Las comunidades vecinales y la preservación del arbolado, en el verano de Galende

El geólogo Daniel Boyano Sotillo profundizó en la conservación de los bosques y los ejemplares notables de árboles de la comarca sanabresa, como parte de los servicios ecosistémicos que brindan a las comunidades humanas y que han velado históricamente por su conservación. Boyano presentó “Árboles monumentales y bosques singulares de Sanabria” dentro de las actividades del programa cultural de Galende. 

Abrió la presentación con una imagen del cortello de los lobos de Lubián, donde destacan los fresnos plantados en el centro “donde posiblemente se amarraba una cabra”, para atraer al lobo. Los castaños de la Alcobilla otro de los monumentos naturales, conserva ejemplares de entre 500 y 600 años, en zona de ocupación castreña. 

El bosque mixto del paraje de Aguas Cernidas de San Martín de Terroso, y los tejos en Vega del Castillo, preservados por la orografía complicada. Ejemplares como el castaño de Rozas de un perímetro de unos 12 o 13 metros, dependiendo de la altura a la que se efectúe la medición. El hombre “domesticó” un árbol que ya crecía en la Península Ibérica a lo largo de los siglos, los castaños, para obtener los frutos. Los tejos otra de las especies singulares, fueron plantados en los recintos de las iglesias y donde “se celebraron muchos concejos”.

Detalló la estrecha vinculación de las comunidades locales con los árboles por su dependencia, para leña, para la fabricación de utensilios e instrumentos, y enseres como los “cholos” un calzado de madera que se elaboraba con madera de fresno más fácil de trabajar. Los propios vecinos se encargaban de no sobreexplotar los recursos “porque sí cortaban más robles de los que debían para el siguiente año no tendrían leña”. Una dependencia que incluye desde la sombra y el frescor en periodos como el actual de intenso calor. 

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