión también ha obligado a suspender la tradicional subasta los banzos de la Virgen. Una singularidad en Villaescusa por la puja con la antigua medida agraria de los celemines, con la equivalencia de un celemín por 0,60 céntimos de euro o 100 de las antiguas pesetas. 

La romerìa ha terminado con la invitación del Ayuntamiento de Villaescusa a rosquillas y limonada, pero esta vez se sustituyó el entorno de la ermita por el salón municipal del pueblo. 

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