Tierra del Vino

Más de un año sin antena ni cobertura móvil en Santa Clara de Avedillo

Los vecinos denuncian la falta de avances en la instalación de una nueva antena que, por ahora, se limita a la base de la estructura y el cableado

Estructura de la futura antena de telefonía móvil en Santa Clara de Avedillo.  | CEDIDA

Estructura de la futura antena de telefonía móvil en Santa Clara de Avedillo. | CEDIDA

Santa Clara de Avedillo

Seis años después, la problemática de la cobertura móvil regresa a Santa Clara de Avedillo. Muchos de sus vecinos, con casi 160 habitantes censados, se ven obligados desde hace un año a caminar cerca de un kilómetro por la carretera para rescatar los resquicios de la antena situada en el vecino término de Corrales del Vino. En el núcleo rural, la señal es nula "de día y de noche".

No es algo nuevo. Ya en 2019, los cortes reiterados los llevaron a pedir la ayuda institucional, con la entrega de escritos y recogida de firmas. "Algo se subsanó, pero es que ahora nada de nada". Sin rastro de la señal que hasta hace poco emitía la antigua antena, situada en las proximidades del frontón municipal, el municipio depende únicamente de las líneas de telefonía fija –en desuso– o bien de la fibra óptica, que habilita la opción de llamar a través de los datos móviles.

Una situación que aísla a la población más longeva, ajena en la mayoría de los casos a las nuevas tecnologías y que incluso les llevó a optar por la cobertura móvil como forma de ahorrarse dos facturas de teléfono. "Muchos tenemos a nuestros hijos fuera y mediante WhatsApp podemos comunicarnos, pero aquí hay gente mayor que no sabe cómo manejarlo y no tiene manera de hablar con los suyos".

La solución está bien a la vista, en forma de una nueva antena que prometía dar por cerrado el capítulo de la falta de cobertura en el pueblo, si bien su estructura se mantiene como un esqueleto a medio acabar. Los trabajos efectuados hace ya meses se centraron en la colocación de la base y el cableado, pero los repetidores brillan por su ausencia, tal y como remarcan los vecinos.

Una situación que no todos pueden reclamar, ya que la llegada de la fibra animó a parte del pueblo a migrarse a Adamo que garantizaba "la misma cobertura que con Movistar" al depender de su antena, pero claro, "si no tiene (en referencia a la operadora), entonces ya me dirás". Preocupa en el caso de la población más vulnerable, aquejada de enfermedades o dolencias y que precisa de una comunicación constante que se pierde en el mismo pueblo ante la práctica ausencia de señal.

Ante esta situación, las alternativas más viables pasan por alejarse del pueblo en torno a un kilómetro hacia la carretera –algo menos si se acercan hasta el cementerio–, o bien aprovechando los puntos más altos, pero siempre en las afueras. Una opción que en el horario nocturno o en días intempestivos se complica. Para quienes presentan problemas de movilidad, la telefonía fija se erige como su salvavidas.

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