Los trenes que perdió Fermoselle

Una investigación del profesor Pablo Garrido revela los cuatro proyectos que acariciaron el paso del ferrocarril por Sayago

Vías de tren sin uso

Vías de tren sin uso / EMILIO FRAILE

"¿Por qué Fermoselle perdió el tren?". La pregunta invita a interpretaciones diversas. De entrada, a cuestionarse cuántas oportunidades perdidas, cuántos proyectos varados en el camino. El interrogante es literal. Fermoselle llegó a acariciar el paso del ferrocarril por el municipio. Hasta cuatro proyectos contemplaron la construcción ferroviaria, pero ninguno fraguó y los fermosellanos tuvieron que conformarse con observar el humo de las locomotoras que transitaban al otro lado del río, en Portugal.

Una investigación de Pablo Garrido, sayagués con raíces en Fermoselle y Bermillo, desempolva el episodio de principios del siglo XX gracias a una trabajada tarea que, de entrada, le llevó a localizar hasta 1.300 menciones de los conceptos tren Fermoselle. El posterior cribado ha permitido precisar los entresijos de un episodio que un siglo después recobra vigencia con la ansiada conexión de Portugal con España por ferrocarril a través de la frontera zamorana.

No fueron ni uno ni dos. De acuerdo con la investigación de Pablo Garrido, Fermoselle llegó a contemplar cuatro proyectos ferroviarios: el tren de la Ribera del Duero, las siempre recurrentes conexiones con Portugal, el ferrocarril estratégico de Zamora a Fermoselle y el último intento del ferrocarril Salamanca-Fermoselle planteado durante la dictadura de Primo de Rivera.

Estación de tren de Urrís, en Portugal

Estación de tren de Urrís, en Portugal / P. F.

Garrido, que ha investigado en la Gaceta de Madrid (antiguo BOE), la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica y artículos científicos sobre historia del ferrocarril, contextualiza el momento histórico con un repaso a la situación de las comunicaciones en Sayago en el siglo XIX, que sorpresivamente no se quedaban atrás respecto al empuje en el resto de la provincia. En 1868 llegó el telégrafo, misma época en la que se subastó el servicio de Correos, en 1896 ya había un servicio de autocar por la carretera Zamora-Fermoselle y también funcionaba la Barca de Múrcena para cruzar el Duero hacia Portugal. "La comarca no estaba mal conexionada, fuimos pioneros en ciertas comunicaciones en el siglo XIX" precisa el investigador.

Volviendo al tren, en los albores del siglo XX, "los portugueses tenían necesidad de conectar con España, sobre todo por Fermoselle, para dar salida a la exportación de ganado y artículos de todo género".

Tren de la Ribera

En se contexto surge el Tren de la Ribera en el año 1902. Un proyecto de ferrocarril eléctrico del empresario portugués Vicente A. Godinho. Aprovechando la energía sobrante de los Saltos del Duero y Águeda, planteaba dos ramales: uno directo de Fermoselle a Lumbrales y otro hacia Vitigudino para comunicar con Villavieja (este último descartado un mes después). La red partiría de Fermoselle a Barruecopardo, cruzando todos los pueblos ribereños más importantes. Tras años de deliberaciones, pros y contras, la falta de apoyos acabó por descartar la conexión férrea por los pueblos de la ribera.

Mapa

Mapa de ferrocarriles de España y Portugal de David Reinoso (1900-1920), publicado por Vda de A. Fernández e Hijo en Madrid, que incluye la línea Zamora-Fermoselle / Instituto Geográfico Nacional

Prueba del interés de Portugal por abrir la conexión con Zamora fue la propuesta del Ministerio de Obras Públicas luso al ministro de Negocios Extranjeros de un acuerdo para la creación de una conexión entre la línea portuguesa desde Pocinho a Miranda do Douro con el ferrocarril Zamora-Fermoselle.

La consistencia del proyecto generó una reunión del vocal de los caminos de hierro portugueses con el presidente de la Diputación de Zamora "para elegir el punto más conveniente de la conexión entre Zamora y Portugal por Fermoselle" precisa la investigación de Pablo Garrido. Pero, por la falta de apoyo y los inconvenientes, tampoco llegó a buen puerto.

