Puebla de Sanabria vive la procesión más larga y más rápida del Resucitado

La cofradía de los “niños” entrega a Jesús Resucitado al templo del Azogue

Con la procesión más larga y más rápida, Cristo Resucitado, irrumpiendo en la iglesia de Nuestra Señora del Azogue en los brazos de los niños, culminaba el Domingo de Resurrección en Puebla de Sanabria. La imagen del conocido Cristo “Pinchatajadas” recorrió todos los barrios de la villa regalando alegría. El escenario no podía ser mejor, nieve en las montañas y mañana soleada para despedir esta semana de vacaciones en medio de las carreras de los jóvenes y niños, y… no tan jóvenes.

La procesión comenzaba su amplio recorrido por el Barrio de Santa Ana donde vecinas y vecinos se asomaron a la puerta al ruido de la marcha del tambor. Esta vez chicos y chicas se relevaron para el paso de procesión cortado por las carreras y los vítores en las puertas de las casas en homenaje a los familiares fallecidos en el último año. Un recuerdo en este día de Resurrección, y donde prácticamente nunca se ha suspendido esta procesión y que como ayer fue soleada. Paradas obligadas en el Barrio de Vera Cruz, en el cuartel y un par de casas.

Al llegar al barrio de Candanedo, ya se acusaba el calor y las primeras cuestas, y la primera aclamación al “panadero” en la plaza del Arrabal donde vecinos esperaban esa ruidosa llegada y los turistas se veían sorprendidos por la irrupción de la imagen a hombros de la juventud. El panadero cumplía con la tradición de entregar las viandas para deleite de los muchachos. 

En la fuente del Pilón se congregaba más público vecinal y visitante para contemplar las carreras y los levantamientos de la imagen Cristo. La procesión prescinde del rigor y la solemnidad de la Semana Santa para irrumpir con alegría por el Puente de San Francisco, y adentrarse esta vez en el barrio Fuente don Pablo, para seguir el recorrido por el concurrido barrio extramuralla. 

La última carrera, con acompañamiento de la banda de cornetas y tambores, ascendía como un cohete por la Costanilla y completar el trayecto hasta la Plaza Mayor. Unos minutos de reposo para fotografiar a todos los cofrades menudos y grandes, nuevos y veteranos. En el templo, comenzada la misa, se sentía la percusión y la música proveniente de la Plaza, que anunciaba la entrada triunfal de Jesús Resucitado cargado por los niños. El templo entregado a la oración en ese momento regaló su aplauso a esta cofradía menuda y alegre. 

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