Cañales y pesqueras en el río Duero a su paso por Zamora

El Duero, a su paso por Zamora y a las puertas de los Arribes, aparece salpicado de pequeñas construcciones

Cañales, pesqueras y azudas identifican a este espacio natural repleto de vida

"Charquitos", el último pescador" de los cañales: "Vendíamos los peces por los pueblos limítrofes y en el mercado de Zamora"

Cañales de Valverde o de «Charquitos» en los Infiernos de Almaraz | M. P. R.

Cañales de Valverde o de «Charquitos» en los Infiernos de Almaraz | M. P. R.

Manuel Pérez Rapado

Siempre me llamó la atención el nombre de cañal para un artilugio hecho para pescar y la solución está en el diccionario que dice: el "cañal" es un cerco de cañas que se hace en algunos ríos para pescar. A continuación, viene otra definición: canal pequeño que se hace al lado de algún río para que entre la pesca y se pueda recoger con facilidad y abundancia.

En el Duero a su paso por Zamora existen dos cañales independientes de las aceñas, con sus azudas correspondientes, que son los cañales de "Guerra" y los cañales de Valverde o de "Charquitos".

En el río Esla, visible hasta hace muy poco, el cañal era estaba a 800 metros aguas abajo del Puente Quintos, llamado puente de la Pesquera, hoy cubierto por las aguas de la presa que se construyó entre los términos de Santa Eulalia de Tábara y Granja de Moreruela a finales del pasado siglo. El otro quedó cubierto por las aguas del embalse de Ricobayo en 1.931.

Plano del meandro, con el túnel, la presa y la ubicación de los cañales

Plano del meandro, con el túnel, la presa y la ubicación de los cañales / M. P. R.

Las aceñas del Duero contaban la mayoría de ellas, con cañales adosados a la aceña más interior. Hoy solo se conservan tres, los cuales estuvieron en activo hasta que dejaron de moler las aceñas a mediados del pasado siglo: el primero se encuentra en las aceñas de La Peral, aguas arriba del puente de Toro; el siguiente está en las aceñas de Gijón, aguas abajo de las de Olivares; y el último se sitúa en las aceñas de los Pisones, aguas abajo de las de Gijón.

Los cañales de Valverde o de "Charquitos", están situados en el río Duero, a 9 kilómetros de Zamora por la carretera que va a Almaraz y Villaseco. El lugar donde está enclavado se denomina "Infiernos de Almaraz"; el nombre lo dice todo. Al Duero le quedan 4,5 kilómetros para el inicio de los Arribes del Duero.

El nombre de cañales de Valverde responde a su ubicación en el término de la dehesa de Valverde, límite con Almaraz de Duero. En el caso de "Charquitos", la denominación viene porque esta familia los arrendó en el año 1.935 y los regentó hasta los últimos años de la década de 1.980.

Estudio

Estos cañales son ligeramente diferentes a los ubicados en las aceñas. Están situados estratégicamente en el Duero pues ocupan el "vértice" de la curva de 180 grados que hace el río en estos pagos.

Es un meandro de 10 kilómetros de longitud, impresionante y poco conocido debido a las dehesas que lo rodean, tanto por dentro como por fuera. Comienza en la presa del Porvenir de San Román de los Infantes y finaliza donde la empresa situó la central de producción eléctrica. El meandro tiene 1 kilómetro de anchura, que es la longitud del túnel construido a principios del siglo XX y pionero en la producción hidroeléctrica en España. Aquí el Duero por cada kilómetro de recorrido desciende un metro sobre el nivel del mar. Esa es la razón de que el salto del Porvenir alcance aproximadamente de 11 metros de altura.

Analizando la foto de estos cañales vemos que son dos, el más cercano a la orilla está muy deteriorado y los "Charquitos" no lo pusieron en funcionamiento, si lo hicieron con el más interior. De este cañal sale el azud o presa que oblicuamente llega a la otra orilla o margen izquierda, su misión era encauzar el agua del Duero hacia los cañales en tiempos de estiaje. El primero cuenta también con un azud muy corto.

Paredes o muros del cañal

Cada cañal cuenta con dos muros de piedra y un emparrillado para atrapar a los peces, carecen de compuerta como si tienen los situados en las aceñas.

En el inicio del cañal y entre los muros que lo forman hay un desnivel, en vertical, hasta el fondo del lecho del río de al menos un metro, su misión es para que el agua coja velocidad y pez que entre en este laberinto no pueda remontar y volverse atrás.

Dibujo del emparrillado del cañal o pesquera

Dibujo del emparrillado del cañal o pesquera / M. P. R.

Los muros o paredes tienen una serie de ventanas o aliviaderos para que el agua que entra pueda tener salida y no lo haga solo por el final del canal para evitar la presión en las paredes.

El fondo del cañal está enlosado de piedra para garantizar que la erosión del agua no destruya los muros.

El emparrillado

Entre las paredes del cañal, que es por donde circula el agua, se coloca un emparrillado de tablas. ¿Cómo hacían el emparrillado? Entre las paredes o muros colocaban tablones perpendiculares a los mismos, o trozos de vigas que se incrustaban en ellas. La separación solía ser de un metro o metro y medio. Después clavaban las tablas que colocaban paralelas a las paredes. El emparrillado quedaba inclinado de forma ascendente hasta el final del cañal.

¿Qué ver en las cercanías?

