Ferreras de Arriba: menos de dos personas de media por hogar

La consulta del avance de las Normas Urbanísticas revela que casi el 43% de las viviendas son primeras residencias en el municipio

Un camión esparce sal en Ferreras de Arriba. | ARACELI SAAVEDRA

Un camión esparce sal en Ferreras de Arriba. | ARACELI SAAVEDRA

El documento de avance de Normas Urbanísticas Municipales de Ferreras de Arriba y Villanueva de Valrojo está en fase de consulta por parte de vecinos y propietarios. La memoria presentada por Boylan Consulting y elaborada por el equipo técnico, Javier Pérez García, Lucía Moto Sales y Enrique de Juan Roncero, parte entre otros del análisis de la evolución de la población del municipio y su economía, además de los factores de desarrollo como el medioambiente y el importante patrimonio arqueológico.

La población ha pasado de los 525 habitantes de 2000 a los 356 del año 2023, lo que supone una reducción de la población de un 33%. Sumado al envejecimiento de los habitantes, 359 personas con más de 70 años. De las 420 viviendas existentes, solamente 180 son principales, el 42,9%, y las otras 240 son segundas residencias (57,1%) ocupadas en vacaciones, fines de semana o simplemente vacías. La media de personas en las viviendas de uso principal es de 1,98 habitantes, y solo en 9 viviendas hay más de cinco personas.

En cuanto a la actividad económica, registra una buena evolución en los últimos cinco años, así las afiliaciones a la Seguridad Social han pasado de 53 personas de 2019 a 63 en 2024, en su mayoría trabajadores vinculados al comercio, turismo y hostelería con el 50%; en menor medida construcción y la industria con un 12%; y, por último, el sector primario en desaparición con un 10%.

La previsión más lógica poblacional es crecimiento negativo en los próximos años, que "solo podrá verse reducida por una apuesta de las administraciones por mejorar los servicios y dotaciones del municipio, acompañado por una potenciación del atractivo que puede observarse en su entorno natural (Sierra de la Culebra) sin dejar de lado la potenciación de pequeñas empresas de servicios o manufactureras" recoge la memoria. A la luz de los datos anteriormente expuestos, la potencialidad del municipio en lo que se refiere a su desarrollo y evolución futura, depende como elementos estructurales de las vías de comunicación. Los dos núcleos han crecido en el eje de la ZA-P-1407, en el caso de Ferreras, y la ZA-P-2639 en el caso de Villanueva.

Las carreteras provinciales ZA-P-2639 y ZA-P-1407 permiten comunicar las poblaciones con la nacional N- 631 y entre sí, y la ZA-V-2637. Estas vías otorgan un razonable nivel de comunicación con el resto del territorio provincial, si bien "debe señalarse que el estado de la carretera que debería permitir una comunicación más directa entre ambas localidades, la ZA-V-2637 es tan deficiente por sus abundantes y grandes baches y socavones que no permiten esta de una manera rápida".

Sobre la arquitectura tradicional, Villanueva de Valrojo registra una mejor conservación de las edificaciones antiguas, frente a Ferreras donde se constata el empleo de materiales poco acordes con los elementos tradicionales, muchas veces por el elevado coste de reparación o reconstrucción de esta arquitectura representativa.

De forma global, los dos pueblos tienen anchos de calles y un nivel de urbanización que supone una buena movilidad para el volumen de tráfico que se genera, 346 vehículos empadronados, que aumentan considerablemente en verano, que llega a duplicarse.

El municipio destaca por la pérdida de peso económico del sector primario, representando actualmente, tan solo, un 10% de la actividad económica, frente al 50% del sector servicios. El paisaje tiene un potencial enorme medioambientalmente como lo evidencia el hecho de que casi todo el término municipal esté dentro de la Red Natura 2000, en la Red de Espacios Naturales Protegidos, como parte de la Sierra de la Culebra,.

El municipio, a pesar de los daños causados por los incendios del 2022, posee un potencial muy grande con el turismo de naturaleza, y en este aspecto deben ser especialmente cuidadosas estas normas urbanísticas de manera que pueda combinarse el desarrollo de este potencial, que cree riqueza y puestos de trabajo en la zona, con el cuidado y respeto por el paisaje natural.

Otro factor determinante de fijación de población es desarrollar la mejora de las infraestructuras y servicios públicos existentes, los equipamientos y espacios libres, que contribuirían favorablemente a la fijación de población y al afianzamiento del casco tradicional del núcleo urbano.

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