Entrevista | Mohammed Khaloua y Karima Bahari Padres de Ayoub

"Solo queremos trabajar y vivir tranquilos, no nos importa la política"

La pareja marroquí acaba de tener un bebé, el primero que acoge la localidad zamorana de Vega de Villalobos en 18 años

Karina y Mohamed, padres de Ayoub posan junto a su casa en Vega de Villalobos. | J. L. LEAL

Karina y Mohamed, padres de Ayoub posan junto a su casa en Vega de Villalobos. | J. L. LEAL

Juanma de Saá/ical

El sol brilla con fuerza en una fría mañana de febrero en Vega de Villalobos. El pueblo, ubicado al norte de la provincia de Zamora, a casi 23 kilómetros al oeste de Benavente y a la misma distancia, al sur, de las Lagunas de Villafáfila, tiene 91 habitantes censados y se ha convertido en un centro atención por el nacimiento, el pasado 22 de enero, de Ayoub, el primer bebé que acoge la localidad desde hace 18 años.

Karima Bahari (Oujda, Marruecos, 1988) mantiene en su regazo al niño, que duerme plácidamente mientras emite discretos balbuceos, al tiempo que su madre le arrulla. A su lado, Mohammed Khaloua (Touissit, Marruecos, 1982) observa la escena con una amplia sonrisa. El nacimiento del bebé se ha convertido en todo un símbolo de esperanza para Vega de Villalobos, que quiere ver un atisbo de futuro en medio de la España despoblada.

—¿Cuánto tiempo lleváis en Vega de Villalobos?

—(Karima) Cinco años pero parece mucho más tiempo. Nuestra familia es una más. Estamos muy bien aquí, en el pueblo.

—¿Cómo ha sido el camino hasta tener a Ayoub?

—(K.) Muy duro y muy largo. En 2017, empezamos el proceso de fecundación artificial en Zamora porque no había fecundación in vitro. Intentamos cuatro veces y no lograba quedarme embarazada. Después, fuimos a Valladolid. Entramos en la lista de espera pero había que esperar casi un año. Empecé el proceso con 29 años y, ahora, tengo 36.

—(Mohammend) Hubo un aborto en el primer embarazo, en 2021. Fuimos a Madrid, a una clínica.

"Al mirar a Ayoub no tengo palabras. Es un milagro"

—¿El de Ayoub fue un embarazo normal?

—(K.) Fue de riesgo.

— (M.) Hubo sangrado en los primeros meses y, en la semana número 37, tenía alta la tensión. Ayoub no cogía peso. Le dijeron que guardase reposo absoluto. —(K.) En los primeros meses, sobre todo.

—¿Qué piensas al mirar a Ayoub?

—(K.) No tengo palabras. Es un milagro.

—Ha habido todo un desfile para ver a vuestro hijo y ha suscitado interés nacional. En el pueblo, lo ven como un signo de esperanza.

—(M.) Es verdad. Es que son 18 años sin un bebé en Vega de Villalobos.

—¿Cómo os conocisteis?

—(K.) Con Facebook. Vivíamos muy cerca. El pueblo de Mohammed, Touissit, está cerca del mío, Oujda.

—(M.) Como Villalobos de Vega de Villalobos, un poco más.

—¿Cuándo decidisteis venir a España?

—(M.) Yo estudié en Marruecos pero nunca trabajé allí. De mi pueblo, me fui a Murcia y trabajé ocho años allí pero era muy difícil traer a mi mujer. Desde allí, fui a Villalobos, un año, donde trabaje con la ganadería de Manuel Rodríguez, y a Vega de Villalobos, con Hermanos Navia, también cuidando y ordeñando ovejas. Más de trece años en España.

—(K.) Yo estudié Informática y cuatro años de Economía.

—¿Cómo es la vida para una mujer en Marruecos?

—(K.) Como una francesa. (Sonríe) A la mujer se la trata muy bien. Es libre y puede hacer todo lo que quiera, estudiar o trabajar,

—(M.) Una mujer es como un diamante. Hay gente que piensa que el hombre marroquí es machista con la mujer.

—¿Os parece correcta y real la información que llega a España desde Marruecos?

—(K.) Bueno, hay cosas que están fuera de sitio. Hay quien nos pregunta sobre cómo vivimos en Marruecos porque creen que no tenemos coches, sino camellos. (Risas).