Ferrocarril estratégico

Hasta que en 1908 surgió el proyecto "más firme": un ferrocarril estratégico para comunicar Zamora con Fermoselle, cruzando toda la comarca de Sayago. Una carta publicada en el Heraldo de Zamora por el médico de Bermillo y dirigente liberal, Isaac Almaraz, desvela una consulta con el diputado de la zona, Federico Requejo, sobre la viabilidad de esta comunicación ferroviaria y la creación de una comisión para presentarlo al Ministerio de Fomento.

Conferencia de Pablo Garrido en Fermoselle

Conferencia de Pablo Garrido en Fermoselle

El ingeniero Juan Nolla Badía asumiría un proyecto que despertó gran interés en la zona y que, partiendo de Zamora, transitaría por Tardobispo, Pereruela, Mogatar, Fresno de Sayago, Piñuel, Torrefrades, Bermillo, La Muga, Villar del Buey, Cibanal, Formariz y Fermoselle. Además se estudiaría la combinación desde Fermoselle hasta la frontera. 65 kilómetros de línea, como especifica el concienzudo estudio de Nolla Badía, con la comarca de Sayago como gran beneficiaria.

Prueba de que el proyecto tomaba entidad es la inclusión de la línea en la Ley de Ferrocarriles Secundarios y Estratégicos, considerados aquellos que "atienden directamente a necesidades o conveniencias de la defensa nacional", atendiendo en este caso a la situación fronteriza con Portugal.

Una Real Orden de 1910 anuncia el concurso de proyectos para la construcción de la línea férrea y en 1914 la Dirección General de Obras Públicas procede a la aprobación definitiva del ferrocarril secundario de Zamora a Fermoselle. "Una vía férrea que –como recoge el Heraldo de Zamora– no solo ha de contribuir al engrandecimiento de la región sayaguesa, sino que en un plazo no muy lejano, se una en tierras lusitanas con alguna red portuguesa, llevando a la vecina República los productos de nuestra agricultura y de nuestro trabajo".

Un año después se aprueba otra Real Orden para que la subasta de la concesión del ferrocarril, pero una vez más el proyecto queda en vía muerta por falta de propuestas.

Las razones del fracaso

¿Cuáles fueron las razones de su fracaso?. Apunta Pablo Garrido a la crisis que arrastraba el ferrocarril desde finales del siglo XIX debido al aumento de los costes del carbón, el aumento del sueldo de los empleados, la competencia del transporte por carretera o la retirada de capitales extranjeros.

La propia Ley de Ferrocarriles, muy ambiciosa por su objetivo de construir 5.000 kilómetros en vía estrecha en todo el país, "se proyecta de manera homogénea, sin tener en cuenta las diferentes densidades de población". Y la necesaria colaboración público-privada "dejó las líneas más pobres paralizadas".

Habría que esperar a 1923 cuando con la dictadura de Primo de Rivera se inicia una época de intervencionismo del Estado, tratando de reestructurar las líneas férreas para hacerlas más operativas y mejorar la distribución territorial.

La necesidad de construir "ferrocarriles provinciales" apuesta por la "línea interpovincial Salamanca-Fermoselle", incluida en el anteproyecto del Plan de Ferrocarriles. El último intento de conectar Salamanca con Zamora por Fermoselle se produce en 1925. La información recogida por el escritor sayagués José Martín Barrigós, describe un trazado desde Ledesma por Almeida hasta Fermoselle.

Adiós al tren del desarrollo

"A sabiendas de que el trazado de Salamanca estaba incluido en el anteproyecto y el de Zamora no, el peligro de acabar no consiguiendo ninguno era previsible y así sucedió. La Diputación salmantina, el Consejo de Fomento, la Cámara de Comercio y otras entidades contraatacaron de inmediato y con rotundidad. Y, en resumen, tras larga pelea, al continuar la discrepancia de Zamora, el proyecto fue archivado a perpetuidad en el armario de las causas perdidas para siempre" escribe Martín Barrigós.

Una vez más, Sayago perdía el tren del desarrollo y del progreso. Al escaso interés de los zamoranos por el proyecto, Pablo Garrido suma como motivos del fracaso, la oposición de las grandes compañías, la creciente competencia del automóvil, la prioridad de las autoridades zamoranas por la conexión ferroviaria con Galicia y el impulso a las conexiones nacionales frente a ferrocarriles regionales o locales, como era el caso.

"Una vez más, Sayago perdía el tren del desarrollo y del progreso gracias a la nefasta gestión de los servidores públicos de la época" sentencia Martín Barrigós.

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