Un empresario americano compra el Poblado del Salto de Castro

Jason Lee Beckwith, dueño y director ejecutivo de Rockin Hospitality, con sede en California (Estados Unidos), junto a su pareja, son ya oficialmente los nuevos propietarios del antiguo Poblado de Salto de Castro situado dentro del entorno de la Central Hidroeléctrica de Iberdrola, en plenos Arribes del Duero alistanos y dentro del término municipal de Fonfría. A 53 kilómetros de Zamora, a 21 de Miranda do Douro y a 68 del aeropuerto de Braganza.

Un lugar único, idílico y paradisíaco a nivel arquitectónico y de biodiversidad, rayano con la freguesía Paradela en el concelho luso de Mirada do Douro, que en un plazo de 18 meses volverá a recuperar la vida y esplendor que nunca debió perder, tras 35 años de abandono (17 sin un alma), dentro de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza "Meseta Ibérica" de España y Portugal, y que albergará alrededor de 184 plazas de hospedaje turístico.

Salto de Castro

¿Quién es el salvador? Se trata de un ciudadano americano que ya está tramitando el visado para cambiar el oeste Americano de California por el oeste zamorano de Aliste para fijar su residencia permanente en España.

Su firme deseo es convertirse en el primer empadronado residente del Poblado del Salto del Castro, una vez sea restaurado, como vecino y administrador de las operaciones diarias que se desarrollen en él como complejo de lujo de retiro turístico internacional de primer nivel. Incluso se marca los plazos con la apertura para el mes de agosto de 2026.

La compraventa se ha cerrado en alrededor de 300.000 euros, de los cuales el comprador ya ha pagado la mitad, 150.000, a sus legítimos dueños y el resto se abonará con el cierre de los trámites burocráticos en marcha, es decir, escrituras y título de propiedad.

Durante mas de una década su propietario ha sido la sociedad "Espiñeira", con orígenes en Galicia, de la que forma parte el empresario Balbino Fraga Casaleiro, natural de la parroquia de Beluso, que en su día fue uno de los socios fundadores, del diario "El Mundo" junto a Pedro J. Ramirez, Juan González y el ya fallecido Alfonso Salas.

El proyecto de reconvertirlo en centro turístico se truncó en 2008 con la crisis y, ya en 2023, se lanzó a bombo y platillo la venta al empresario y constructor toledano Óscar Torres que, sin embargo, nunca llegó a fraguar.

Con vistas a la recuperación y puesta al día del núcleo de población, fuentes cercanas al promotor, señalan que éste "es un empresario serio y con solvencia económica" y cuenta con una partida inicial de dos millones de euros para afrontar la restauración.

Tanto en la obras como una vez recuperado, la idea es que si hay personal cualificado en la zona donde se ubica tengan preferencia para asentar población. Más allá de preservar su increíble belleza física, que también, se tratará de enriquecer la economía local (comercios y productos locales) y "celebrar la atracción profunda de España; nos dedicamos a mostrar no solo los impresionantes paisajes, sino también el rico tapiz cultural de la cocina, la gente y la historia española".

Lo que se pretende es ofrecer alojamiento de clase mundial y experiencias excepcionales. "Nuestro objetivo es sumergir a los viajeros en la verdadera esencia de España y garantizar que se vayan con recuerdos preciados del campo y la vibrante cultura española" señala Jason Lee Beckwith.

Dos ONG y una universidad privada, interesadas en el poblado de Castro tras su última oferta de venta

El promotor ya visitó el Poblado del Salto del Castro quedándose prendado tanto del lugar donde se ubica (Arribes del Duero), su arquitectura (construcciones) y el acceso viario (por la renovada y amplia carretera que comunica la Nacional 122 con Castro y Brandilanes), algo de lo que ya se muestra orgulloso en Estados Unidos, incluida una estampa posando en el Salto de Castro.

Visita que aprovechó para entrevistarse con el alcalde del Ayuntamiento de Fonfría, Sergio López Vaquero, con vistas a tomar un primer contacto con las autoridades municipales y comentarle tanto su nuevo status como propietario como sus proyectos para el Poblado del Salto de Castro.

Para el alcalde de Fonfría, si algo está claro es que "el Poblado del Salto del Castro es uno de los mejores conjuntos arquitectónicos de la provincia de Zamora, una auténtica maravilla y desde el Ayuntamiento vamos a dar todas las posibilidades para que recobre la vida, -dentro de nuestras posibilidades, pues es un recinto privado-, más aún si como parece así va a ser crea un tejido social, empresarial y económico con la consiguiente generación de empleo en nuestro municipio del que esperamos se beneficien los vecinos. La verdad es que estuvo aquí a presentarse y Jason Lee Beckwith nos pareció una persona muy seria y con las ideas muy claras".

