Torres del Carrizal, el lugar de las nuevas tradiciones
El pueblo celebra la carrera de cintas por San Antón, una fiesta que se reinventa y adapta a los nuevos tiempos sin perder la esencia
La carrera de cintas de Torres del Carrizal se ha celebrado durante la tarde del sábado, cuando los quintos del pueblo han vuelto a revivir esta tradición que sobrevive al del paso de los años y que se mimetiza con los nuevos tiempos.
Los vecinos de Torres del Carrizal se han reunido en el camino de Benegiles en el último día de celebraciones por San Antón, unas fechas señaladas en la localidad cuyas celebraciones empezaron el pasado domingo 14 con la carrera de cintas para niños. Desde entonces, los festejos se han dilatado durante toda la semana, con la misa tradicional del miércoles, día de San Antón, y la carrera del bollo del pasado viernes como principales eventos.
La emblemática carrera de cintas de los quintos de Torres del Carrizal se ha celebrado el sábado, una traca final en la que este año han sido nueve los jóvenes que apeados a sus caballos han corrido las cintas de colores para demostrar su destreza frente a las miradas de los mayores.
Lara, Samuel, Helena, Jimena, Pablo, Fran, Jorge, Mirella y Mario son la nueva añada de quintos que ha dado Torres del Carrizal, quienes han consolidado de nuevo las fiestas de un lugar en el que las tradiciones no dejan de reinventarse. La carrera de cintas es prueba de ello, resultado de la evolución de la dedicada a los gallos que como en otros muchos pueblos, los quintos de Torres del Carrizal también celebraban antes de marchar para el servicio militar.
El gallo vivo se despachó hace décadas, y en la actualidad, un cajón lleno de cintas se ha convertido en el centro de las miradas de esta nueva tradición; en ella también participan las mujeres, y es que sin ellas ya no se entienden estas fiestas , donde las relaciones se siguen recitando, papel en mano, como antaño.
Los más pequeños aprenden también las costumbres en la pequeña carrera de cintas que desde hace un par de años se ha asentado al inicio de las fiestas, cuando en vez de a caballo, los niños y niñas corren a por las cintas montados en sus bicicletas; otra tradición que avanza a cada rato en Torres del Carrizal.
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