Maestros rurales de Zamora alzan la voz por "jugarse la vida" en carreteras nevadas
Docentes piden que se "priorice" su seguridad y la de los alumnos que tienen que desplazarse por vías con hielo y nieve para acudir a la escuela

Un vehículo circula por una de las carreteras nevadas en Sanabria. | A. S.
"Vida solo hay una, prioricemos las necesidades". Esta es la reflexión de una maestra que ejerce en la escuela rural y que, ante borrascas como la que en los últimos días azota la provincia y que condiciona la circulación por carreteras nevadas o con hielo, se pregunta si "debemos arriesgar nuestra vida por un día de trabajo".
Y es que, como explica la docente, son muchos los maestros que, en un día de nieve y con condiciones meteorológicas adversas, tienen que desplazarse y que, al salir de sus casas para dirigirse a la escuela rural, desafían al frío, la lluvia, la niebla o a los animales que, cada vez con más frecuencia, cruzan las carreteras de la provincia, con el consiguiente riesgo de sufrir accidentes.
A pesar de estas circunstancias, como remarca, los maestros demuestran cada día que son personas con vocación, preocupadas por los alumnos y comprometidas con la escuela rural, "tan olvidada en muchos casos".
De hecho, considera que los maestros, que en muchos casos viven separados de familias y amigos y alejados de sus casas, "están cada vez más desprotegidos" porque "nos vemos casi obligados a acudir a nuestro puesto de trabajo a pesar de las condiciones adversas en la carretera o, en su caso, a ser nosotros los que decidamos o dejemos en manos de las familias la asistencia al centro tras la nevada".
Peligroso regreso a casa
A modo de ejemplo, relata el regreso a casa después de impartir clase , retorno "muy condicionado por la nieve a la altura de un puerto de montaña". "Después de conseguir detener el vehículo y ver como otros turismos impactaron contra los muros de la carretera, afortunadamente sin daños personales ni materiales", prosigue el relato, "es muy duro intentar volver al puesto de trabajo al día siguiente mientras continúa la nevada y los accesos a carreteras están intransitables por la nieve".
Ante estas condiciones se pregunta si los maestros de la escuela rural deben arriesgar su vida por acudir un día a su puesto de trabajo. "Dejemos que los niños sean felices, disfruten de la nieve junto a su familia, cuiden su salud sin arriesgarse a una caída innecesaria y valoremos la vida de las personas que, por un motivo u otro, debían salir a la carretera", concluye esta docente que, por encima de otras circunstancias, reclama que se confiera prioridad ala integridad física de los maestros y de los alumnos de la escuela rural.
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