Jambrina "marcha" en su negativa a la llegada del biogás a Peleas de Abajo

"No las queremos". Un grito unánime como muestra del rechazo a la proyección de las plantas de biogás que buscan asentarse en la zona, más en concreto, en el término de Peleas de Abajo. Unos 350 vecinos de Jambrina, pero también de municipios y localidades anejas como Fuentespreadas, Santa Clara de Avedillo, Cuelgamures y Gema, se sumaban en la tarde de este lunes a una convocatoria que partía a pie para recorrer los 2,3 kilómetros que distan entre ambos consistorios.

El Ayuntamiento de Peleas de Abajo defiende la planta de biogás: "Sería absurdo que dejáramos marchar esa inversión"

Aproximadamente 3.300 pasos hasta pisar la plaza Juan Carlos I para alzar la voz y pedir al alcalde, Félix Roncero, que "no se deje engañar" porque "donde ves dinero ahora, luego verás miseria". Un descontento que se ha manifestado a coro, a golpe de firmas, pitadas y carteles.

La protesta, organizada por los vecinos del municipio de Jambrina y respaldada por la plataforma Stop Biogás Zamora además de por el Ayuntamiento de Jambrina, llegaba hasta las puertas de un vacío consistorio para hacer entrega de las 301 firmas que, hasta el momento, han logrado reunir en contra de los proyectos que plantean su asentamiento. Sin presencia del equipo de Gobierno, las rúbricas se enviarán por ventanilla única junto al acuerdo adoptado por unanimidad en el Pleno extraordinario del pasado 5 de diciembre que muestra la oposición del consistorio vecino dirigido por Rafael Calvo.

"Al pueblo no va a entrar nada monetario, pero las consecuencias, esas sí nos van a llegar". El edil municipal hacía referencia al "evidente deterioro" que este tipo de instalaciones "va a suponer para caminos y carreteras dado el continuo tránsito de camiones", amén de sus potenciales "efectos perjudiciales en el medio ambiente y al ecosistema" y posibles accidentes. En ese sentido, los organizadores advertían al consistorio peleíno que serán "responsables de los desastres que ellos produzcan".

Calvo mostraba su compromiso de hacer de altavoz del "descontento e incertidumbre" de los allí presentes: "En lo que esté de alcalde siempre voy a defender a Jambrina como a todos los pueblos que estáis aquí. Os voy a defender hasta donde pueda, a donde tenga que ir, sea a Valladolid o a Madrid". O "a Bruselas", coreaban varios de los allí presentes. Por el momento, las partes han mostrado su compromiso a sentarse a hablar de unos proyectos que dividen no solo a las dos corporaciones, sino a los pueblos.

La presencia de los jambrineros era notable: "Estamos pegando y somos el pueblo más perjudicado" atendiendo a que, previo al asentamiento de estas plantas, los vecinos "ya conviven" con los olores procedentes de las explotaciones porcinas ya existentes. La plataforma Stop Biogás Zamora recordaba que España exporta la mitad de la carne de cerdo que produce al tiempo que advertía sobre la "más que probable proliferación de macrogranjas en nuestra provincia para hacer que estas plantas sean realmente rentables".

"Tratan de hacernos sentir culpables de falta de solidaridad si no aceptamos sacrificar todo lo que tenemos en aras de un engañoso progreso que nos destruirá para siempre". Jenaro Leal, portavoz de la plataforma, animaba a los vecinos a mantenerse firmes ante el auge de estos proyectos que ya superan la docena por todo el mapa provincial y que se encuentran en diferentes fases de tramitación. "Nos han persuadido a creer que no valemos nada y que nada merecemos más que este triste final".

La presencia de la plataforma llegaba tras la protesta celebrada hace apenas dos semanas en Zamora y que contó con la presencia de, al menos, medio millar de personas que avanzaron hasta las puertas de la Delegación Territorial. Entonces, la convocatoria reunió a todos los pueblos afectados por el previsible asentamiento de estas plantas, siendo la última de ellas, la proyectada sobre Coreses y cuyo periodo de exposición pública concluirá el próximo 30 de diciembre. Desde la plataforma ya trabajan en la redacción de las alegaciones pertinentes.

Suscríbete para seguir leyendo