Si la visita a los cañales se hace desde Zamora ciudad, justo un kilómetro antes de llegar finaliza la bajada de la cuesta de la "Barrosa" y nos encontramos con una pradera extraordinaria donde suelen estar pastando las vacas (moruchas la mayoría) de la dehesa. El arroyo que por allí fluye es el de la "Fresneda", procedente de la dehesa del Puerto, por donde cruza la Nacional 122 y famosa por la Fuente de la Salud".

Puente de Joyalada

Puente de Joyalada / M. P. R.

Pasados los cañales y a un kilómetro se encuentra el puente de Joyalada, una zona muy querida por los pescadores. Estas aguas proceden del término de Almendra, Muelas del Pan y Almaraz. El paraje sigue siendo de ensueño y siguiendo la carretera hacia Almaraz nos encontramos con la zona de las viñas de Almaraz y sus almendros. Si nos adentramos por el camino que las cruza llegaremos a la aceña del "Saceo", muy deteriorada al igual que el azud o presa que tiene varios portillos. Sus últimos molineros fueron los "Charquitos", los mismos que los de los cañales.

Flora y fauna de la zona

En cuanto a la flora, en las orillas del agua abundan los carrizos y las espadañas o eneas, el romero y junto con las jaras son los arbustos más abundantes, así como tomillos y cantuesos. Entre los árboles las encinas no tienen competencia. De la fauna se pueden destacar dos ejemplos. Las anguilas, que se fueron, y los cormoranes, que vinieron para quedarse.

Las anguilas se fueron para siempre a partir de la década de 1.965; esta especie llegaba como "angula" y ascendía por el Duero. Cuando querían reproducirse, hacían el camino inverso y volvían al punto del nacimiento que era el mar de los Sargazos en el océano Atlántico. ¿Quién impidió el paso de las angulas? La respuesta está en la presa de Villalcampo construida en 1946 y años más tarde el resto de presas levantadas en el tramo internacional del Duero.

Los cormoranes, según el bloc de José Miguel Hernández llegaron a Zamora en 1980, poco después de dejarnos las anguilas. En los Infiernos de Almaraz han encontrado un paraíso. Es un ave completísima; vuela, nada y bucea. Los pescadores no la tienen por amiga.

Lázaro Rodríguez, “Charquitos”, en Almaraz de Duero

Lázaro Rodríguez, “Charquitos”, en Almaraz de Duero / M. P. R.

Lázaro Rodríguez “Charquitos”, el último pescador de los cañales

Lázaro Rodríguez Villar nace en la Hiniesta en 1.931, queda huérfano de madre a los 3 años y con 5 años la familia se traslada a vivir a los Infiernos de Almaraz, a la casa que hay junto a los cañales de Valverde.

Pinceladas sobre su vida:

• Ha sido el último molinero del rio Duero en las aceñas del Saceo, sitas en Almaraz, y el ultimo pescador de los cañales de Valverde o de “Charquitos”.

• Cuenta actualmente con 93 años y la cabeza, como dice él, no coordina todo lo bien que él quisiera, pero anécdotas todavía quedan.

• Aprendí a manejar el barco nada más instalarnos junto a los cañales de Valverde. En el barco no había remos se manejaba con el “varal”.

• Había dos cañales, pero solo se pescaba en el de dentro, el de fuera nunca lo reparamos. Para coger los peces lo hacíamos con el barco, lo atábamos a las argollas que había en la pared interior del cañal y peces al barco.

• Entraban todo tipo de peces: anguilas, carpas, barbos, escallos, sardas. Las más apreciadas eran las anguilas, pero dejaron de entrar a partir de la década del 1.960, el motivo que las presas no dejaban subir las angulas y las anguilas adultas se marcharon camino del mar.

• Los peces los vendíamos en los pueblos limítrofes, pero sobre todo en Zamora. En el mercado nos los vendían algunos puestos.

• Fui a la escuela (cuando iba) que había en las casas de la dehesa de Valverde que me quedaba a un kilómetro de largo.

Percances en el río tuve muchos; me acuerdo que en las crecidas del Duero bajaba mucha madera y había que entrar a buscarla

• Puede decirse que fui el hombre de la casa, era muy mañoso y comencé a cazar desde muy pequeño, no solo con cepos, la escopeta que medía más que yo fue mi mejor aliada. Al atardecer y con la luna, solía coger el barco y las dehesas de San Julián, Valverde, las Carbas y las Vegas eran territorios amigos. Los conejos se vendían principalmente en el mercado de Zamora.

• Las entradas de los peces en el cañal, era temporal. El invierno el peor momento, las aguas superaban el cañal, y los mejores la primavera y el verano que era cuando el agua no rebasaba la presa.

• El señor Esteban que estaba de molinero en las aceñas de los pisones, vino a nuestra casa para que le reparáramos el cañal de pesca y para allá me mandó mi padre.

• Percances en el río tuve muchos. Me acuerdo que en las crecidas del Duero bajaba mucha madera y había que entrar a buscarla, una de las veces la velocidad del agua o el descuido mío me mandó a los remolinos y no quedé allí porque Dios no quiso o por la pericia que tenía.

• De las aceñas del Saceo guardo buenos recuerdos, pero cuando dejamos de moler por falta de clientes me trasladé a Zamora.

• Siempre fui autónomo y puse un taller de bicicletas y soldadura en la Puerta de la Feria, detrás de Álvaro de Castro.

• Años más tarde puse la autoescuela “Charquitos” hasta que me jubilé.

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