El objetivo es posicionar al Poblado del Salto de Castro como un destino de primer nivel para los viajeros que buscan una combinación de lujo, comodidad y experiencias únicas, comodidades integradas del pueblo que incluirán villas de lujo, apartamentos boutique y albergues limpios y seguros, junto con un restaurante para bodas y eventos, un centro de bienestar, instalaciones recreativas y un menú cuidadosamente seleccionado incluido en la estadía de cada huésped.

Se prevé ofrecer una experiencia inmersa que irá más allá de un simple lugar donde quedarse. A diferencia de los Bed & Breaskfast independientes que se encuentran en la zona "nuestro pueblo se diseñará como un destino donde los huéspedes podrán disfrutar de una variedad de servicios y actividades únicos e integrados dentro del mismo lugar. Poblado de Castro no se va a tratar sólo de un alojamiento, se tratará de crear una experiencia memorable que permitirá a los huéspedes participar de manera que los bed breakfast independientes normalmente no pueden ofrecer".

De Saltos de Duero a Iberduero

La Sociedad Hispano Portuguesa de Transportes Eléctricos "Saltos del Duero" fundada en 1918 y promotora del "Salto de Ricobayo" entre 1929 y 1914, fue el origen de la creación del Poblado del Salto de Castro, para aumentar la producción hidroeléctrica en el río Duero, ya en pleno proceso de ampliación empresarial, que al ser absorbida por Hidroeléctrica Ibérica, de la mano de Pedro Careaga Basabe, daba lugar el día 30 de septiembre de 1944 a Iberduero (desde 1992 Iberdrola).

Pedro Martínez Artola fue el ingeniero que diseñó el conocido como "Salto de Castro" mediante contrafuertes (hormigón) con una altura de 55 metros y una longitud de coronación de 144 metros, cuyo embalse ocupa una superficie de 180 hectáreas (retrocede por los términos municipales de Fonfría, Pino, Villadepera y Villalcampo) con capacidad para albergar 27 hectómetros cúbicos de agua.

Su construcción se inicio en plena posguerra (1946) y se finalizó y puso en marcha el día 12 de diciembre de 1952 (momento de su mayor esplendor), afrontándose su ampliación entre 1974 y 1977, para dar servicio (luz y energía) hoy a alrededor de 137.000 hogares.

Proceso constructivo

El Poblado del Salto del Castro fue diseñado por los arquitectos Galíndez Zabala y Chapa Galíndez, los cuales realizaron un magnífico trabajo ajustando el nuevo núcleo poblacional, con construcciones en piedra, a la escarpada orografía del terreno con una fuerte inclinación hacia el río Duero (ahora embalse). Por su ubicación y diseño fue considerado durante décadas por muchos, tanto expertos (arquitectos e ingenieros) como ciudadanos, como el pueblo más pintoresco de la provincia de Zamora.

Para acoger primero a los operarios que construyeron el salto, ingenieros y obreros, se construía el Poblado de Castro en la ladera de la colina que da al río Duero. Un centro residencial luego ocupado por los empleados de Iberduero con 44 viviendas, bar, iglesia dedicada a Santiago Apóstol, una hospedería con capacidad para 14 habitaciones, escuela, garaje para el coche de linea, Casa Cuartel de la Guardia Civil, dos piscinas y zonas recreativas. Entre sus moradores, en sus salones trabajaron durante la construcción del salto ingenieros de reconocido prestigio como Francisco González, Antonio Sagaseta, Juan Alonso y Luis Olaguíbel.

En defensa del poblado de Castro

Su declive comenzó en el año 1989 cuando Iberduero instaló los controles remotos para el control de las instalaciones, lo cual traía consigo el traslado tanto de los empleados como del puesto de la Guardia Civil tras 37 años de plena actividad.

A partir de ahí llegarían otros 35 años de incertidumbre donde los residentes (empadronados) se contaban con los dedos de una mano y sobraban dedos. Afrontó el cambio de siglo con sólo tres habitantes hasta 2004 en el que quedó un residente que aguantó hasta 2007. Desde 2008 (17 años) no reside nadie en él y eso contribuyó aún más si cabe a su deterioro, muchas veces a causa de actos vandálicos de los que se han salvado las infraestructura de piedra (cantería).

Tras 35 años de auténtica desidia y abandono (donde incluso se llegó a barajar su demolición), de especuladores con proyectos que no llegaron a nada, ahora sí, parece que por fin ha llegado alguien con las ideas claras y con dinero en el banco para "salvar" el Poblado del Salto del Castro. Se llama Jason Lee Beckwith, un americano del oeste que viajará 8.970 kilómetros desde California a Zamora para reconvertir en un complejo turístico de lujo el Poblado del Salto del Castro.

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