Figueruela y Mahíde buscan voluntarios para cuidar gatos callejeros en 12 pueblos
Los consistorios se encargarán de formar a las personas interesadas en captura de felinos para su registro y esterilización

Varios felinos callejeros en un camino en Aliste. | Chany Sebastián
Los ayuntamientos alistanos de Figueruela de Arriba (Figueruela de Abajo, Flechas, Riomanzanas, Gallegos del Campo, Villarino de Manzanas y Moldones) y Mahíde (La Torre de Aliste, Pobladura, San Pedro de las Herrerías y Boya) buscan voluntarios entre sus vecinos para una tarea hasta ahora nunca vista en la historia de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba: cuidar de los gatos callejeros que carecen de dueño reconocido.
La Corporaciones Municipales, presididas respectivamente por las alcaldesas Lucia Codesal Villota y María Audina Leal Fernández, ha publicado sendos bandos donde se solicita que aquellas personas interesadas en ser voluntarios y voluntarias para la atención de los gatos deberán inscribirse para ello pasando por la secretaria e intervención de dichos ayuntamientos.
Una vez inscritos, serán los propios ayuntamientos los encargados de dar la formación necesaria al voluntariado para que de esta manera puedan desarrollar adecuadamente su labor con "un correcto trato" de las colonias felinas que en algunos de los pueblos han llegado a convertirse en un problema y fuente de discrepancia entre el propio vecindario, dado que mientras unos piensan y defienden que los gatos callejeros pudieran ser una solución, otros creen que terminarán convirtiéndose, – "de hecho ya los son–, en un grave problema tanto de decoro como salubridad pública".
Figueruela de Arriba puso en vigor el Programa de Gestión de Colonias el día 2 de agosto de 2024 tras ser aprobado por la Corporación Municipal en pleno el día 24 de junio y no presentarse alegación alguna durante el período de exposición pública.
Los Programas de Gestión de Colonias Felinas de Figueruela de Arriba y Mahíde de Aliste, que afectan directamente a 12 pueblos del entorno de la Sierra de la Culebra y del Campo de Aliste, cumplen con el aspecto de fomentar "la colaboración ciudadana para el cuidado de los gatos comunitarios, regulando, a través de sus normativas municipales, los procedimientos en los que se recogerán los derechos y obligaciones de los cuidadores".

A la izquierda, el consistorio municipal de Mahíde | Chany Sebastián
Ambas normativas incluyen un apartado que, bajo la denominación de "Gestión de las Personas Cuidadoras", regula la actividad de aquellas personas que, de manera voluntaria deseen comprometerse altruistamente (no se cobrará nada a cambio) con el cuidado y atención de los gatos de las colonias felinas, las cuales, para serlo, deberán de presentar su solicitud como persona cuidadora autorizada en el correspondiente registro del ayuntamiento (secretaría).
Con los voluntarios, caso de que los hubiere, se procederá a crear un listado de personas cuidadoras autorizadas proporcionándoseles el carnet oficial identificativo para desarrollar las funciones a ellas asignadas.
Cada una de las personas cuidadoras voluntarias podrá cesar por diferentes motivos, entre ellos, obviamente por decisión propia: en este caso estará obligada a comunicárselo al ayuntamiento con un período mínimo de antelación de quince días.
Por el contrario, podrá ser cesada por parte del ayuntamiento en caso de incumplimiento reiterado de sus obligaciones o de lo previsto en el Programa de Gestión de Colonias Felinas, o si del mismo se derivan perjuicios graves para la adecuada gestión de las colonias felinas, lo cual daría lugar a la perdida de la condición de persona cuidadora.
Las personas cuidadoras de colonias felinas realizarán un seguimiento, supervisión y control de la colonia asignada. Asimismo se realizará un control de la inmigración con el fin de detectar la incorporación de nuevos animales para su posterior captura, esterilización y suelta. Además, deberá informarse al ayuntamiento de cualquier incidencia que se produzca.

Gatos caseros en una calle de Figueruela / Chany Sebastián
La Ley de 28 de marzo de 2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, estipula que las personas, en su convivencia natural con las colonias felinas "deberán respetar la integridad, seguridad y calidad de vida de los gatos, así como las instalaciones de comida y refugio, propias del Programa de Gestión de Gastos Comunitarios, así como los recursos destinados a los mismos".
Los ayuntamientos de Figueruela y Mahíde al crear el Programa de Gestión de Colonias Felinas deberán asumir diferentes funciones como las de fomentar la participación ciudadana en la gestión a través de formación e información, establecer medios de comunicación entre las personas cuidadoras y los servicios veterinarios, gestionar la creación de nuevas colonias felinas y distribuirlas por zonas, asignando "una colonia concreta para cada persona cuidadora", además de suministrar donaciones de alimento como pienso seco y tratamientos de desparasitación.
Vecinos de los pueblos aseveran que "los gatos siempre fueron unos miembros más de cada familia pero siempre bajo control: con un par de ellos había suficiente para mantener a raya los ratones de la casa, corrales, pajares y tenadas" y hay unanimidad a la hora de valorar la existencia de colonias de gatos callejeros que "se reproducen sin control y lo que antes veíamos como una solución a un problema terminan convirtiéndose ellos en el mayor problema" e inciden: "Lo que no puede una persona por su cuenta y riesgo alimentar y potenciar la proliferación de gatos por todos lados y que ahora entre todos tengamos que costear las soluciones".
Denuncias ante el Seprona (Servicio de protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil han traído como consecuencia, así lo reconoce algunos ediles y vecinos, que los ayuntamientos se vean obligados a aplicar la ley "con unos altos costes económicos que vamos a pagar entre todos, justos por pecadores".
El coste para poder esterilizar las colonias felinas en un municipio como Mahíde puede llegar a rondar los 43.000 euros. De momento, Mahíde ya incluyó en los presupuestos de este año 2000 euros que "no nos dan ni para empezar".
A lo largo del otoño comenzarán con la esterilización, no les queda otra, pues de lo contrario tendría que actuar el Seprona para hacer cumplir la Ley.
Ley que considera como una colonia felina a un grupo de gatos de la especie Felis catus "que viven en estado de libertad o semilibertad, que no pueden ser abordados o mantenidos con facilidad por los seres humanos debido a su bajo o nulo grado de socialización, pero que desarrollan su vida en torno a estos para su subsistencia".
Los vecinos del municipio de Mahíde respaldan a su Corporación Municipal: "La alcaldesa y los concejales no tienen culpa de la problemática situación".
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