La lluvia respetó y Bercianos pudo cumplir con la tradición del Santo Entierro de Cristo

Pedro Faúndez Mayo pronunció el histórico Sermón del Descendimiento llamando a la fe, la paz y la esperanza

VÍDEO | Santo Entierro de Bercianos

David Tesfamical de las Heras

Bercianos de Aliste

Bercianos de Aliste vivía en Viernes Santo el día álgido de su Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León en 2012 y Bien de Interés Cultural en 2014, en una jornada marcada por la incertidumbre de la climatología adversa de intensas lluvias. Por suerte, el temporal amainó lo justo para que los bercianenses pudieran cumplir con la tradición del Santo Entierro de Cristo hasta el Calvario.

La iglesia parroquial de San Mamés acogía a las 16.30 horas la congregación de los 209 penitentes (hombres y mujeres) de la hermandad penitencial del Santo Entierro. José Alberto Sutil Lorenzo hizo el tradicional llamamiento al recogimiento y al respeto dando paso a los penitentes de blanca "Vestimenta" que comenzaron el ritual con el sobrecogedor cántico del "Perdón oh Dios Mío, / perdón y clemencia, perdón indulgencia, / perdón y piedad".

Frente al Cristo Crucificado, Pedro Faúndez Mayo, sacerdote alistano originario de Alcorcillo, pronunciaba el Sermón del Descendimiento: "Creyentes y no creyentes, nos reunimos en esta tarde en torno a Cristo y a su Madre, es el Hijo de Dios el que nos congrega. No nos quedemos sólo en el espectáculo, adentrémonos en lo que representa, en lo que recordamos, volvamos a pasar por el corazón que Dios envió a su hijo al mundo y este murió por obediencia al Padre y por amor a los hombres. La mirada fija en Jesucristo Crucificado nos señala que el amor de Dios no puede llegar a más, la maldad humana tampoco. El resultado de aquel momento histórico, una cruz con Cristo, amor de Dios entregado hasta la muerte y por eso resucitado en vida. Hoy ponemos nuestros ojos en el Hijo de Dios, el que vino en la noche entre cuatro tablas, en un pesebre, el que muere entre cuatro tablas, en una cruz, como nos recordaba el profeta Isaías".

"La Cruz que contemplamos, la cruz que llevamos nos ilumina, nos da fuerza. Y es que Jesús no buscó la cruz, la aceptó, a pesar de la duda del Dios Mío, Dios Mío, ¿porqué me has abandonado? Pasó a Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu que así sea también en nuestra vida. Y el miedo no nos paralice ni nos bloqué. Porque en muchas ocasiones nos merodea el fantasma del miedo. Y nos podemos justificar que tenemos razones para ello: la pandemia, las guerras, el cambio climático, situaciones personales y desastres que continuamente nos hacen pensar en el fin o el fin del mundo. Podemos creer en ocasiones que estamos angustiados a un futuro tétrico. Hemos perdido la esperanza. Y ante tantos problemas parece que solo nos queda la supervivencia, el ir aguantando y el vivir se puede convertir en un sobrevivir", añadía el sacerdote.

GALERÍA | Santo Entierro en Bercianos de Aliste

GALERÍA | Santo Entierro en Bercianos de Aliste / Chany Sebastián

Y sentenciaba: "Que el miedo no nos paralice ni nos bloquee. Tenemos que mirar hacia un horizonte de sentido, capaz de reanimar y alentar nuestra vida: Dios nos regala un futuro. El miedo nos roba el futuro, Y el problema es que a veces hay un clima de miedo entre nosotros, el problema no es el miedo a la pandemia, sino la pandemia del miedo. Podemos preguntarnos en esta tarde: ¿En mi vida a que tengo miedo? O por el contrario confió en Dios, que me ama, me guía y me consuela. Debemos cambiar el miedo por la esperanza, porque la esperanza es lo contrario al miedo. La esperanza nos abre los ojos a lo venidero".

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