Inquietud por el estado de la iglesia de Guarrate: "A este paso se nos cae"

Preocupación vecinal ante la precaria situación de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción: se han sacado las imágenes y se ha vallado la zona, pero los albañiles no aparecen. El Obispado reconoce que las empresas de construcción "no dan abasto", aunque quiere agilizar las obras

Los vecinos de Guarrate no ven llegar el día en que la empresa a la que se ha adjudicado a obra se ponga a trabajar en la estabilización y refuerzo de la estructura de la iglesia. De momento el deseo puede más que la realidad. Ya se han retirado muchas de las imágenes del templo, vecinos y párroco lo van vaciando para que no haya demoras cuando por fin vean a los albañiles.

"Nos habían dicho que vendrían a finales de marzo, luego a primeros de abril, pero se acaba el mes y no llegan" expresa el sacerdote Manuel Iglesias, comprensivo con el desasosiego del pueblo.

A diferencia de otros templos, donde la dificultad radica en la falta de fondo, aquí no es cuestión de dinero. La financiación está garantizada mediante un adelanto del Obispado y la colaboración de los vecinos que llevan tiempo destinando los donativos y haciendo aportaciones para sufragar el coste de la restauración.

La cuestión es que la empresa "no da abasto con el trabajo y es complicado que pueda actuar con la premura que deseamos todos" explican fuentes del Obispado de Zamora. Mientras, se agrava la estabilidad de un templo donde sucesivas obras han ido atajando los múltiples deterioros causados por su imperfecta cimentación.

Se está valorando la alternativa de que sea otra empresa la que se haga cargo de las obras de la iglesia de Guarrate con el fin de agilizar al máximo las actuaciones.

"El problema no es solo con esta obra, el sector de la construcción está como está, no tienen capacidad para actuar en tiempo y forma" apuntan las mismas fuentes eclasiásticas, comprensivos con la inquietud de los feligreses. "No amenaza colapso inmediato porque las grietas y el deterioro vienen de hace años, pero estas situaciones generan cierta alarma".

Por eso, la solución pasa por ajustar el presupuesto con otra empresa y afrontar la obra "con la máxima urgencia, porque nosotros hemos pedido inmediatez" apuntan fuentes del Obispado.

La intervención pasa por estabilizar los empujes sobre los costados laterales que ejercen los arcos, ya que éstos están impulsando las paredes hacia el exterior. El problema es más acuciante en el lado norte de la iglesia, donde los contrafuertes están muy deteriorados y no cumplen la función de apuntalar los muros, a lo que se suma que la piedra está muy dañada. Se trata de evitar el colapso mediante unos tensores a la altura de los arranques de los arcos de la pared sur a la pared norte y además se reconstruirán los contrafuertes.

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