Fermoselle empieza a "resplandecer" como Reserva de la Biosfera

Arranca el plan de actuaciones de conservación y restauración del ecosistema

Rehabilitado el palomar de "Las Jarrinas", además del desbroce y siembra de 18 hectáreas para la alimentación de las palomas

Iniciado el desbroce de caminos en zonas inaccesibles para construir senderos

Palomar de "Las Jarrinas" en Fermoselle, ya restaurado

Palomar de "Las Jarrinas" en Fermoselle, ya restaurado / Cedida

El conjunto de actuaciones destinadas a la conservación y restauración de ecosistemas y su biodiversidad en Fermoselle, enmarcado dentro del proyecto Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica, empieza a ver la luz. El municipio sayagués ha sido uno de los beneficiarios de las subvenciones destinadas a reservas de la biosfera, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Tras la subvención de 289.000 euros concedida el pasado agosto de 2024, el proyecto se puso en marcha en septiembre de 2024 con la adquisición del material necesario, la contratación del personal y la primera contratación pública para reconstruir cuatro palomares, de los cuales ya se ha rehabilitado íntegramente el palomar de “Las Jarrinas” y se ha comenzado con los trabajos en los siguientes contemplados en el proyecto.

También se han realizado actividades de desbroce y siembra de más de 18 hectáreas en parcelas cedidas por los vecinos para la alimentación las palomas y con el objetivo de mejorar las poblaciones de especies cinegéticas como la perdiz roja, el conejo, o la liebre europea, actualmente en declive en esta región. Además ha comenzado el desbroce de caminos en zonas que eran prácticamente inaccesibles a pie y que ahora podrán habilitar senderos accesibles en caso de un nuevo incendio.

Trabajos de desbroce y siembra de parcelas

Trabajos de desbroce y siembra de parcelas / Cedida

Se están realizando censos periódicos de manera mensual mediante observación directa, para contabilizar poblaciones de palomas y otras especies de aves rapaces que tienen particular interés en la zona, como el águila perdicera, el águila real, el buitre leonado o el alcaudón real.

El águila perdicera es una especie en peligro de extinción, con 2 parejas registradas en Fermoselle de las 17 establecidas en la comunidad de Castilla y León, el único territorio donde habita esta especie en la península. En torno a estas parejas se ha realizado el proyecto, con el fin de afincar las poblaciones ya existentes en el entorno y mejorar su situación.

José Manuel Pilo Vicente; el coordinador de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica, Lorenzo Jiménez; el director técnico del proyecto, Joaquín Sanz Zuasti y la técnica del proyecto, Laura Domínguez Carrasco.

Por la izquierda: Laura Domínguez, Joaquín Sanz Zuasti, José Manuel Pilo y Lorenzo Jiménez / Cedida

La siguiente acción que se va a llevar a cabo será el desbroce y repoblación de distintas parcelas en torno los arroyos de: “El Piélago” y “El Pradopetisco” con especies autóctonas de fresnos y frutales a solicitud de los propietarios, a los que se anima a colaborar mediante la cesión de sus parcelas durante los trabajos de mejora de estas y del entorno.

De todo ello se ha informado durante la primera reunión abierta al público celebrada el pasado 3 de enero en Fermoselle, que fue presidida por el alcalde del municipio, José Manuel Pilo Vicente; el coordinador de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica, Lorenzo Jiménez; el director técnico del proyecto, Joaquín Sanz Zuasti y la técnica del proyecto, Laura Domínguez Carrasco.

Con un presupuesto de 289.000 euros, a ejecutar en un periodo de 27 meses, el proyecto tiene entre sus principales objetivos la restauración del paisaje, incentivando la actividad agrícola-forestal en un área afectada por el gran incendio del verano de 2017. La prevención y extinción de incendios, mediante actuaciones que sirven para disminuir tanto la capacidad de inicio del fuego, como de su propagación y ganancia de intensidad. El desarrollo de medidas contempladas en el Plan de Recuperación del Águila Perdicera, con especial atención a la mejora del hábitat y recursos tróficos de esta especie amenazada. La formación de personal y de sectores implicados en el desarrollo sostenible de la zona. Y la promoción del patrimonio natural y cultural del espacio protegido.

Los incendios forestales hoy en día constituyen la mayor amenaza para el patrimonio natural y Fermoselle no está a salvo, como demuestra la estadística de una década (2011 a 2020), con una veintena de fuegos, destacando por encima de todos el originado el 26 de agosto del año 2017 que afectó a una gran superficie del término municipal de Fermoselle. "Un claro ejemplo de cómo un solo incendio puede generar una gran destrucción del medio forestal, tardando varias décadas en volver a su estado original" destaca el proyecto. Por ello, entre sus objetivos está el de contribuir a reducir el impacto de fuego sobre los recursos forestales del término municipal de Fermoselle, conservando de este modo las rentas necesarias para mantener la actividad agrícola-forestal y con ello asentar población en estas áreas rurales.

Las dos zonas de intervención se sitúan, por un lado en los terrenos ubicados en los parajes denominados como El Taconio, El Fregino, La Señara con una superficie estimada en unas 96 hectáreas. En esta área se realizará la rehabilitación de tres palomares tradicionales y actuaciones de mejora de hábitat para especies cinegéticas y trabajos de desbroce de parcelas abandonadas para evitar incendios.

Limpieza de senderos

Limpieza de senderos / Cedida

Los palomares forman parte de la arquitectura tradicional del paisaje de los Arribes y las construcciones que estaban asociadas a los cultivos del viñedo al proporcionar abundante abono a las viñas y huertas mediante la "palomina". También fue una fuente complementaria tanto de alimento como de ingresos para muchas familias por la producción de pichones y su posterior venta. El término de Fermoselle se estima un censo próximo a los 40 edificios, la mayor parte en un estado semirruinoso debido al progresivo proceso de abandono que han sufrido estas explotaciones.

La segunda zona de intervención comprende terrenos ubicados en la zona denominada como dehesa de La Jarrina y El Espinal con una superficie estimada en unas 93 hectáreas que precisamente sufrió las consecuencias del incendio de agosto de 2017 por lo que la mayor parte de la vegetación fue devastada por el fuego. En esta zona se realizarán actuaciones para incrementar los recursos tróficos del águila perdicera al encontrarse un territorio de reproducción próximo a la zona de actuación. También se llevará a cabo la rehabilitación de un palomar tradicional.

Restauración del medio natural mediante trabajos de reforestación. Se planificarán pequeños trabajos de restauración de la vegetación y trabajos preventivos dirigidos a disminuir la continuidad horizontal y vertical del combustible forestal, para disminuir tanto la capacidad de inicio del fuego, como de su propagación y ganancia de intensidad, facilitando la capacidad de extinción de los medios. Algunos ejemplos de estos trabajos son la apertura de fajas auxiliares con discontinuidad, a ejecutar en el margen de caminos, alrededor de edificaciones localizadas en el monte, de infraestructuras o de bienes de interés cultural. Otros trabajos preventivos serán la limpieza de vegetación de caminos y sus márgenes, limpieza de los pasos de agua y adecuación de los puntos de agua tanto para las autobombas como para los helicópteros de extinción.

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