Una tromba de agua rompió con la habitual tranquilidad que reina en el pueblo zamorano de Madridanos. Los vecinos han podido ser testigos de cómo las calles de su pueblo se convertían en algo más parecido a un río que a un lugar por el que transitar. Las fuertes precipitaciones en forma de lluvia deja en la provincia de Zamora impresionantes imágenes como las que podemos ver en el vídeo.
Un caso similar
Un caso similar pasó en la Bóveda de Toro. Ocurrió en el atardecer del sábado, pasadas las ocho de la tarde, cuando la amenaza de tormenta que se adivinaba en el cielo, descargó con toda la fuerza en este pueblo de La Guareña y sus alrededores.
"Alrededor de 50 litros en media hora" describe la alcaldesa en funciones, María Jesús Riesco, a quien la tormenta (como a muchos vecinos) le pilló en la iglesia donde tenía lugar un funeral. El diluvio obligó a rescatar a algunas personas en coches mientras el regato se desbordaba y las calles se convertían en un río. Troncos, alambras, escombros, el torrente arrastró gran cantidad de material y vegetación hasta que el regato colapsó y formó un mar.
No solo en forma de lluvia
Los vecinos del pueblo zamorano de Asturianos no daban crédito a la granizada vivida en la tarde del sábado. En apenas unas horas, el granizo se acumulaba en las calles ante el asombro de los que inmortalizaban el momento.
En Andavías, más de lo mismo
En Andavías, más de lo mismo. Las intensas precipitaciones inundan patios y alrededores.
