"Generación Campus" en el medio rural

"Mira, por ahí van los del bingo". Los niños de Almeida de Sayago reconocen de lejos a Carmen Rishuang Gil, Paola Bejarano y Enrique García. Son tres de los 14 universitarios que han arribado a la comarca como parte del programa Campus Rural y de las becas de la Fundación General de la Universidad de Valladolid (FUNGE). Forman el grueso de jóvenes que, en el conjunto de la provincia, superan la veintena.

Han llegado de manera escalonada desde el pasado 1 de junio y de lugares tan dispares como Guadalajara o Chile con un doble cometido: ampliar su bagaje profesional al margen de los grandes aularios aprovechando, de paso, el potencial de un medio rural con recursos limitados y cada vez más cercado por una despoblación galopante.

Universitarios que miran a los pueblos: el campus rural de Almeida

Sus excelsos expedientes académicos les han abierto las puertas del programa desarrollado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en colaboración con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que les permite la realización de prácticas remuneradas por un periodo de entre 2 a 5 meses. Una estancia formativa que, en el caso de las becas del FUNGE, pueden extenderse hasta medio año.

Representan el alma y, por consiguiente, la esperanza de unos pueblos administrativamente acogotados y en los que el peso administrativo recae sobre dos figuras: el alcalde y el secretario. Miguel Alejo, regidor de Almeida, recuerda el soplo de aire que supone la estancia de estos tres becarios, si bien tras su marcha, el consistorio regresará a las andadas. "Hace falta un estatuto específico para los ayuntamientos pequeños. Ellos mismos lo han comprobado".

Su trabajo en estos poco más de dos meses ya es palpable físicamente. La diversidad de especialidades -desde Ingeniería Mecánica, Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural, Trabajo Social o Bellas Artes- les han permitido no sólo servir de apoyo a los escasos servicios municipales que en el mes de agosto se enfrentan a su pico de demanda, sino también a engrandecer el patrimonio arquitectónico local aún por descubrir.

Es el caso de las bodegas milenarias de Fermoselle. La que se conoce como la "villa de las 1.000 bodegas" esconde en el subsuelo auténticas joyas pendientes de catalogar. "Hay diferentes estudios, pero todavía no se ha llegado al 100% del subsuelo de Fermoselle. Es un trabajo que hay que ir haciendo no a pie, sino debajo de la tierra", comenta el regidor local, José Manuel Pilo. A partir del inventariado efectuado por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, Miguel San Juan avanza en su labor de documentación que se suma a un proyecto de diseño de mapas que permite localizar cada una de las bodegas mediante aplicaciones SIG.

Una experiencia que retroalimenta, a su vez, apuestas como el proyecto Silver Digi de la Diputación de Zamora que proporciona atención tecnológica avanzada a los mayores que desean mantener su independencia en el hogar o la realización de estudios de energía fotovoltaica. Por no olvidar la apuesta cultural impulsada por la revista Vive Zamora y su alma mater, Miriam Elísabeth García.

El otro y vital extremo del puente entre el mundo universitario y el rural cristaliza en Sayago gracias a la implicación de ocho entidades públicas y privadas, este año con el Ayuntamiento de Fariza y el Centro de Peluquería y Estética Reyes de Bermillo como nuevas incorporaciones.

El déficit de oferta de alquiler en la comarca no ha sido impedimento para que las nuevas solicitudes por parte de dos alumnos interesados llegaran a buen puerto. Siendo un requisito imprecindible vivir en un radio de 20 kilómetros, Pilo y Manuel Ramos (alcalde de Fariza) se ofrecieron como tutores para ampliar la estancia favoreciendo a la vez la creación de una "residencia universitaria" en plena villa.

Una experiencia profesional que compatibilizan con la dinamización socio-cultural mediante actividades como el desfile de moda impulsado por la revista Vive Sayago, diseño de cartelería festiva o el desarrollo de talleres infantiles. Porque, aseguran, “integrarnos con los vecinos también es parte de la experiencia”. 

Una oportunidad formativa, pero también de arraigo y vínculo con un medio necesitado de su talento y visión de futuro.

Campus Rural y FUNGE en la provincia

El programa Campus Rural y las becas de la Fundación General de la Universidad de Valladolid desembarcan este verano en la comarca de Sayago gracias a la firma de convenios con las Universidades de Salamanca, Valladolid, la Complutense de Madrid y la de León y la implicación de diez entidades públicas y privadas: revista sin ánimo de lucro Vive Zamora, Ayuntamientos de Almeida, Fermoselle y Fariza de Sayago y la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Duero-Douro, Centro de Peluquería y Estética Reyes, asociación VinDuero-VinDouro y Efiduero Energy SCEL.

El Ayuntamiento de Tábara también participa en el programa del Ejecutivo central alojando a seis alumnos que trabajan diariamente para la entidad. A ellos se suma otros becado en la empresa de moda textil de Coreses, Marae.

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