Vecinos de Revellinos cargan contra el párroco: "Que se lo lleven"

Feligreses critican que el sacerdote no oficie misa todos los domingos o que no acometa las obras que precisa la iglesia

Santiago Martín reconoce las desavenencias con un grupo de vecinos con los que ha intentado mediar el Vicario general

Vecinos pasean por el entorno de la iglesia de Revellinos de Campos

Vecinos pasean por el entorno de la iglesia de Revellinos de Campos / LOZ

Vecinos de Revellinos de Campos han instado a la diócesis de Zamora a que “se lleve” al actual párroco, Santiago Martín, por “los constantes problemas” y las desavenencias con feligreses desde que recalara en el pueblo hace un año y medio.

Los vecinos expresan en un comunicado la necesidad de hacer públicos “los constantes problemas” con el párroco y que “se han intensificado desde la pasada Navidad”. "Llevamos año y medio sufriendo la soberbia, la dejadez y la desgana de un párroco que no hace nada más que poner trabas y ningunear al pueblo de Revellinos y a sus feligreses” aseguran los vecinos.

Además, remarcan que “cualquier persona que haya escuchado misa en cualquier pueblo de los que él lleva y en Revellinos puede ver la diferencia”. “Aquí no predica, se limita a hacer lo justo y necesario”, a la vez que destacan que “la mayor parte de las semanas no tenemos misa”.

En el comunicado también recuerdan que “en nuestra iglesia se ha invertido mucho dinero en el arreglo del retablo y el artesonado” y que el pueblo recaudó fondos para restaurar el altar del Bendito Cristo y la imagen. Desde hace un año, los vecinos han indicado en varias ocasiones al párroco que es necesario “hacer unos arreglos en la iglesia para que no se deteriore y para su mantenimiento y en todas las ocasiones nos ha dado largas”, con el consiguiente riesgo de que el templo “acabe cayéndose”.

Los vecinos también acusan al párroco de “destrozar” las tradiciones de Revellinos, como la fiesta del patrón del pueblo, San Marcos, o las cofradías de la localidad. No obstante, puntualizan que “el coro de Revellinos es lo primero que se cargó”, a pesar de ser una formación con una trayectoria y “un reconocimiento en toda la provincia”.

De hecho, recalcan que el párroco “ha echado de muy malos modos” al coro en los dos últimos entierros, después de no permitir a sus integrantes entonar una canción de despedida a los difuntos que “es tradición cantar aquí y que las familias habían pedido”.

Por otra parte, vecinos de Revellinos afirman que todos los problemas que han surgido con el párroco “se han puesto en conocimiento” del Vicario general, César Sálvador, “pero parece ser que les sobran feligreses porque no se ha puesto remedio a esta situación”. Además, aseguran que vecinos del pueblo se están desplazando a otros municipios como Cerecinos de Campos o Villalpando para participar en la misa dominical. "Lo único que pedimos es que se lo lleven de Revellinos porque son su soberbia y dejadez está acabando con algo que nos enseñaron nuestros mayores como es nuestra fe y nuestra creencia, que queremos seguir practicando”, prosiguen los afectados.

Por último, recuerdan que por Revellinos han pasado “muchos sacerdotes” y que “con el único que hemos tenido problemas es con él. Revellinos es un pueblo acogedor y colaborador, se hacían colectas y campañas y siempre se colaboraba”, acciones que no se han vuelto a repetir desde que Martín fuera nombrado párroco. Por estos motivos, reiteran la petición para que “se lo lleven de Revellinos porque la situación no tiene otro arreglo, es insostenible y además muy desagradable”.

Respuesta del sacerdote

Ante las acusaciones vertidas por los vecinos, el párroco ha reconocido que existen desavenencias con “un grupo” de vecinos de Revellinos, a la vez que ha matizado que, ante la situación actual de la diócesis por la escasez de sacerdotes “no es posible oficiar misa todos los domingos” en la localidad.

Martín también ha asegurado que el Vicario general ha intentado “mediar” para resolver el conflicto con unos vecinos a los que “he intentado tratar como a los de otros pueblos”, sin que hasta la fecha haya sido posible un acercamiento.

En cuanto a las obras en la iglesia que demandan los vecinos, reconoció que es preciso reparar una gotera, al margen de acometer una intervención para frenar los problemas de carcoma. En este sentido, subrayó que “hay dinero” para acometer las obras en la iglesia, aunque también matizó que en una misa dominical ya anunció que está previsto ejecutarlas.

No obstante, recordó que “diferentes cuestiones legales que hay que mirar antes de contratar una obra” pueden demorar su ejecución, a las que hay que sumar las directrices que pueda marcar la Comisión Territorial de Patrimonio.

El párroco también se refirió al coro de Revellinos y reconoció que a sus integrantes “les he dado unas indicaciones que no se han tomado bien”. A modo de ejemplo, precisó que en los dos últimos entierros “no he recibido la petición de las familias” para que el coro entonara una canción a la que aluden los vecinos en su crítica y sobre la que asegura que “desconocía que era tradicional”.

Por último, Martín ha subrayado que “no digo que no tenga culpa de nada y tendré que reflexionar”, aunque también ha precisado que intentará retomar el diálogo con los vecinos a los que “trataré de explicar las cosas de otra manera” para cerrar una herida abierta en Revellinos.