San Andrés, el tesoro del pueblo más pequeño de La Guareña

La iglesia de Olmo de la Guareña, declarada BIC, se mide con templos de relumbrón de la Ruta del Románico de Zamora

Es un ejemplo fundamental de la arquitectura religiosa mudéjar de la provincia zamorana

Cada vez es más frecuente el goteo de visitantes para conocer esta joya de la Zamora rural

Es la joya del Olmo. Casi todas las semanas, sea invierno o verano, llegan personas interesadas en conocer uno de los más bellos monumentos de la Zamora rural. Enclavado en el vértice más sureste de la provincia, a tiro de piedra de los límites de Salamanca, Valladolid o Ávila, la Ruta del Románico de Zamora sitúa una parada fundamental en Olmo de la Guareña para visitar su iglesia construida en el paso del siglo XII al XIII

En el pueblo más pequeño de la comarca de La Guareña, donde apenas viven 15 habitantes, se asienta un interesante templo románico, declarado Bien de Interés Cultural. La iglesia de San Andrés es el orgullo del Olmo, un núcleo perteneciente al Ayuntamiento de Vallesa de la Guareña, cuyos vecinos –se puede precisar vecinas– la cuidan con celo y esmero.

A la cabeza de estas responsabilidades, Consejo Hernández, siempre dispuesta a abrir las puertas del templo y enseñarlo a cuantos visitantes se desplazan expresamente al pueblo para conocer el icónico monumento.

También puede considerarse una proeza que un pueblo tan pequeñito sea capaz de abrir la iglesia al culto todos los fines de semana, ya sea para la misa celebrada por el párroco Fernando Lorenzo o con la celebración de la Palabra que dirige Ángel García.

Desde su incorporación a las tareas parroquiales ambos han mostrado una implicación y compromiso con la iglesia y el pueblo que agradecen los vecinos. De hecho, Fernando Lorenzo trabaja en un proyecto para "potenciar los monumentos de toda la zona y que el valioso patrimonio religioso que se conserva en esta zona puede llegar a ser un reclamo turístico del que se beneficien los pueblos y los negocios".

La Virgen de la Paz, con la corona recién restaurada

La Virgen de la Paz, con la corona recién restaurada / Cedida

Los olmeros saben que iglesia de San Andrés es el buque insignia del pueblo y gracias a sus generosas aportaciones, el monumento se conserva como una tacita de plata. El monumento es una referencia permanente para quienes viven todo el año en el Olmo y tantos hijos del pueblo obligados emigrar en busca de mejores oportunidades. Las fiestas de la Virgen de la Paz, a las puertas del verano, suelen ser una cita inexcusable para el reencuentro y también una de las fechas en las que la iglesia recobra todo el esplendor.

La Virgen de la Paz, una talla románica del siglo XII singular por la representación de la madre dando de mamar al niño, exhibe una corona recientemente restaurada. Al igual que las puertas de la iglesia, tratadas contra los agentes externos, pintadas y remozadas, mejorando ostensiblemente la imagen exterior de este templo románico de finales del siglo XII y principios del XIII. "El más meridional ejemplo de arquitectura religiosa mudéjar de la provincia de Zamora" describe la publicación "Bienes culturales de la provincia de Zamora" de Hortensia Larrén Izquierdo y Luis Pichel Ramos.

San Andrés, el tesoro del Olmo

San Andrés, el tesoro del Olmo

También se ha retirado un árbol que estaban levantando el adoquinado de la parte trasera de la iglesia. Y en proyecto está la restauración de la talla de San Antonio, otro de los tesorillos del templo, o la reparación de la megafonía. Pequeñas intervenciones en las que se implican de lleno vecinos y emigrantes que velan por mantener en las mejores condiciones el tesoro más preciado y el principal reclamo que sitúa a Olmo de la Guareña en el mapa.

Señalización

Hasta cinco señales informan y dirigen a los viajeros hacia la iglesia de San Andrés en los distintos accesos al pueblo como uno de los monumentos incorporados al Plan del Románico de Zamora que refuerza las visibilidad de sus iconos culturales con una red de señalizaciones en carreteras y autovías.

"El edificio presenta dos momentos constructivos bien evidentes: la cabecera, más antigua, que responde el esquema típico de románico de ladrillo, vinculada al foco toresano. Y el cuerpo, de traza renacentista, con algunas intervenciones de época posterior, como la sacristía adosada a la nave norte. A los pies se sitúa la espadaña, construida también en ladrillo y con cuerpo de campanas con dos vanos de medio punto y remate para un pequeño campanil" documentan Larrén y Pichel.

Con fecha 12 de agosto de 1983 se publicaba la resolución de la Dirección General de Bellas Artes y Archivos, por la que se acordaba tener por incoado el expediente de declaración de monumento histórico-artístico, a favor de la iglesia de la Virgen de la Paz, en Olmo de la Guareña. Y se hacía saber al Ayuntamiento de Vallesa que "todas las obras que hayan de realizarse en el monumento cuya declaración se pretende, o en su entorno propio, no podrán llevarse a cabo sin aprobación previa del proyecto correspondiente por esta Dirección General".

La belleza de esta pequeña pero magnífica y singular construcción la sitúa entre los monumentos declarados Bien de Interés Cultural (BIC), midiéndose a templos de relumbrón mucho más conocidos y "reconocidos". En septiembre de 2013 la Junta de Castilla y León aprobaba la declaración BIC para este ejemplo de albañilería románica bien conservada cuyo modelo recuerda al foco mudéjar toresano de San Salvador de los Caballeros y San Lorenzo el Real de Toro o Santa María de la Antigua en Villalpando.

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