San Blas de Ferreras de Arriba, esperanza y un nudo en la garganta

El municipio celebraba una de sus fiestas más tradicionales con el recuerdo de su exregidor Timoteo Sardá, recientemente fallecido y gran apegado a la fiesta

Los vecinos de Ferreras de Arriba se vistieron de gala para festejar este lunes una de sus fiestas más tradicionales, San Blas. Actos que comenzaban con los vecinos dirigiéndose a la casa de los mayordomos para acompañarlos hasta el templo. Jorge Sardá Arias y Chari Calderón Hernández recibían, vestidos de gala tradicional, a sus convecinos para realizar el recorrido antes de comenzar la misa.

Las mujeres lucieron el traje tradicional para día tan señalado y recorrido procesional tan distinguido. Los Mayordomos lucían por primera vez los medallones donados por Chari Calderón que llevarán los próximos mayordomos. La procesión salía del templo con San Blas a hombros, para recorrer antes del oficio religioso el centro de Ferreras con los acordes de "Los Tomillicos" de Ferreras de Arriba, el grupo tradicional que anima más de una fiesta.

Con la iglesia llena, el párroco Santiago Fernández, empezaba por los agradecimientos hacia todas las personas que preparan la fiesta, y especialmente a la familia de Jorge y Chari en unos momentos de "un nudo en la garganta" tras el fallecimiento reciente de Timoteo Sardá, quien fuera alcalde de Ferreras y una persona muy apegada a esta fiesta.

El padre Santiago ensalzaba la figura de este Santo, Mártir y Obispo armenio protector de la garganta. Con sabias palabras el padre Fernández pidió la salud para la garganta y que de ella salga "lo bueno, lo oportuno y lo constructivo, y no malas palabras". Y ante esos nudos en la garganta el párroco alentó con un mensaje de "esperanza". Recordó a aquellas personas que ya no están o no pueden asistir que siempre festejaron este gran día.

Un día en el que la imposición de la reliquia en el cuello despierta el agradecimiento y saca una sonrisa a sus devotos. Unos actos matutinos que se cerraban con el convite de dulces, chocolate y sangría para todo el pueblo.

Los mayordomos, especialmente Chari, resaltaba la colaboración de todos los vecinos en la organización de los actos, y pese a las circunstancias tristes, el propio Timoteo hubiera deseado que la fiesta de San Blas se celebrara. Y con ese ánimo mayordomos y familia regaló un gran día de San Blas.

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