Fulgencio Argüelles y la escritura del sentimiento

Los miembros del Club de Lectura Madarsu de Puebla participan en una velada literaria con el autor asturiano

Encuentro literario con Fulgencio Argüelles. | A. S.

Encuentro literario con Fulgencio Argüelles. | A. S. / A. S.

A. S.

El escritor y psicólogo asturiano, Fulgencio Argüelles (Aller, 1955), participó este martes en un encuentro con miembros del Club de Lectura Madarsu de Sanabria, abierto al público en el Salón de las Mujeres del consistorio de Puebla. La escritora María Turiño presentó su dilatada carrera literaria, sumada a su labor en defensa de la cultura en los pueblos con la asociación Cultural Serondaya en Cenera. Desentrañó los secretos de su última novela "Noches de Luna Rota" donde "no hay un narrador. Peñafonte es el paisaje literario imaginario".

La novela fue surgiendo "de un plano, con sus casas y toda la gente que vive en ellas. Les puse nombre y la época concreta, durante la Dictadura de Primo de Rivera". La trama crece sola con las conversaciones de los habitantes del pueblo "solo tuve que darme un paseo por Peñafonte y escuchar lo que se decía en él". Matizó que "un pueblo no es lo que se dice de él, sino lo que se dice en él". La gran dificultad fue que "no toda la gente habla de forma igual". Destacó la figura de Luis Mateo Díez como "el maestro, para mí, de la literatura contemporánea española" y su paisaje imaginario "Celama".

Sobre el personaje de su novela, el violinista anarquista Jacobo, reconoció que es "mi alter ego". Definió su escritura como "una literatura de sentimiento, de la tierra, de las historias del territorio que yo viví". La herencia del pasado, el relato oral, el sentido trágico de la vida están presentes en su trayectoria literaria. Descartó la definición del "realismo mágico" que le han atribuido, salvo que ese realismo sea como el relato de transmisión oral de su abuela que "interpretaba la realidad de forma mágica".

Su primera novela y premio Azorín "Letanías de lluvia" es su preferida por ser la primera y la más imperfecta "la que más defectos tiene, porque es una novela de aprendizaje". Para el escritor "es muy importante cuando encuentras tu manera de escribir". El estilo "no se puede definir" aunque sí hay rasgos de su forma de escribir "respetando la oralidad. El lirismo, un ritmo y un sonido, busco hasta que me suena bien". Precisamente en un taller de literatura con la ONCE, con una de sus novelas traducidas a braille "descubrí lo que es el ritmo y la oralidad, escuchando a una chica ciega con entonación y ritmo perfectos. Me estremeció".

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