La adoración más viva en Tábara

El municipio mantiene la representación del tradicional Auto de los Reyes Magos, recuperada en la villa en 1964 y considerada la primera obra teatral castellana, originaria del siglo XII en Toledo

La villa de Tábara cerró ayer sus magníficas y muy animadas y concurridas "Navidades con Ilusión" rememorando su ya histórico Auto Sacramental de Reyes cuyo ritual principal, que revive el viaje de los Magos de Oriente y su encuentro con el rey Herodes, se desarrolló en la Plaza Mayor y en la iglesia parroquial de Nuestra Señora la Virgen de la Asunción integrada en su día en el Palacio del Marquesado de Tábara. Rememoración de un viaje de alrededor de 800 kilómetros (unos 60 días) entre Partia y Jerusalén a solo dos horas de Belén de Judá.

Antaño este tipo de representaciones fue también habitual, aparte de en Tábara, en otros pueblos de la provincia de Zamora como Alcañices en Aliste (este año no se representó), Carbajales en Tierra de Alba y Andavías en Tierra del Pan. El sacerdote claretiano y etnógrafo carbajalino Francisco Rodríguez Pascual recogió e indagó sobre los textos de estas cuatro localidades con el apoyo de la Diputación de Zamora allá por 1983: "Los autos y representaciones de Reyes Magos eran cosa del pueblo", unas manifestaciones dramáticas y a la vez festivas donde los actores eran los vecinos, el público era el pueblo y el escenario sus calles, la Casa Consistorial y la iglesia. En Cerezal se representó durante la construcción del Salto de Villalcampo y los vecinos (obreros) ensayaban cada tarde en el viaje de regreso desde Villalcampo a Cerezal.

La adoración más viva

La adoración más viva

El Auto de Reyes Magos estuvo unido a los avatares del siglo XX y la estampa preservada por una familia refrenda que cuando menos ya se representó durante el reinado de Alfonso XIII y más concretamente hasta 1923. La Guerra Civil le asestó un golpe mortal y estuvo alrededor de 25 años debatiéndose entre la vida y la muerte del olvido. Hasta que un adolescente tabarés, Santi Andrés Fresno, que se había ido a estudiar a "Los Agustinos" de León, se empeñó en recuperar los textos y el ritual entre los más mayores y finalmente lo logró.

Su renacer tenía lugar en la Navidad de 1963, más concretamente el día 6 de enero de 1964, entonces representando Aurelio García a Melchor, Luis Morales a Gaspar, Tito Santos a Baltasar y Santi Andrés Fresno a Herodes, contando con sus propios pajes: Manuel Viñuela, Isacito García, Agustín Villalón y Luis Romero. Andrés Juárez ejercía en aquella época de alguacil y Domingo García era el alcalde de la villa.

El Auto de Reyes Magos de Tábara estuvo representado por Unai García (Melchor), José Manuel Fresno (Gaspar), Juan Luis Fresno (Baltasar), Hugo Sanz (Herodes), Mario Casas (ministro), Henar Pernía y Claudia Jorge (Doctores), José Luis (soldado), Paula Puente (ángel), Juan (san José), Ruth Pernía (Virgen María) y Martí Clemente, Mateo Sanz y Samuel Fernández (pajes).

El Auto de Reyes -con una polimetría de texto donde predominan los eneasílabos, alejandrinos y heptasílabos- es una obra de teatro románico relacionado con el "Ordo stellae", considerado como un drama litúrgico que ampliaba al oficio sacro que representaban los clérigos, normalmente en la catedral de Toledo.

La Adoración de los Reyes ya aparecía en el Evangelio de San Mateo (sabios) mutando a reyes en Tertuliano (160-245) y Prudencio, para generalizarse en el siglo XI. Sus nombres proceden del Evangelio Armenio de la Infancia.

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