El antruejo de los cencerros inunda Villanueva de Valrojo

Villanueva de Valrojo se vistió de gala para festejar el Carnaval de cencerros. El frío de nieve avivó las carreras que comenzaron poco después de las cinco de la tarde, tras recoger cencerros y trallas en el pajar, hogar de invierno de los antruejos. Muchos niños aprovecharon está primera gran carrera para aprender el oficio más bonito de la fiesta más arraigada en la Carballeda.

La savia nueva de Villanueva fundió este reducto de la Sierra de la Culebra del negro al color, y se arrimó al calor de los pellizcos y los restrallos. Las carreras se repitieron a diferente ritmo por calles y barrios, de la iglesia al salón de los antruejos pasando por los puentes demostrando que este carnaval es otra cosa. ¿Quién se ha vestido? Preguntan en la plaza ante la incertidumbre de quien corre bajo la máscara.

El público que se acercaba en la fría tarde del sábado y se resguarda en el bar para asomarse en el momento que sube de intensidad la alerta, cuando los cencerros van creciendo en volumen. El otro destino son las casas abiertas, pocas, pero bien abiertas.

Sofía de Mombuey acude a correr el carnaval al pueblo de su madre, Noemí y su hermano Liam, que está vez no se ha querido vestir porque está cansado. Tiene disfraz propio que se lo hizo su abuela Benita. Mañana (por hoy domingo) no tiene claro si se vestirá de rodao. De pequeña no sabía quién estaba debajo de la cámara y le daba miedo. Ahora tiene ganas de correr.

El domingo gordo de carnaval llega hoy, cuando se funden los enmascarados con los trajes regionales, las filloas y el teatro "Números cómicos". Cada peña sale con un disfraz alusivo a la actualidad. Seguro, que a los problemas del campo.

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