Un viaje por los cien años de historia de la escuela de Fermoselle
El actual CEIP Fermoselle conmemora el centenario del colegio con la recreación de un aula de antaño
Se necesitaron hasta 18 camiones para el transporte del material con el que se dotó el centro abierto en 1928
La exposición rescata diversos objetos y cuadernos de antiguos alumnos de bellísima factura, como el de Alice Fermoselle

GALERÍA | El colegio de Fermoselle cumple cien años / Miguel Ángel Lorenzo
Cien años contemplan al colegio de Fermoselle. Un proyecto educativo que ha formando a generaciones de fermosellanos a los que el centro abre sus puertas para evocar una etapa inolvidable y la ingente labor pedagógica desempeñada por maestras y maestros rurales a lo largo del último siglo. El actual CEIP Fermoselle invita a un apasionante viaje por la escuela de antaño; la del braserillo y la tiza, la de la Enciclopedia Ávarez y cuadernos que son verdaderas obras de arte.
"Queridos padres. Un caso ocurrido recientemente ha hecho que tu hija abjurase radicalmente de aquel defecto que tanto te perjudicaba: la pereza. Era una mañana gris, un día de niebla, mi madre se acercó a mí, me acarició y dejó el almuerzo a mi alcance junto a la cama. Cambié de posición en la blandura del lecho y quise continuar mi sueño interrumpido. En mala hora cerré los ojos, pues “la Golosa”, una gatita de los vecinos, entró, robó mi almuerzo y me llenó de arañazos. Desde ese día ya no soy la holgazana de antes. Cariñosos besos a mi madre y usted reciba la estimación de su hija Pilar".
Corría el año 1955. Pilar Gómez tenía 11 primaveras cuando, con su distinguida caligrafía, escribió en el cuaderno escolar tan precisa y sentida narración sobre la aventura con el felino. Más allá del vínculo sentimental de quien lee una carta de su madre cuando era una niña, la directora del CEIP Fermoselle, Mª Begoña García Gómez, lo exhibe como uno de los tesorillos reunidos en el Aula Museo instalado en este colegio público rural que cumple cien años de historia.

La escuela que cumple un siglo
La efeméride ha sido motivo suficiente para rescatar la trayectoria de un centro que daba sus primeros pasos el 23 de octubre de 1924, cuando el Ayuntamiento acordó la construcción. Tendrían que pasar cuatro años más para verlo operativo, el 21 de marzo de 1928. Fechas debidamente documentadas en las exposiciones que ocupan dos aulas en "El Seco", magnífico edificio levantado en la parte alta de Fermoselle que regala excelentes vistas de la villa de los Arribes y Portugal.
Las crónicas de la época, basadas en el relato minucioso de Manuel Rivera Lozano –el recordado maestro y cronista oficial– cuentan cómo se necesitaron hasta 18 camiones para el transporte del material con el que se dotaría al colegio. Cargaban siete millares de libros de enseñanza, cien metros cuadrados de encerados, más de 300 mapas, varias máquinas de coser, básculas, aparatos de proyección, un microscopio o 2.500 útiles de dibujo.
Una muestra de ese material educativo se puede contemplar en el Aula Museo del CEIP Fermoselle, con la magnífica recreación de aquella escuela de hace un siglo y toda su trayectoria.

La escuela que cumple un siglo
Prácticamente todo pertenece al centro, con alguna excepción como los pupitres de madera, literalmente salvados de la quema en Villar del Buey -donde estaban almacenados tras llegar desde un colegio privado de Madrid con destino al Instituto de Muga– y que han servido ahora para recrear el aula de antaño de Fermoselle. El pequeño museo alberga elementos tan significativos como el tonel procedente de Estados Unidos donde se transportaba la leche en polvo como una ayuda alimenticia para remediar la difícil situación de los pequeños en tiempos de posguerra o la urna donde el pueblo de Fermoselle votó la Segunda República, en 1931.
El tintero, la pluma, los pizarrines, el braserillo del maestro (cuando no una mucho más austera lata con la que los escolares combatían los rigores del invierno), el encerado con las tizas, juegos de tabas, ábacos, enciclopedias Álvarez, una significativa edición de "La educación del ciudadano" o el monográfico sobre José Antonio Primo de Rivera que la maestra Isabel Manzano Prieto mandó escribir a sus alumnas.
También se ha recuperado una lámina de ergonomía, usada en otras exposiciones, o de sociales, plantas y animales. Se conservan máquinas de coser de cuando las alumnas tenían entre su contenido educativo el aula de costura. La báscula y el metro o un rudimentario laboratorio, además de trabajos escolares como el dibujo de Otilia Miranda y la explicación de la Rosa de los Vientos.
Por encima de tan esmerado material, la maestra Begoña García exhibe con orgullo, y hasta emoción, "la joya de la corona". Un cuaderno de Alice Fermoselle Funcia que por su hermosa factura y contenido se ha mostrado en varias exposiciones y forma parte del legado del Museo Pedagógico de Zamora, cedido ahora para el centenario del colegio.

La escuela que cumple un siglo
Tal es su valor que la directora lo extrae delicadamente de un envoltorio para descubrir el trabajo de aquella niña fermosellana de la posguerra con su letra y trazos perfectos, los mapas, dictados, recetas, lecciones de Historia o un excepcional dibujo de un corazón y la descripción del funcionamiento del aparato circulatorio.
También es posible encontrar en este viaje a la historia educativa en Fermoselle documentos, actas del Consejo Escolar de los convulsos años de la Guerra Civil que muestran cómo la villa de los Arribes no se libró de la depuración del Magisterio con el asesinato de la recordada maestra Engracia del Río. Sobreviven niñas de aquella época, hoy "quasi" centenarias, como Trinidad Villarino, que a sus 94 años aún recuerda a doña Engracia y conserva el cuaderno de la escuela, en su caso la misma libreta donde se apuntaba el aceite y el vino. Todo era aprovechable en tiempos de carestía.
Cien años de historia contemplan a un colegio que nació para educar a 800 niños y niñas hasta hoy, con 34 escolares de varias nacionalidades que dan vida al CEIP Fermoselle. Nada como la trayectoria de una escuela para definir la evolución de un territorio golpeado por la despoblación y el envejecimiento aunque un siglo atrás vivió el esplendor, como lo demuestra este proyecto educativo donde se han formado generaciones de fermosellanos. Algunos de aquellos antiguos alumnos y alumnas están reviviendo la escuela de su niñez gracias a esta exposición y al rescate de fotografías en blanco y negro junto al icónico mapa de España o el globo terráqueo.

La escuela que cumple un siglo / Miguel Ángel Lorenzo
"La gente está disfrutando muchísimo" expresa Mª Begoña García Gómez, quien ha aprovechado esta conmemoración para exponer su colección personal de lapiceros. Más de 700 piezas de los cinco continentes, con variadas y singulares facturas. Sin olvidar episodios como la movilización del pueblo en 1996 para evitar el traslado de los alumnos mayores a Bermillo de Sayago. "Se consiguió mantener 16 años más la Secundaria" recuerda hoy la directora.
Momentos para la historia evocados en este centenario con el que Fermoselle ha querido hacer justicia a los ignorados 50 años. Aquella efeméride se limitó a un recordatorio periodístico de Manuel Rivera, quien tuvo "el honor" de ocupar sus aulas como maestro durante seis años. El cronista deseaba un merecido homenaje en el centenario de la escuela. Su deseo se ha cumplido.
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