El auditorio y el convento de Alcañices se abren a bodas, bautizos y comuniones

El auditorio municipal Tratado de Alcañices y el claustro del antiguo convento de la Orden Tercera de San Francisco de la villa extenderán sus servicios públicos a la celebración de actos festivos particulares como bodas, bautizos y comuniones.

Alcañices llegó a ser a finales del siglo XX uno de los pueblos de España con más bancos, bares y restaurantes (hasta cuatro funcionaron simultáneamente) por habitantes.

Fallece María del Carmen Gago, la mujer del tiempo de Manzanal del Barco

Así lo ha comunicado mediante un bando, para regular su reserva y uso, la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Alcañices a través de su alcalde David Carrión Galhardo: "En vista a que se acercan fechas especiales (bautizos, comuniones y bodas) y la demanda de varios edificios municipales se establecen una serie de cuotas para mantener el buen estado de los mismos".

La villa, núcleo más importante de la Raya de España y Portugal a este lado de la frontera carece actualmente de un establecimiento privado para acoger grandes eventos como bodas, cuando antaño, durante décadas, fue uno de los grandes referentes en la comarca.

El auditorio municipal, ubicado junto al Santuario Mariano Diocesano de Peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud, solo podrá reservarse para bodas, comuniones y bautizos. Las personas inscritas en el padrón municipal (Alcañices, Vivinera, Alcorcillo y Santa Ana) deberán abonar una cuota de 50 euros, más 100 de fianza. Las personas ajenas al municipio también podrán utilizarlo, pero en este caso el precio será de 200 euros más los 100 de fianza.

Alcañices cuenta con uno de los recintos cerrados, pero al aire libre, mejores de toda la Raya de España y Portugal: más concretamente lo que antaño fue claustro del antiguo convento de los frailes de la Orden Tercera de San Francisco, ahora un área verde dentro del complejo del centro cultural donde tiene lugar el pregón de las fiestas de San Roque. Los empadronados e hijos del municipio podrán reservarlo y utilizarlo gratuitamente, abonando solo la fianza de 100 euros. Los foráneos podrán utilizarlo, pero abonando 200 euros más la fianza.

En cuanto al Salón de los Toriles, en la Plaza Mayor, junto a la casa Consistorial, y las cocinas del área recreativa del Monte de Sahú (junto a la Nacional 122) y la de Gurugú, su uso será gratuito para los empadronados e hijos del municipio (con 50 euros de fianza) y las personas ajenas abonarían 50 euros, más otros 50 de la fianza.

La capital alistana llegó a ser a finales del siglo XX el pueblo de los 103 de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba con una mayor oferta gastronómica de restauración. Uno de los referentes en Aliste a la hora de celebrar los banquetes de bodas, comuniones y bautizos fue el histórico Disco Rojo que tras muchos años prestando un magnífico servicio cerraba sus puertas pasadas las Navidades de 2017.

Histórico fue también el María y Manolo que abría sus puertas en la Plaza de Ferreras el 8 de agosto de 1979 y cerraba el 31 de diciembre de 2018, tras prestar servicio durante 39 años, hasta la jubilación de la que fuera su alma, corazón y vida María Silva Vega portuguesa de nacimiento y alistana de vivencia y corazón.

Losacio mantiene viva la tradición de "Poner la Parte"

Actualmente en la villa el negocio de hostelería más antiguo es El Churrero que regenta el Centro de Turismo Rural La Atalaya, que inició la señora Rufina Rivas con la primera churrería en la Plaza Mayor. Luego tomaron el relevo Alejandro López Riveras y Agustina Rivas Gago en la calle Labradores y Ángel López Rivas la abría en la calle San Francisco en 1966, hasta 2002, en que abría La Atalaya en la calle San Andrés, hoy regentado por su hijo Ángel López Santiago.

Otros afamados restaurantes fueron El Argentino, a la vera de la Nacional 122, frente a la gasolinera; y el Mesón Alistano en la Plaza las Moreras (ahora alcalde Tomás Carrión).

En estos momentos, los pueblos alistanos con más restaurantes son Trabazos con tres, Los Castaños, El Cruce y Rincón del Sol; Grisuela con dos, Catalina y Grisuela; y San Vitero con otros dos, Casa Alfonso y Fidel (cerrado temporalmente). Cuentan también con restaurantes Sejas (Bera), Rabanales (Matellán Hermanos), Fornillos de Aliste (Lajafriz) y Figueruela de Arriba (La Robla).

El conocido empresario alcañizano Carlos Pérez Rodríguez, propietario de la estación de servicio La Chuca de Sejas, trabaja en la recuperación en su pueblo de origen del antiguo Bar Central como restaurante con unas 400 plazas, cafetería y hospedería con categoría de Posada Real.

Suscríbete para seguir leyendo