Villaflor, más "rapaces" que vecinos
El pueblo ribereño del Esla congrega estos días en las fiestas de San Mateo a más de 300 personas, y los niños ya superan a los 14 vecinos empadronados

La diversión domina en el arranque de fiestas de Villaflor / Chany Sebastián
Villaflor, paradisíaco y acogedor pueblo perteneciente al municipio de Muelas del Pan asentado a orillas del gran río Esla (Salto de Ricobayo) renace durante estos días de la triste muerte del olvido causado por éxodo y la despoblación rural galopante gracias a la celebración de las fiestas en honor a San Mateo.
A lo largo del año sólo 14 vecinos residen en el pueblo y en estas fechas veraniegas se superan los 300 gracias al regreso de los emigrantes y allegados: valga como ejemplo que incluso los niños pequeños superan a los residentes empadronados.
El municipio de Muelas del Pan cuenta con 590 empadronados, de los cuales solo seis hombres y ocho 8 mujeres pertenecen a Villaflor. El pueblo inició el siglo XX con 13 habitantes y logró remontar hasta los 20 en 2011.
Actualmente es su alcalde pedáneo el joven Francisco Lorenzo Lorenzo que, junto a sus paisanos, niños, jóvenes y mayores, han logrado reafirmar a San Mateo como punto de reencuentro con la armonía, la hermandad y la convivencia como bandera.
Cinco días festivos, patrocinados por el Ayuntamiento de Muelas del Pan, cuya Corporación Municipal preside el alcalde Luis Alberto Miguel Alonso, donde, por cortesía del Consistorio, ya brilló con luz propia el homenaje a los jubilados en el centro de turismo rural "El Vedal" con una emotiva cena donde se reconoció a los villaflorenses su contribución a la hora de cultivar y escribir con sus propias vidas y aconteceres la historia de Villaflor. Los niños están siendo los grandes protagonistas y así lo refrendaron mostrando sus dotes de artistas en el certamen de dibujo. Las alumnas del taller de pintura por su parte presentaron sus obras y hubo animado tardeo con Puro Corte Flamenco.

Villaflor, más "rapaces" que vecinos
Jornada intensa ayer con concurso de pintura, curso de maquillaje con Noelia Proy Díez, tute, calva, hinchables y animada verbena popular con el grupo Stribo.
La iglesia parroquial de San Boal acoge hoy por la mañana la misa en honor a San Mateo y ya por la tarde habrá hinchables de agua, cuenta cuentos con Diego López Rapado, partido de fútbol entre casados y solteros, merienda para los niños, la comedia "Mi tía Lucía" con la compañía Fantasía y verbena popular a cargo de la disco móvil Devesa para finalizar con chocolate caliente con bizcochos. El broche a las fiestas lo pondrá un domingo gastronómico con los concursos de tortillas y repostería y su posterior degustación.
Villaflor es uno de los pueblos con más aconteceres de Zamora y una historia alterada y truncada cuando el día 23 de agosto de 1926 cuando el rey Alfonso XIII rubricada el decreto de concesión de la construcción del "Salto de Ricobayo" a la Sociedad Hispano portuguesa de Transportes Eléctricos Saltos del Duero, aislándole de su parroquia y ayuntamiento.
El pueblo se sitúa en la margen derecha del río Esla (comarca natural de Aliste, Tábara y Alba), sin embargo, su vida e historia, como La Pueblica, administrativamente (civil y religiosa) siempre estuvo ligada a la iglesia visigótica de San Pedro de la Nave, del siglo VII, a cuya parroquia y cementerio pertenecía, así como a su ayuntamiento: a San Pedro de la Nave iban a bautizarse y a casarse y en su camposanto buscaban el descanso eterno.
Fueron pues los de Villaflor los principales navegantes del río Esla con los "Santos Barqueros" (San Julián y Santa Basilisa).
El Salto de Ricobayo aisló a este pueblo en 1935 de la antigua parroquia y municipio de San Pedro de la Nave
La tragedia comenzó a fraguarse con el traslado entre 1930 y 1932 de la iglesia de San Pedro de la Nave a El Campillo que dejaba a Villaflor sin templo y sin camposanto. Declarada Monumento Histórico Artístico el 22 de abril de 1912 y actualmente Bien de Interés Cultural, la joya donde moraron San Julián y Santa Basilisa, fue, es y deberá seguir siendo parte de Villaflor.
La Diócesis de Zamora desvinculó a Villaflor de San Pedro de la Nave en 1933 y lo agregaba a Cerezal de Aliste. Ya con el embalse lleno, Villaflor pasó al Ayuntamiento de Cerezal, que ya integraba a Carbajosa de Alba, el 19 de noviembre de 1935. Treinta y cuatro años unido al municipio cerezalino hasta noviembre de 1969 en que Francisco Franco decretó su disolución, pasando Cerezal y Villaflor a Muelas y Carbajosa a Villalcampo.
Villaflor careció de iglesia propia durante 73 años, desde 1933 hasta 2006 en que el ayuntamiento de Muelas del Pan le construía su primer templo (en el pueblo) dedicado a San Boal. La construcción del Salto de Ricobayo aisló a Villaflor de San Pedro de la Nave (Esla) pero también de Villanueva de los Corchos (río Malo), lo cual obligó a comunicarse por barca desde 1935 hasta junio de 1998, siendo su primer barquero el Ti Damián. Uno de sus últimos usuarios en los años noventa fue el Obispo de Zamora Juan María Uriarte. Funcionaba las 24 horas del día durante 64 años. La historia se sigue escribiendo en Villaflor.
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