La Piedra Fina de Villafáfila, bajo la higuera de Miguel Hernández

El municipio de Villafáfila recibe uno de los seis esquejes que se han repartido del árbol de Miguel Hernández, que se instalará junto al histórico poyo de mármol

Acto de entrega de la higuera de Miguel Hernández. | J. L. Fernández

Acto de entrega de la higuera de Miguel Hernández. | J. L. Fernández

Irene Barahona

"Maravilloso, entrañable, participativo, cercano". Estas han sido las palabras con las que Javier Martín, concejal de Cultura de Villafáfila, ha descrito la entrega de uno de los esquejes de la higuera de Miguel Hernández, un regalo que a partir de ahora vivirá en Villafáfila junto al emblema recuperado de los altillos.

El pueblo zamorano ha recibido uno de los seis arbolitos que la Escuela de Ingenieros Agrónomos ha reproducido a partir del histórico árbol del poeta, cuya vida se está agotando tras el paso de los años. En total, son cien los esquejes que se distribuirán, aunque por ahora, solo han sido entregados seis: la Moncloa, Zarzuela, el Botánico de Madrid, la propia tumba de Hernández y Joan Manuel Serrat han sido los otros cinco destinatarios de este regalo sin parangón.

La llegada de la higuera de Miguel Hernández es "un triunfo del pueblo", en palabras de Martín, quien asegura que aún habrá de pasar un tiempo antes de instalar el árbol de 70 centímetros en la Plaza Mayor de Villafáfila, donde quieren que la gente "haga suyo" este regalo llegado desde el otro extremo de España. Precisamente por la diferencia de climas, habrá que esperar a que el legado de Miguel Hernández se adapte al frío zamorano, cuando se consiga, se plantará junto a la Piedra Fina, el otro hito que el municipio ha vivido estos días: tras más de dos décadas desaparecida, este emblema de Villafáfila con siglos de antigüedad ha sido recuperado y restaurado para ser devuelto a la plaza "donde siempre estuvo", continúa el concejal sobre el que probablemente haya sido el poyo más popular de toda la provincia.

Esqueje de la higuera de Miguel Hernández. | J. L. F.

Esqueje de la higuera de Miguel Hernández. | J. L. F. / Irene Barahona

Esta pieza de mármol será instalada por San Roque junto con un monolito que se financiará a través de una colecta para retornarla al lugar en el siempre había estado: en plena Plaza Mayor, la Piedra Fina volverá a servir "de asiento" a los vecinos de Villafáfila, en cuyas vidas siempre estuvo presente. La Piedra Fina, que nació como peldaño de entrada de la casa palacio del pueblo, llegó a convertirse en el emblema del municipio de las salinas, y tras desaparecer por veinte años, ahora regresa a donde siempre estuvo generación tras generación: "Si la Piedra Fina hablara...", bromea Martín.

El sueño de Villafáfila de recuperar su emblema ha sido cumplido; eso sí, con una pequeña pero mágica innovación: el histórico asiento contará en el futuro con la sombra de la mismísima higuera de Miguel Hernández. "Plantemos cultura, sembremos poesía", dice el concejal sobre "un regalo" que el pueblo ha tenido la "osadía" de pedir a la Escuela de Ingenieros Agrónomos y que espera, descanse por mucho junto a la Piedra Fina, dos símbolos que ahora se unen en Villafáfila.

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