—(M.) Cuando entras en Marruecos, es otra cosa. Marruecos tiene todo.

"Hay quien nos pregunta sobre cómo vivimos en Marruecos porque creen que no tenemos coches, sino camellos."

—¿Qué se piensa de los españoles en Marruecos?

—(K.) No se dice que sea mala gente porque sabemos que, en todos los sitios, hay malos y buenos. Bueno, no dicen nada de españoles, ni de frances, ni de nadie.

—¿Os habéis encontrado en España con gente que rechaza el mundo árabe?

—(K.) Yo he visto mucha amabilidad en la gente de los pueblos.

—(M.) Yo sí me he encontrado gente de ese tipo pero, en los pueblos, es otra cosa. Los prejuicios son más de la ciudad. Aquí vivimos tranquilos. Mira cómo está la calle ahora, sacándonos fotos con la gente. Hay pocas personas malas. Nadie dice nada malo por ser extranjero ni hay problemas por ser cristiano o musulmán.

—¿Qué os parece la polémica política creada en torno al nacimiento de vuestro hijo?

—(K.) La verdad es que no sé en qué afectará el nacimiento de un bebé en un pueblo al futuro de España.

"No queremos tener un hijo para coger una ayuda. No es ese el objetivo. Solo queremos ser una familia, una mamá y un papá, con su hijo. "

—El presidente de la Diputación de Zamora recalcó que son bienvenidas todas las personas que vengan a vivir y a trabajar a la provincia de Zamora y recuerda que están disponibles las ayudas para la natalidad.

—(M.) Muchas gracias para el presidente. Son palabras de razón, dar la bienvenida a la gente que viene de fuera a trabajar. Yo he trabajado todos los días durante trece años. No ha entrado en mi bolsa ni un euro de ayuda o de paro. No me gustan las ayudas del paro. Yo tengo mis brazos y puedo trabajar.

—(K.) No queremos tener un hijo para coger una ayuda. No es ese el objetivo. Solo queremos ser una familia, una mamá y un papá, con su hijo.

—(M.) Solo queremos trabajar y vivir tranquilos. No nos importa la política.

—¿Veis vuestro futuro en España o tenéis pensado volver a Marruecos?

—(M.) Por el momento, seguir en España. Ahora, volver a Marruecos sería más complicado. Nuestro hijo es español, zamorano.

—¿Os va a ayudar el nacimiento de Ayoub a conseguir la nacionalidad española?

—(M.) Llevamos mucho tiempo ya en España. Nos gustaría tener la doble nacionalidad.

—¿Os preguntan si vas a buscar una hermanita para Ayoub?

—(K.) (Risas).

—(M.) Hombre, vamos a dejar que descanse un poco de todo esto. Yo querría mandar un mensaje a todo el equipo de fertilidad del Hospital Rio Hortega, de Valladolid, y delñ Virgen de la Concha, de Zamora. A los doctores, enfermeras, matronas, a todo el mundo: muchas gracias por todo.

—(K.) Muchas gracias por todo a todos los vecinos y amigos. No tengo palabras.

—¿Habéis tenido alguna dificultad en Zamora por vuestra religión?

—(M. y K.) Nunca, nunca.

—(K.) Por ejemplo, saben que tenemos el ramadán, que lo cumplimos y lo respetan.

—(M.) El día de la Fiesta del Cordero cojo descanso, sin problema.

"Ahora, volver a Marruecos sería más complicado. Nuestro hijo es español, zamorano. "

—En nuestros pueblos, cuando alguien te quiere agasajar, te saca chorizo, jamón o lomo que no son halal, precisamente.

—(M.) Ya, pero la gente te prepara otro tipo de comida. Cambia la comida para ti. Por ejemplo, en el Virgen de la Concha, ofrecían pescado en vez de cerdo. Siempre, con respeto.

—¿Qué platos marroquíes preparáis en Zamora?

—(M.) Lo primero, el cuscús. También, tajín, el cordero de horno, pollo, té dulce… Un montón de cosas. La comida española también me gusta, la que puedo comer por mi religión.

—Para comer, siempre con la derecha, ¿no?

—(K.) (Risas) Siempre, siempre.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents