Ecologistas Zamora y Zamora Viva instan a restaurar las minas abandonadas de Aliste

Los colectivos piden acudir a los fondos europeos para rehabilitar la zona explotada durante décadas y cuestionan la adecuación de la pizarrera como zona de baño 

Pizarrera sin restaurar y escombrera en la zona de Boya

Pizarrera sin restaurar y escombrera en la zona de Boya / Toño Alonso

E. V.

Ecologistas Zamora y Zamora Viva instan a las autoridades competentes a solicitar fondos europeos para restaurar las minas alistanas que quedaron abandonadas tras décadas de explotación para extraer la pizarra y que se retrotrae a 1969. Al tiempo, cuestionan el proyecto de adecuación de la antigua pizarrera de San Vicente de la Cabeza para transformarlo en una zona de baño y esparcimiento.

Los colectivos recuerdan que la zona se enmarca dentro de la Red Natura 2000 o en la misma Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica, por lo que consideran que su restauración se torna “prioritaria” y permitiría sumar esfuerzos al reto planteado por la Ley de Restauración de la Naturaleza. El objetivo que marca dicha normativa pasa por recuperar de aquí a 2030, al menos el 20% de las zonas terrestres y marítimas degradadas de la UE y alcanzar el 100% para 2050.

Si bien dichos colectivos entienden la iniciativa implementada por el consistorio de San Vicente de la Cabeza como como motor de desarrollo rural en su término, cuestionan la viabilidad del proyecto al considerar que “aceptar la situación actual de destrucción del paisaje” es “como poco, incongruente e irresponsable”.

"Si después de que las empresas mineras exploten nuestro patrimonio y además, abandonen las minas dejando el terreno sin restaurar, atraemos a bañistas a estos puntos, estamos blanqueando una situación muy grave”, han precisado. Al tiempo, cuestionan que las aguas sean aptas para el baño debido al alto contenido de elementos peligrosos en suspensión derivados de la explotación minera.

El abandono de las canteras de Flechas, Mahíde, Boya o San Vicente de la Cabeza ha contribuido a un progresivo estado de deterioro que se suma al impacto ambiental y paisajístico propio de este tipo de actuaciones. Desde Ecologistas Zamora y Zamora Viva recuerdan que el proceso de abandono se produjo entonces sin la obligada restauración que debía haber exigido la Junta de Castilla y León al ampararse las empresas en “un contexto de supuesta quiebra y escudándose con sociedades pantalla de escaso capital”.

De esa manera, explican, tras la explotación, quedaron abandonadas naves y otras infraestructuras asociadas al corte de la pizarra así como grandes escombreras de materiales apilados y diseminados en las laderas cercanas donde la vegetación espontánea sigue sin colonizar después de décadas. De especial gravedad consideran la situación de los pozos de extracción que a día de hoy siguen generando una "constante la evaporación de las capas freáticas subterráneas, las cuales afloran tras ser rotas durante la explotación”.

Un peligro ambiental, pero también potencialmente humano, dado que vehículos o personas pueden acercarse a los taludes de las minas cuyo perímetro está insuficientemente cerrado y con un acceso a las balsas únicamente cortado por piedras grandes que se pueden sortear a pie.

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