Las águedas "toman" Muelas del Pan: "Mujeres de toda Zamora, hoy es nuestro día"

El VIII Encuentro Provincial de Águedas reúne a 1.500 mujeres de todas las comarcas zamoranas

La Águeda Mayor recibe por primera vez dos bastones, el del Ayuntamiento de Muelas y el de la Diputación Provincial

VÍDEO | 1.500 águedas toman Muelas del Pan: el valor de la mujer rural

I. G.

“A ver qué voy a hacer yo con dos bastones” reacciona una azarosa Águeda Mayor. “Pues vas a mandar en Muelas y en la provincia” replicaba el presidente de la Diputación. Cincuenta años celebrando a Santa Águeda cada 5 de febrero y Carmen Lorenzo Calvo no se había visto en otra.

Por si fuera poco, el bastón de mando del Ayuntamiento que cada año se entrega a las águedas en la fiesta de la santa, esta vez el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, hacía lo propio con el suyo a la Águeda Mayor de Muelas del Pan. Y fue así como, por primera vez, una Águeda zamorana “mandaba” en su pueblo y en la provincia de Zamora.

Fue el día de los “vivas”. Viva Zamora, viva Muelas, viva Santa Águeda. Pero sin duda el más atronador fue un “vivan las mujeres” que era más que un símbolo. Era el orgullo de un colectivo que representa “la mitad de la población de Castilla y León” precisó la vicepresidenta de la Junta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, la zamorana Isabel Blanco, quien participó en el encuentro de Muelas del Pan vistiendo el traje de águeda de su madre.

Muelas del Pan ha sido este año el anfitrión del VIII Encuentro Provincial de Águedas, el más multitudinario de todos los celebrados hasta el momento. Con 1.500 mujeres -y el dato es real porque han sido los tickets de comida repartidos-, la fiesta ha superado con creces a la edición pasada en Benavente, donde se reunieron 1.300 águedas de todos los puntos cardinales de la provincia.

Esta vez más. Mujeres de todas las comarcas, enarbolando las banderas de sus asociaciones y cofradías, y luciendo los elaborados y vistosos trajes, hacían historia llenando la Plaza Mayor de Muelas del Pan. No cabía un alma más en la marea de color, desenfado y desparpajo con el que las águedas hacían gala de su poderío. “Viva el poder de las mujeres” soltaba una veterana llegada de la comarca de Aliste mientras espontáneos corrillos cantaba, bailaban o manteaban el pelele.

“Mandáis las mujeres, yo no se lo que haré” reaccionaba el alcalde de Muelas del Pan, Luis Alberto Miguel, desprovisto del bastón y con una Águeda Mayor sobrepasada y emocionada. “Esta fiesta es lo máximo para mí. Salir con nuestros trajes, recibir la miaja, cantar y bailar por las calles” evocaba Carmen Lorenzo Calvo desde el balcón del Ayuntamiento de Muelas y ante una plaza repleta.

El presidente de la Diputación habló de un “fenómeno social” al referirse a este encuentro anual organizado por la institución provincial que pasa por ser uno de los más multitudinarios de la provincia con las mujeres como protagonistas. Mujeres en su mayoría llegadas de la Zamora rural, desempolvando baúles y armarios para lucir orgullosas sus trajes, hechos con sus propias manos o heredados de madres y abuelas. Aireando manteos y bailando al son de la flauta y el tamboril.

Encuentro de águedas en Muelas del Pan

Encuentro de águedas en Muelas del Pan / Alba Prieto

Porque se trata también de ensalzar “una riqueza cultural, la indumentaria heredada de madres a hijas; es el valor de nuestras tradiciones” destacó Isabel Blanco. “Hoy reivindicamos el papel tan importante que la mujer tiene en el territorio y en el mundo rural. Por son las mujeres las que ayudan a fijar población, a generar empleo y oportunidades. Y la labor de la Junta de Castilla y León es apoyar nuevas iniciativas, ayudas a esas emprendedoras que se quieren quedar en los pueblos, en su territorio” enfatizó la vicepresidenta de la Junta.

“Águedas de todos los pueblos de la provincia, hoy es nuestro día” clamaba la Águeda Mayor desde el balcón del Ayuntamiento entre atronadores aplausos y con los dos bastones de mando que portó durante el desfile. Tras el recorrido por las calles de Muelas, llegó la misa en el Pabellón Municipal, que se quedó pequeño para tal cantidad de mujeres en este encuentro de récord.

Por fortuna el tiempo acompañó y permitió desarrollar parte de los actos al aire libre. Una ventana de sol tras el chaparrón ayudar a celebrar la fiesta con todo el esplendor, aunque la organización era todo un desafío y la comida llegó con cierto retraso, pasadas las tres de la tarde, en las dos carpas habilitadas para servir 1.500 platos. Por eso, cuando aparecieron los camareros con los platos repletos de paella, fueron recibidos con aplausos de alivio. Había hambre después de una mañana intensa.

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