Sayago abre sus puertas al mar Egeo

Esta es la historia de cómo un colegio de la Zamora rural abre sus puertas al otro lado del Mediterráneo. Más de 4.000 kilómetros separan Sayago de la península de Bodrum, en la costa sur de Turquía. Una distancia que dos comunidades educativas consiguen hacer invisible a través iniciativas y acciones comunes por la preservación del medio ambiente.

Todo empezó con el taller de ukelele que Luis Domingo Sánchez (Luigi) impartía por las tardes a los alumnos del CRA Tierras de Sayago, una agrupación con 33 niños y niñas que tiene la cabecera en Muga de Sayago y abarca además las aulas de Torrefrades, Villar del Buey y Fariza.

Brujuleando por Internet, el maestro contactó con Süeda Sönmez, profesora de inglés en un colegio Turquía. Pronto sintonizaron; el contacto online se hizo más estrecho hasta terminar por "hermanar" a los dos colegios.

Había que afianzar una relación que solo podía enriquecer a dos centros escolares, diferentes pero con muchos puntos en común como han podido comprobar Luis Domingo Sánchez y su compañera María Anunciación García (Nunci) en la visita que han realizado al colegio turco.

La familiaridad online pudo hacerse realidad con la visita de los profesores de Sayago a Umurça Ilkokulu, el colegio de Bodrum, que abrió las puertas a los docentes zamoranos y tuvieron la oportunidad de conocer al director provincial de Educación.

Una colaboración a través del proyecto internacional "Pensando Global y Actuando Local desde Pequeños Rincones Europeos", financiado por la Unión Europea mediante un Erasmus Plus, con el objetivo de facilitar la colaboración entre los dos centros educativos, compartiendo actividades sobre el Medio Ambiente. "En realidad para nosotros es seguir con lo que estamos haciendo, pero ahora con la posibilidad de compartirlo con un colegio de un país muy distinto al nuestro. Y eso es enriquecedor para todos" explica Nunci García.

La iniciativa "basuraleza", rutas por los Arribes (el centro sayagués esté enclavado en la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica), visitas a explotaciones familiares de ganadería extensiva o vacas sayaguesas. "Siempre valorando y potenciando lo nuestro" apunta la docente. Y así se explicó la presentación del CRA Tierras de Sayago realizada en el colegio turco.

La lección de multiculturalidad de un Instituto de la Zamora rural

Durante una semana la identidad sayaguesa estuvo muy presente al otro lado del Mediterráneo, con cartelería y productos de la tierra llevados por Luigi y Nunci, quienes a su vez se empaparon del método educativo del colegio de Bodrum. "Pensamos en grande para hacer pequeñas cosas todos juntos" explican los docentes sobre el camino iniciado a través de este proyecto internacional, que podría tener continuidad el próximo curso con el viaje de algunos alumnos del CRA Sayago.

"La visita al colegio turco y el contacto con alumnos y profesores nos ha permitido comprobar que es factible llevar a nuestros alumnos para que conozcan el país, la cultura, cómo trabajan sus compañeros temas sobre sostenibilidad, cambio climático o medio ambiente". El viaje educativo los llevó hasta el museo de agricultura, "muy parecido al que podemos encontrar en nuestra zona de Sayago, con sus arados, yugos o medidas de fanega y celemín".

También entraron en Grecia a través de un ferry que les llevó a la isla de Kos. Apenas 20 minutos para dar el salto a una zona puramente turística y muy interesante en aguas del mar Egeo. " Un ligar ideal para visitar con nuestros alumnos" apunta la maestra sayaguesa.

Tras el viaje, queda todo un trabajo para afianzar la colaboración sin descuidar este pequeño tesoro. El CRA Tierras de Sayago ha crecido con un aula al otro lado del mediterráneo, en la pequeña península de Bodrum, bañada por el mar Egeo. Umurça y Sayago conectados "pensando en grande para hacer cosas pequeñas que mejoren el mundo".

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